CAPÍTULO 18

107 14 10
                                    


Había sido un impacto muy fuerte volver a ver a aquella mujer. Los recuerdos de hace tantos años pasaron por su mente, todos y cada uno de ellos, haciendo más amargo aquel encuentro. Salió rápidamente del set porque sentía que se estaba ahogando, no podía soportar ni un minuto más allí y cuando pensó que podía respirar para liberar toda la tensión acumulada, aquella mujer la había detenido. Su tacto no provocó esa corriente eléctrica de la que muchos narran, no, todo lo contrario, sintió aquel tacto adormecer su brazo, como si hormigas caminaran sobre él, apagando lentamente las sensaciones sobre aquel pedazo de piel. 

Tuvo que pasar un trago amargo antes de plantarle cara a ella, a la única persona que conoció su lado amoroso, puro y... Estúpido.

A veces pensamos que algo no ocurrirá porque las probabilidades son escasas. ¿Por qué siempre subestimamos ese uno en un millón?  

Pensó que no volvería a verla y ¡sorpresa! Allí estaba ella, en el mismo país, cara a cara y por si no fuese suficiente, en su propio estudio de fotografía.

Dejemos de dar las cosas por sentado, o puede que el destino se encargue de sentarnos.

-¡Maldición! ¡No puedo creer que ésto esté sucediendo! - Exclamó la fotógrafa con evidente molestia, tratando de encender su móvil.

-Vaya... El espíritu gruñón te poseyó más temprano hoy. - Respondió su amiga cruzando sus piernas y mirando sus uñas con una mueca burlona.

-¡Mierda! - Volvió a gruñir por sus fallidos intentos. - Tess... ¿Serías tan amable de cerrar la boca? ¡Este jodido aparato no funciona! - Lo arrojó sobre su escritorio, presionando bruscamente el botón de encendido por enésima vez.

-Pues pide otro. En menos de diez minutos se resuelve tu problema. - Respondió tranquila, con una sonrisa.

La fotógrafa la fulminó con la mirada. - ¡Mi problema es la información que está allí retenida! - Apoyó sus codos sobre el escritorio antes de esconder su rostro entre sus manos y resoplar. - Y mis fotos...- Dijo en un hilo de voz, recordando todas las fotografías que había tomado últimamente.

-¿Recuerdas la existencia de algo llamado "la nube"? Te lo mencioné en algún momento y lo tomaste como pérdida de tiempo. ¿Ahora quién perdió? - Cuestionó Tess en tono de "te lo dije".

- No me estreses más de lo que estoy, por favor. - Clamó sin paciencia. - ¡De verdad es un gran problema! Y dentro de poco debo ir a tomar las jodidas fotografías para el jodido elenco que por cierto, no pudieron elegir un lugar más cercano, no, debo atravesar la jodida ciudad y aún no me informan si está todo listo. Terminaré demasiado tarde. - Dijo abatida, resoplando. - Además... Tengo que verle nuevamente la cara a ella, ¿no te parece algo increíble? Tantas agencias en el mundo y vienen a parar aquí. No puedo creer que ahora ni siquiera... - Dejó de hablar al notar la expresión tan divertida de su amiga y entrecerró sus ojos con molestia. - ¿Tengo un jodido payaso entre ceja y ceja haciéndote morisquetas o qué?

Ésta vez Tess sí se permitió reír, haciendo que la fotógrafa levantara sus cejas, con gesto desconcertado. Pero mayor fue su sorpresa cuando Tess riendo, empezó a llorar.

-Estás preocupándome. ¿Qué te sucede?- Le dio toda su atención. - No me digas que tienes alguna especie de adicción y justo ahora estás bajo el efecto de alguna droga.

-Jamás haría algo así... - Respiró profundamente, había algo en su tono que Tatiana no lograba descifrar. - Y mucho menos ahora.

-¿De qué demonios hablas? - Preguntó pero no recibió respuesta, Tess solo sonreía con sus ojos brillando de emoción. - ¿Tess..?

DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora