El corto trayecto hacia su hogar había sido en silencio después de esa pequeña charla con YoonGi, provocando que llegará más dormido que despierto a su destino.
-TaeHyung... Despierta... -escuchaba entre sueños una voz suave, mientras era movido con delicadeza.
Abrió sus ojos lentamente, y lo primero que se encontró fueron las calles de su vecindario estando dormidas, con unas pocas luces reluciendo en algunos departamentos. Su mirada, borrosa por el sueño, se desvió hacia YoonGi y solamente le sonrió a forma de agradecimiento, antes de bajar del coche.
-Gracias por traerme -agradeció una vez fuera, y se situó a un lado de él, ya que tenía la ventana abajo.
-No fue nada -hizo un ademán, con una ligera sonrisa en sus labios-. ¿Irás mañana con JungKook? -quiso saber, teniendo mucha curiosidad al respecto.
La mirada de TaeHyung se desvió hacia cualquier lugar menos los ojos de YoonGi, sin saber qué responderle. Se abrazó a sí mismo, mientras intentaba pensar en alguna respuesta. Hoy había ido con JungKook con un propósito, que fue entregarle sus medicamentos -y un pastel, pero eso es sólo un pequeño detalle- ¿pero, mañana a qué iría, exactamente? Ya no trabajaba ahí, y si bien los cosas entre ellos no estaban en un mal momento, tampoco podía decir que ya eran cercanos de nuevo, como para visitarlo por cuenta propia sin sentir que su presencia era una molestia.
-¿Crees que me necesite para algo? -preguntó, una vez que no pudo encontrar una respuesta por sí mismo.
Habían estado tanto tiempo separados, que creía innecesaria que su persona en la vida de JungKook. Él había llegado a su vida en busca de conseguir el trabajo como niñero de SooBin, pero ahora no tenía esa excusa, y no podía encontrar una nueva, así que, no veía la razón de estar ahí, por mucho que su corazón preocupado quisiera saber más de JungKook.
-... -YoonGi lo miro unos momentos, con el impulso de sonreír con picardía, pero en cambio, solamente dejo salir una risita traviesa-Él estará feliz con el simple hecho de verte ahí, TaeHyung.
El niñero, confundido y sin entender de todo el significado no tan oculto en las palabras de YoonGi, se sonrojo por lo que escuchaba, aún si no podía ver la verdad detrás de sus palabras. Lo único que podía entender, y estaba bien con ello, era saber que su presencia al menos no le causaba ningún malestar a JungKook. Podía sentir como un peso se le iba de los hombros, y en cambio, su corazón se empezó a sentir más tranquilo.
-Mm... Tal vez iré. Podría ayudarlo con Binnie, si quiere... -divagó, jugueteando con sus manos.
Se abstuvo de mencionar la posibilidad de no hacerlo, ya que ni él mismo sabía si está, en primer lugar, existía por completo. Estaba tan confundido, y abrumado de cómo había sido su reencuentro con JungKook, que en estos momentos sentía que necesitaba un respiro, pensar, y volver a respirar para aceptar que se habían vuelto a ver, y tal vez después de todo ese procedimiento, pueda sentarse a pensar con tranquilidad sobre qué hacer con él, sobre qué hacer ahora con que ahora pareciera que la vida los unía de nuevo, y esta vez sin escapatoria.
-Haz lo que te parezca mejor, Tae -aconsejó, intentando ser una ayuda para el niñero. No decía mucho, pero insinuaba lo suficiente como para que TaeHyung bajará la cabeza y asintiera, comprendiendo sus palabras-. Bueno... Si no tenemos nada más que decir, yo me despido. Tengo que dormir al menos cinco horas para no sentirme muerto en el trabajo.
Kim soltó una risita, y alzó la cabeza para poder despedirse correctamente de YoonGi.
-Cuídate y... No seas tan duro con JiMin -a pesar de todo, abogó por su mejor amigo.
-Él es el que está enojado conmigo, no yo con él -a pesar del tono neutral en su voz, se podía apreciar que el tema lo tenía impotente. No quiso profundizar más en el tema, por lo que cambió la dirección de la compasión hacia otra persona:-... Lo mismo digo contigo, supongo.
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¡Papá! ||| KookTae
FanfictionJungKook, un hombre de veintiocho años, viudo y con un precioso hijo de cuatro años viviendo solos en una pequeña casa que tenía todas las comodidades. No había ningún problema en realidad, todo estaba en orden en la vida de Jeon hasta que surge un...