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-Oye TaeTae...

Después de que JungKook abandonará el hogar de los Jeon, no pasó mucho para que el niño se acabará su desayuno y salieran a prisas para poder llegar a la escuela del menor. Eso sí, en el camino, ambos fueron planificando todas las letras del abecedario en planes para que la maestra de SooBin no los regresará apenas los viera.

TaeHyung mantenía un agarre suave en sus manos entrelazadas con el pequeño, dándole apretoncitos para que viera que sí le estaba prestando atención, como ahorita ante el llamado del niño.

-¿Qué pasa, Binnie?

-Mm... -SooBin dudo unos momentos, realmente no sabía si meterse o no en algo que presentía que era un tema de adultos, pero estaba tan preocupado que tenía que calmar ese sentimiento a como fuera. -¿Por qué papá y tú estaban extraños? -TaeHyung lo miró confundido, a lo que el menor se apresuró a darse a entender. - ¡O-O sea, hoy papá no hizo ningún comentario a Suzy! ¡Y-Y Hyung lo miraba triste está mañana!

TaeHyung no supo cómo reaccionar ante el cuestionamiento de SooBin. Sabía que el pequeño era inteligente e incluso observador, pero jamás pensó que pudiera darse cuenta, apenas pasado un día, lo extraños que JungKook y él estaban.

Con tono nervioso, intento responderle de alguna forma en que el menor no se preocupara más. -¿Qué dices, pequeño? ¡Estamos como siempre! -sonrió para calmar al niño. - Solo que hoy no tuvimos tiempo para hablar.

Realmente no sabía si lo que dijo tuvo sentido, pero esperaba que para SooBin sí lo tuviera.

El pequeño Jeon se mantuvo en silencio ante la respuesta de su niñero, intercalaba su mirada entre él y el suelo, intentando creer lo que le había dicho pero sin hacerlo del todo. Miro una vez más a su niñero, está vez dispuesto a averiguar o al menos arreglar lo que había pasado entre esas dos personas que él tanto quería, porque sí, no quería verlos tristes ni mucho menos separados.

Finalmente habían llegado a la escuela, en donde TaeHyung tuvo que dar una excusa, digna de un actor, para que le creyeran que el niño había tenido un gran percance como para no haber llegado temprano. Obviamente, creyeron sus dotes actorales y dejaron que SooBin entrará a clases incluso con justificante para que no le afectará al niño.

-¡Vendré por ti más tarde, cuídate! -se despidió de SooBin con una sonrisa, la cuál fue desapareciendo poco a poco cuando el menor se había girado para entrar al instituto. -Ah... -suspiró- No pensé que esto fuera tan difícil...

° ° ° 👔 ° ° °

Esta ultima semana, especialmente ayer, han hecho sentir a JungKook como un idiota y ciego en potencia. En serio, se sentía tan estúpido, baboso, idiota, inútil, imbécil, tonto, desgraciado, infeliz insensible, pend...

-Jungkook. -una voz bastante conocida le interrumpió su sesión de autodesprecio llamándolo por detrás.

Antes esa voz podría causarle felicidad, pero ahora casi podía jurar que en esa voz había una que otra intención ilegal hacia su persona.

Con una excesiva lentitud, JungKook se giro hacia su mejor amigo -en estas cirscunstancias, ya ni siquiera sabía si tenía el derecho de llamarlo de tal manera-, notando de buenas a primeras que el hombre no le sonreía y que, de hecho podía notar algún tipo de rencor a su alrededor, casi como si el rencor fuera su aura predeterminada.

Y a decir verdad, él mismo estaba de acuerdo en tener ese rencor en su persona. Reconocía -aunque no abiertamente- que en su adolescencia-casi-juventud cometió muchísimos errores con sus personas queridas de aquel entonces. Le dolía. Le dolía y también la culpa le carcomía por dentro. Había tantas cosas que hacían a JungKook querer hacerse chiquito en algún rinconcito y quedarse ahí toda su vida, teniendo miedo de enfrentar sus errores e inseguridades.

¡Papá! ||| KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora