¡Papá! ||| KookTae

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JungKook se encontraba algo ansioso desde que había dejado a su hijo con el cuidador, cada tanto revisaba su celular de manera superficial solo para confirmar que, si TaeHyung no le había llamado casi llorando y asustado porque le pasó algo a su hijo, era porque todo estaba en perfectas condiciones. Sí, tal vez era algo dramático e incluso exagerado pero en su defensa era su primera vez en dejar a su hijo con alguien que lo cuidara.

—Hombre, cálmate. De seguro tu hijo y el chico ese deben de estar cantando Barney en estos momentos y tú aquí todo sin uñas por la "preocupación". — habló SeokJin ya un poco fastidiado del estado de su amigo.

— "El chico ese" se llama TaeHyung. — dijo con recelo ante el regaño de su mayor — En mi defensa es la primera vez en la que dejó a mi niño con otra persona.

— Y está bien pero estás a nada de ir a tu casa y preguntarle a TaeHyung — recalcó el nombre — mil cosas como si hubiera asesinado a alguien el pobre.

JungKook rodó los ojos ante las palabras de su mejor amigo, lo estaba haciendo quedar como un padre sobreprotector cuando claramente solo quiere saber su si hijo está bien, si ya comió, si le fue bien en la escuela o si ya está haciendo los deberes. Simplemente eran preocupaciones básicas de cualquier padre.

— A todo esto... ¿Se llama TaeHyung? — preguntó interesado, JungKook asintió mientras dejaba de ver su teléfono y por fin se ponía a comer. —  Curioso, así se llama mi primo.

— He estado muchísimas veces en tu casa en todos estos años y nunca me dijiste de un tal TaeHyung... — con sus palillos tomo un poco de su comida y la llevo a su boca para masticarla — Además, TaeHyungs hay muchos.

SeokJin asintió dándole la razón.

— Sabes... — el azabache le miró haciéndole saber que tenía toda su atención — Él se me hace demasiado conocido.

— ¿Conocido? ¿Por qué?

— ¡Me gustaría saber lo mismo! — exclamó realmente frustrado de no poder recordarle — Estoy casi seguro que en alguna parte de mi vida fue importante pero no sé en cuál...

El más alto frunció levemente el ceño antes de encogerse de hombros y seguir comiendo, sin embargo, no paró de hablarle a su mejor amigo.

— Te llevo conociendo casi doce años y lo más relevante que hiciste en tu adolescencia, aparte de fracturarte un brazo, fue tener novio o lo que sea que tuviste con él... — dijo como si se tratará de acordarse de esas épocas. — Él cual nunca me presentaste porque decías que no estabas seguro si lo que tenían era en serio, pero al menos recuerdo que me dijiste que tenía una sonrisa inolvidable... También me habías dicho que él atraía los animales o algo así.

JungKook sonrió nostálgico al recordar lo que su amigo iba diciendo. Aunque su adolescencia no fue la mejor etapa de su vida, nunca podría olvidar aquella vez en la que se fracturó un brazo por querer enseñarle a trepar un árbol al chico que le gustaba en ese entonces, o también aquella vez en la que declaró su amor por el mismo chico y éste le correspondió con una de esas preciosas y singulares sonrisas que solo él tenía. Sí, fácilmente podría decir que su mejor amigo y ese chico mejoraron mil veces su adolescencia.

— ¿Recuerdas si te dije como se llamaba? — preguntó en voz bajita. Ciertamente sentía culpa al haber olvidado el nombre de su primer amor.

— La verdad no... Después de que me dijiste que lo dejaste por JooHyun ya no me dejaste averiguar nada del chico. — dijo con pesar. Él siempre quiso conocer al misterioso amor de adolescencia que tantas veces su menor le había presumido.

JooHyun, una hermosa mujer que conoció en su último año de preparatoria y que con el paso de los años se convirtió en su esposa y la madre de su hijo. Cuando la conoció, ciertamente, estaba con ese chico de hermosa sonrisa y hubiera seguido a su lado si el latir de su corazón no se hubiera desviado de su camino y se guiará hacia esa chica de larga melena y ojos azabaches hermosos. Le daba culpa pensar  en él y como terminaron las cosas pero definitivamente no se arrepentiría de tomar esa desición otra vez con tal de tener a su hijo a su lado.