El destino te pone en el mismo camino que a otra persona, pero depende de ambas caminar juntas.
Una de ellas no creía en su capacidad de amar. La otra tenía demasiados problemas como para sufrir también por amor.
Lo que ellas ignoraban, es que has...
La fotógrafa finalmente aparcó el auto y apoyó su frente en el volante. Noté cómo tomó una bocanada de aire y lo liberó con lentitud. Su cabello aún goteaba y de un momento a otro, empezó a estornudar.
-Salud.
-Gracias. - Respondió en la misma posición, hasta que se incorporó. - Vamos dentro. - Bajó del auto y yo aún batallaba por querer irme de aquí también, pero no tenía caso, era tan testaruda como yo y justo ahora, no tenía muchas opciones.
Ni siquiera noté cuando se acercó a abrirme la puerta. - El coche no es necesario. Llevaremos únicamente lo que sea útil para esta noche porque no quiero volver a bajar. - Volvió a estornudar.
-Debes tomar algo para eso.
Asintió. - Dentro prepararé un té o algo así. - Dijo despreocupada y tomó la pañalera junto a mi cartera, más su bolso y nuestros móviles.
- ¿Te ayudo?
-No. Tú sólo encargate de tu hija. - Respondió accionando los seguros del auto y sonreí sin humor.
-Toda una mandona. - Solté cuando pensé estar a una distancia segura de sus oídos.
Una vez en el ascensor, accionó el piso 52 y cuando finalmente las puertas se abrieron, me obligue a mantener mi mandíbula en su sitio. Aquel lugar gritaba lujo en cada rincón. La seguí por un corto pasillo hasta una puerta muy moderna que no tardó en abrir, invitandome a pasar.
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-Sígueme. - Dijo atravesando el pasillo con naturalidad. - Ésta será tu habitación esta noche. Allí está el baño. - Señaló una puerta a la izquierda antes de dejar mis cosas sobre la cama. - Iré a buscar algo de ropa para ti.
-No. No es necesario. Usaré la misma. - Lo último que quería era utilizar su ropa.
- Lo mejor es que traiga algo para ti. - Habló autoritaria y puse los ojos en blanco mientras colocaba a Chloe sobre la cama.
-¿Por qué eres así? ¿No puedes simplemente dejar de llevarme la contraria? - Pregunté viéndola.
-No, porque soy una mandona. - Respondió con simpleza antes de dejarme sola.
Nota mental: No vuelvas a subestimar su poder auditivo.
Tatiana Saavedra POV
Reproduje en mi mente cada uno de los sucesos que me trajeron hasta aquí... ¡Con ellas!
No lo podía creer pero esta noche estaba siendo todo lo contrario a como la había imaginado.
Creo que mejor hubiese sido dejarlas sanas y salvas en un hotel. ¿Cómo se me ocurrió traerlas a mi casa?
