CAPÍTULO 16

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-Afuera había música y nadie más que tú me escuchó. Pero bien, de acuerdo, sí, tuve un sexo alucinante anoche y no me canso, necesito otra víctim... - Las palabras quedaron prisioneras en su boca cuando uno de los cubículos se abrió, mostrando la presencia de aquella mujer causante de su ansiedad.

¿Resumen del momento? Tensión.

-Bien Saavs, creo que mejor voy a darle tu recado a Rosario. - Le comentó Tess, tratando de aligerar el ambiente.

-¿Rosario? ¿Qué Rosario? - Preguntó la aludida, que parecía más interesada en ver cómo la modelo enjuagaba sus manos.

-El que rezaré por ti, chaito. - Soltó antes de marcharse sin esperar respuesta, aunque Tatiana no se la daría, había algo más importante que llamaba su atención. 

La modelo la había escuchado. 

-Escucha... Sobre lo que acabas de oír quiero que sepas que... - Hizo el intento de explicar, pero pareció no ser relevante.

-¿Qué te hace pensar que necesito una explicación?

Aquella respuesta la hizo parpadear confusa, cayendo en cuenta que tenía razón, ella no tenía que explicar nada, pero entonces ¿por qué esa necesidad de hacerlo?

-Es cierto, tal vez no la necesitas pero al menos quiero disculparme, no quería que lo escucharas. 

La modelo bufó, secando sus manos con el dispensador de aire.

-No te preocupes. - Hizo el ademán de irse, pero Tatiana sostuvo su muñeca.

-¿A qué estás jugando? ¿De verdad no te importa? 

Aquella pregunta hizo que la modelo enviara al demonio su plan inicial de mostrarse indiferente, así que se zafó de su agarre, conectando su mirada con la de la fotógrafa.

-¿Importarme qué? ¿Saber que eres una descarada? ¿Una jodida cínica que puede estar un minuto con una y al siguiente ir a revolcarte con otra? Dime mejor a qué juegas tú, Tatiana. Porque evidentemente tienes gran trayectoria en llevar víctimas a tu cama, lo que no sabía es que tu insatisfacción personal es tan grande, que necesitas ser promiscua para sentirte valorada. - Disparó sus palabras furiosa. -¿Sabes qué? ¡Ni siquiera me interesa lo que hagas con tu asquerosa vida! Lo único que te dejaré claro es que no pienso ser parte de tu momentánea colección.

-¡Yo a ti no te veo como parte de mi colección! De ser así, ¡desde el primer día me habría acostado contigo! - Estalló la fotógrafa. - No tienes ningún derecho en hablar de mi vida como si la conocieras, porque no tienes ni una jodida idea de nada. Además, te recuerdo que en ningún momento te prometí fidelidad, así que estoy en el derecho de acostarme con quien me dé mi puta gana y no decirte nada. - Se acercó, haciendo que la modelo diera un paso atrás. - Por tu bien, no te confundas.

-¡Por mi bien una mierda! Debes tener algún maldito problema mental por tratarme como si fuera alguien especial y luego nadie. ¡Odio tu intermitencia!

-¡Y yo te odio a ti por desordenar mi vida! - Espetó, sujetando sus brazos. - ¿Acaso no te das cuenta? ¿No ves que me asusta como la mierda lo que siento cuando estoy contigo?

-Sí, claro... Y ahora me dirás que por eso buscas auxilio en otras, ¿no? - Fue sarcástica, debía mantener sus defensas, aunque aquellas palabras y la cercanía de aquella idiota le tenían el alma temblando. - No puedo con esta estupidez. - Hizo el amago de alejarse, pero la fotógrafa la retuvo.

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