CAPÍTULO 24

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Dos días pasaron, poniendo en agonía aquella semana llena de trabajo y pendientes por resolver para la fotógrafa, que incluso regresaba a casa a altas horas de la noche.

Había estado en contacto con Emily, al menos una llamada compartían diariamente, pues Tatiana no era persona de extenderse a hablar por WhatsApp, aparte sus ocupaciones no se lo permitían. Así como tampoco permitían la posibilidad de verse durante el resto de la semana. Aquello sin lugar a dudas la tenía de mal humor, pues sabía que su frustración se debía a que ni siquiera tenía el tiempo de ir y darle un beso, pero también le enojaba que eso fuese una necesidad. ¿De cuando acá le importaban esas tonterías? Parecía una burla del universo.

Pero allí esaba ella, sintiendo que cuatro días sin verla, era una eternidad. 

Al menos ahora sólo faltan dos. Pensó derrotada, pausando la edición de una fotografía para dirigir sus pensamientos hacia ella, la intrusa que se colaba en su mente sin permiso, aquella modelo que empezaba a volverla loca.

Como si el Destino fuese consciente de la situación, su celular empezó a vibrar insistentemente, llamando su atención. 

¿Hola?— Contestó intentando ocultar su inesperado agrado.

Hola. — Emily respondió con timidez. — ¿Interrumpo tu trabajo?

Sí, el trabajo de pensarte. Respondió la voz en su cabeza.

No, estoy en mi oficina editando unas fotografías, pero justo antes de tu llamada decidí tomarme un pequeño descanso. — Explicó. —¿Cómo estás?

Bien. — La fotógrafa se extrañó ante la simple respuesta. —Oye, tengo un dilema con respecto a una situación y creo que puedes ayudarme. Si te envío la información por WhatsApp, ¿crees que puedas permitirte unos diez minutos en atenderme?

Sí, por supuesto, Em. Aceptó con cierta intriga. —¿De qué trata?

Espera recibir mi mensaje, ¿te parece?

No tengo otra opción. — Respondió con una risilla.De acuerdo, Em. Lo espero. 

Cortó la llamada y sin preámbulos, entró en su chat con la modelo, aguardando por su mensaje. Pasaron seis minutos y casi empezaba a desesperarse, por lo que envió tres puntos suspensivos.

Emily al verlos, sonrió, guardando su móvil para saludar a Ashley.

Tatiana dio una vuelta en su silla giratoria, odiaba que la hicieran esperar y más aún cuando realmente tenía interés, y por si lo dudan, todo lo referente a la modelo sí que le interesaba. 

Se sobresaltó cuando la voz de su secretaria atravesó el comunicador.

-Señorita, una modelo vino a verla. Dice que es importante.

La fotógrafa, sin ser consciente de la situación, primeramente atribuyó aquella visita a Adele, tal parece que aquella mujer no se cansaría nunca de buscarla y detestó la idea de que tuviese el atrevimiento de ir a su lugar de trabajo.

-Ashley, no estoy para recibir visitas. - Fue mordaz. - Dígale que por favor se retire.

-Entendido, señorita. 

Tras escuchar la respuesta de su secretaria, algo se accionó en su mente, por lo que de inmediato se golpeó la frente, pulsando el botón antes de hablar.

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