Su corazón latía desbocado, incluso una extraña sensación estaba habitando su estómago; se sentía casi como un adolescente.
-¿Oh? ¿Por qué mi hijo sonríe tanto? -la voz de su madre lo trajo de vuelta a la realidad, viéndose algo feliz mientras llevaba dos tazas de porcelana en sus manos.
JungKook espero con paciencia a qué su madre se sentará a su lado, acepto el té que le ofreció y le dió unos cuantos sorbos antes de confesarle a su madre lo que le había ayudado a descubrir con su anterior pregunta.
-Mamá... Creo que sí me gusta TaeHyung -revelo y sin querer ocasionó que su madre se ahogara con su propia bebida.
Con rapidez, JungKook palmeo la espalda de su madre para ayudarle a quitarle la tos, su señal de parar fue la mano y la sonrisa de su progenitora indicándole que todo estaba bien.
-Perdón, me lo esperaba pero aún así me sorprendió -tosio un poquito más-. Así que, ¿crees?
-Me gusta TaeHyung -cambio la oración por una más segura- pero... ¿De qué me sirve saber esto? No es que pudiera o vaya a hacer algo.
Oh, mi tonto hijo.
-Sí que vas a hacer algo, hijo, pero lo vas a hacer por y para ti.
-¿Disculpa...? -estaba confundido, sin entender a qué se refería su madre.
SeonMin giro sus ojos con una sonrisa, dió un sorbo y hablo:
-Saber que te gusta TaeHyung sirve para que ya por fin puedas encontrar el camino, de que puedas perdonar tu pasado y avances hacia adelante.
Tenía que hacerle entender a su hijo que, el saber que te gusta alguien no significa que ya tengas que hacer algo con o por esa persona, simplemente es una forma de entenderse a uno mismo: aceptarlo y hacer una acción son cosas distintas. En este caso, por ejemplo, probablemente su hijo no quiera o no pueda hacer algo, pero eso no quiere decir que no puede sentirse mejor al estar consciente de sus propios sentimientos; así es como realmente funciona.
JungKook tomo unos sorbos de su té, sin decir nada, pero sin ser realmente necesario al ver que sus ojos eran lo suficientemente expresivos como para poderse ver la confusión que estaba teniendo.
-Lo que quiero decir, hijo, es que ahorita tienes un corazón roto y... Arrepentido -explico-. Tu corazón roto viene del hecho de saber, consciente o inconscientemente, que no podías estar con TaeHyung por el pasado que hay, y tú corazón arrepentido es por estar al tanto de lo que ocurrió en el pasado, que por lo que entiendo, no fue todo tu culpa.
-Haber cortado con él de manera tan fría sí fue mi culpa -declaro, estando más tranquilo de la situación al estar consciente de sus sentimientos recién descubiertos.
-Lo fue -SeonMin acepto, viendo esa pequeña e imperceptible mueca de su hijo- pero eras un inexperto, no lo justifica pero puede llegar a ser entendible; era tu primera relación, estaba claro que no sabías cómo tratar a las personas en ese sentido.
JungKook lo pensó unos momentos y pudo llegar a concordar. Era obvio que su sinceridad termino siendo poco empática al ser tan directo, sin embargo, ¿era realmente correcto o sano culparse hoy en día por su inexperiencia, en aquel entonces? Probablemente, no lo era.
-Bueno, ¿y ocultar nuestra relación? Sí yo no le hubiera pedido eso, él se habría ahorrado muchos problemas -argumento.
-Tenías miedo -dijo, su mirada haciéndose triste unos segundos- y como digo, era tu primera relación, esperar que el primer amor sea perfecto es imposible.
Madre e hijo quedaron en silencio, ambos bebiendo de vez en cuando sus bebidas, cada uno con sus propios pensamientos pero, sin duda alguna, la mente de JungKook era la más revoltosa en estos momentos, pensando, entendiendo y conectando tantas cosas que él mismo se sentía algo abrumado.
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¡Papá! ||| KookTae
FanfictionJungKook, un hombre de veintiocho años, viudo y con un precioso hijo de cuatro años viviendo solos en una pequeña casa que tenía todas las comodidades. No había ningún problema en realidad, todo estaba en orden en la vida de Jeon hasta que surge un...