TaeHyung, sin darse cuenta, hizo un puchero cuando la puerta fue cerrada frente a él, y mientras bajaba los pocos escalones que había en la entrada dió una mirada por sobre su hombro al hogar de los Jeon, sus ojitos brillando de preocupación por la persona que lo había despedido.
Había sido discreto a la hora de evadir su pregunta, pero no lo suficiente para que TaeHyung lo dejara pasar.
El niñero suspiró, la preocupación calandole demasiado en los huesos como para ignorarla.
Mientras caminaba con intenciones de regresar a su casa, se dió cuenta que realmente no tenía ánimos de estar solo en su hogar, así que cuando paso cerca de su complejo de departamentos, simplemente paso de largo y cambio su dirección hacia la casa de su mejor amigo, que quedaba a unas cuantas cuadras lejos de su departamento.
Por alguna razón, después de ver a JungKook, sentía que estaba arrastrando algún sentimiento de soledad que no era suyo.
Aunque no quisiera, lo único que tenía en mente era a JungKook. Simplemente, no podía pensar en otra cosa que no fuera él y su aura de tristeza que lo acompañaba.
-Uff... -solto un bufido, al recibir de lleno y con los brazos desnudos, el frío aire del anochecer.
A pesar de que su mirada iba embelesada con los tonos azules que le ofrecía la noche, sus pensamientos estaban totalmente alejados de la vista que observaba. No podía evitar relacionar la pregunta "¿desde cuándo?" cada vez que pensaba en JungKook. ¿Desde cuándo estaba así? ¿Desde cuándo empezó a verse tan cansado? ¿Desde cuándo su piel se era más pálida?... ¿Desde cuándo se veía tan triste? TaeHyung frunció un poco al ceño, insatisfecho con el hecho de que, no importa cuántas vueltas le dé a las preguntas, no conseguía una respuesta y la única que llegaba a pensar, no le agradaba del todo.
¿Había sido causado por él?
TaeHyung sintió un escalofrío y negó con su cabeza ante su propio pensamiento. Se negaba, o más bien, no quería pensar que él tuvo que ver con el estado actual de su ex jefe, ya que tampoco quería adjuntarse tanta importancia a su presencia, pero... De todas las cosas en las que pensaba que podrían causar una reacción así en JungKook, la mayoría se relacionaban a su renuncia hace dos meses: ¿Estrés por no tener un niñero para su hijo? Su renuncia lo ocasionó, sin duda alguna. ¿El, aparente, mal estado emocional de SooBin? Sip, empezaba a creer que fue gracias a él. Todo lo que se le ocurría, tenía como punto de partida su renuncia y eso lo tenía algo mal.
Para empezar, tenía una pregunta que se repetía una y otra vez en su mente: ¿quién estuvo con JungKook todo este tiempo? No podía evitar preguntárselo, menos cuando ahora está más que consciente de lo importante que es tener alguna compañía, algún apoyo, cuando se pasa por este estilo de situaciones, así que... ¿Quien le tendió la mano a JungKook?
Ahora, con esta incógnita presente, más dudas se creaban. ¿Lo que alguna vez le dijo SeokJin, su primo, fue cierto? Esa vez, después de dos semanas de haber renunciado, que le pregunto a su primo qué tal estaban JungKook y su hijo, y él había respondido con algo de incomodidad que todo iba bien... ¿Fue una mentira? ¿Y si esa incomodidad no se debía ha no querer sacar el tema frente a él, sino ha que no le hablaba?
TaeHyung frunció el ceño, ahora ya algo molesto gracias a sus propias ideas. Suspiró para aliviar ese sentimiento, y para cuándo se dió cuenta, ya estaba subiendo las escaleras hacia el departamento de su mejor amigo, con el cuerpo doliendole gracias al frío que había estado sintiendo y ni cuenta se había dado.
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¡Papá! ||| KookTae
FanfictionJungKook, un hombre de veintiocho años, viudo y con un precioso hijo de cuatro años viviendo solos en una pequeña casa que tenía todas las comodidades. No había ningún problema en realidad, todo estaba en orden en la vida de Jeon hasta que surge un...