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Los brazos de JungKook fue lo primero que recibió cuando la puerta fue abierta. Él no había dudado ni un segundo en lanzarse a abrazarlo, sintiéndose demasiado vulnerable en este momento, queriendo encontrar algún consuelo en alguna parte. Sentía que había actuado por impulso, que sus labios habían decidido actuar por su propia cuenta sin consultárselo, pero tampoco se sentía mal de haberlo hecho, es más, sentía que por fin había dejado caer un gran peso de sus hombros. No era su primera pelea en todos sus años de amistad, claro que no, pero sin lugar a dudas era la más fuerte que ambos habían tenido; en todas ellas, JungKook era el tablero que recibía los dardos.

Después de la preparatoria, podría decirse que su amistad se volvió algo... Difícil, cuestionable. Se habían alejado considerablemente después de terminar el ciclo escolar, cada quien teniendo que dirigir su atención a una carrera universitaria y eso, necesito la mayor parte del  tiempo de ambls como para verse, algo totalmente normal, sin embargo, en ese tiempo SeokJin era bastante descuidado y terminaba ignorando a JungKook hizo, esto incluso sucedía en presencia de la pareja del otro en ese entonces, ocasionando que siempre terminarán con una que otra agresión verbal de parte del otro.

Ambos habían tomado caminos distintos, por lo cual, su amistad se descuido. Las cosas habían cambiado, todo su entorno lo había hecho, pero no habían estado presentes en la vida del otro como para acostumbrarse que ya no eran aquellos chicos de preparatoria. Podría decirse que, en cierta parte, jamás aceptaron el cambio, y prefirieron seguir como antes, sin tener en cuenta cuánto habían cambiado. 

—¿Ya estás más tranquilo? —preguntó YoonGi, con suavidad para no alterarlo.

—Sí... —se alejó de los brazos de su amigo para poder quitarse la humedad en sus mejillas, mientras decía: —Perdonenme los dos, no tenían que ver eso —soltó una risita, que más que una, parecía un sollozo.

TaeHyung y YoonGi se miraron, teniendo el mismo pensamiento flotando por sus mentes: no te preocupes, JungKook. Ambos fueron detrás de él, siguiéndolo cuando se fue a pasos tranquilos hacia la cocina; YoonGi se aseguró de cerrar la puerta, mientras que TaeHyung iba cuidando que aquellos pasos tambaleantes pudieran llegar sanos y salvos a su destino. No tardaron demasiado en llegar, en dónde JungKook se dejó caer en una de las sillas, con el rostro rojizo y sus ojos tan llorosos como si quisiera llorar de nuevo.

YoonGi soltó un disimulado suspiro, y el niñero hizo un suave puchero. Mientras que Min ya llevaba varias veces en la que lo veía en tal estado, para TaeHyung era la primera vez en su vida que lo veía así, tan destruido y perdido en su propia tormenta.

—Te traje algo de cenar —avisó, a la vez que se sentaba a la izquierda de JungKook.

El niñero siguió sus pasos, solo con la diferencia de situarse a la derecha de Jeon. 

—... No tengo- —por impulso, o tal vez costumbre, JungKook iba a mencionar su evidente falta de apetito, pero se corrigió inmediatamente y prefiero agradecer—, gracias... ¿No es demasiado comida? —preguntó, después de acercar la bolsa de comida a sí mismo y poder echarle un vistazo a su interior, viendo mucho alimento solo para dos personas.

Su voz se escuchaba algo raspada, por lo que evitaba decir más de lo necesario, también para no tener la vergüenza de sentir que se le quiebra su propia voz por estar demasiado sensible. Empezaba a sentirse algo frustrado, no con alguien en específico, sino más bien consigo mismo. Hace tan solo unos momentos estaba pasándola bien, estaba feliz hablando con TaeHyung, pero ahora, como si hubieran destruido una presa con mucha agua, sus emociones se sentían desbordar por todos lados, sin control alguno.

Al parecer, su tristeza se asemejaba a una marea: tan tranquila e insignificante, pero tan fuerte y peligrosa en tan solo unos pocos instantes.

—... Traje comida para tres personas, pensando en SooBin —alcanzó a escuchar a YoonGi explicándole sus razones para traer tanta comida, algo perdido por estar en metido en sus pensamientos—pero, dudo mucho que le guste lo que traje. ¿Dónde esta, por cierto?

¡Papá! ||| KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora