Christian
Tome aire una vez más dejando caer la vara en el trasero de Leila, por momentos era capaz de enloquecerme de una manera enferma tenia calmarme debía buscar la tranquilidad, pero siempre buscaba desagiarme.
otro golpe.
otro.
otro.
y otro.
mierda.
solte un gruñido aferrandome a la barra inflando mi pecho para poder dar el último golpe hasta que una claridad me desconcentro seguido de una presencia, una chica pálida, la preciosa y terca chica pálida.
— ¡Mierda! Anastasia.
solte la vara corriendo hasta la puerta abriendo esta buscando con la mirada Anastasia, hasta que la voz de Leila me recordó su presencia.
— Carajo, carajo, carajo, carajo.
quite las ataduras de sus pies y sus muñecas la ayude a llegar a la cama era consiente que mis movimientos era bruscos y acelerados. En cuanto la puse contra la cama y corrí hacia la puerta bajando las escaleras deprisa.
— Anastasia.
Las puertas comenzaron a moverse y por más rápido que corrí las puertas del ascensor se cerraron perdiendo a Anastasia, mi puño impacto contra la puerta del ascensor ¡carajo! tome el borde de la mesa arrojándola aún lado, pase las manos por mi rostro hasta mi cabello jalando de este. Camine de regreso al cuarto rojo Leila estaba de pie junto a la cama seguía furioso con ella.
— Lárgate y vete a tu habitación donde quieras, pero no quiero verte.
Segui mi camino hasta mi habitación quitando los jeans junto a mi bóxer camine a la regadera colocandome bajo la cascada de agua fría tomando aire por unos segundos, salí enseguida tomando mi teléfono para llamar a mi hermano y después Welch contesto al segundo tono, fui directo al punto.
— Anastasia Steele necesito toda la información que puedas darme de ella lo más minino hasta la fecha de nacimiento.
— Entendido, señor Grey.
— lo quiero en una hora.
termine la llamada arrojando mi celular a la cama tomando mi ropa terminando de vestir en minutos, tome lo necesario para salir de mi apartamento. Anastasia, Anastasia... eres una jodida jaqueca.
Jodida jaqueca.Anastasia
Pase mis dedos por mis cabellos mordiendo mi labio inferior mis dedos se enterraban en mi cabeza cada vez que recordaba aquella imagen, trague saliva agitada, apreté mis labios el rosto de la chica estaba en un rojo vivo y Christian parecía tan perturbado, pero aliviado de una forma como cuando observas a un artista hacer una pintura o escultura por esos breves segundos fui capaz de ver la inspiración en sus ojos.
— Amor te agradezco por planear esto.
— Solo quiero disculparme con tus padres.
Elliot se arrodillo tomando mis manos dejando dulces besos en mis nudillos acariciando estas suavemente.
— La relación con mi hermano siempre fue... extraña.
— No se llevan bien ¿cierto?
— Quiero tanto a mi hermano solo que cuando el llego a casa fue difícil por un momento deje de sentir que los problemas o los sentimientos que tenían dejaron de importar, mis padres fueron buenos solo que Christian necesitaba más atención de la que yo necesitaba.
— Elliot...
— No, amor no me mal entiendas desde el momento en que Christian llegó a esta casa lo ame tanto yo quise protegerlo más que nada hasta que llego Mía claro. — sonrió colocando mis manos en su mejilla dejando besos en mis palmas. — después Christian fue tomando su camino se fue alejando y por un momento sentí que estábamos en una especie de competencia, por tener la mejor calificación o el mejor trabajo. — su sonrisa se volvió más grande poniéndose de pie arrastrándome con el acariciando mis mejillas dejando un dulce beso en mi frente bajando hasta mi nariz abrazándome contra su cuerpo. — hasta que te conocí, pude sentir como lo conseguí todo a tu lado ya no necesito nada más.
— Tú me tienes siempre yo estaré aquí para ti siempre, te quiero.
— te quiero.
sonreí tomando su mano uniendo mis labios a los suyos.
— Unos días más, nos casaremos y tendremos esa luna de miel, te tendré para mi.
— Ya me tienes.
— pero me refiero de otra forma.
alce una ceja ruborizandome dándole un pequeño empujón negando aun podía recordar con diversión la primera vez que le confesé que soy virgen.
— Vamos ya que no podemos llegar tarde a un almuerzo que yo misma prepare.
tomados de la mano salimos de la habitación camiando hasta el amplio jardín en donde ya se encontraban las mesas y el banquete que había preparado, esta vez Elliot había invitado uno amigos y yo invite a Kate, Ethan y José. En cuanto bajamos todos nuestros invitados estaban esparcidos por el lugar metidos en sus conversaciones en la que más se sintieran cómodos.
Camine por el lugar mirando la puerta y enseguida sentí que me ahogaba Christian entró al jardín recorriendo el lugar con la mirada hasta que se encontró con la mia enseguida, me metí entre las personas alejándome de ahí entrando a la casa corriendo hacia la cocina. Una mano tomó mi brazo arrastrándome al almacén de la cocina.
Me apoye contra la pared Christian estaba a unos cuantos centímetros de mi pasaba sus manos por su cabello sin quitar la mirada de mi, seguía suspirando quizás buscando las palabras correctas.
— ¿Que fue lo que viste?
sabía que se esforzaba por mostrar una voz calmada es ronca y pausada sus ojos no dejaban de buscar reacción en mi, su color gris es tan intenso que lograba hacerme sentir culpable de cualquier cosa.
— ¿De verdad quieres que especifique lo que vi? ¿que pasa contigo?
— ¿Que hacías en mi casa?
— Queria disculparme por todo lo que te dije las cosas que te tire encima, pero ¿que fue todo eso? las cosas que tenia colgadas la chica ¿esta bien?
— Anastasia. — su voz era tan amenazante dio paso hacia mi apoyando su mano contra la pared acercándose cada vez más a mí dejándome sin un espacio libre. — tú no viste nada, jamas fuiste a mi casa, jamas cruzamos palabra y esto jamas sucedio.
Se acerco un poco mas moviéndose para salir de la habitación.
— No. Yo se lo que vi, tenias a esa mujer atada, la golpeabas y en tu mirada pude ver cuanto lo disfrutabas.
— Porque lo hago, Anastasia lo disfruto.
— estas enfermo.
— Tú no dirás nada.
— Quiero verlo.
— ¿Que?
— Quiero saber si lo que haces es legal
Christian sonrió regresando a la posición de antes, pero esta vez fui yo quien se acercó más a el inclinándome un poco más hacías adelante fui capaz de sentir su respiración caliente y cada vez más acelerada.
— Quiero que me pruebes que todo es legal, quiero que me enseñes la habitación, quiero que me muestres que no estas enfermo.
Christian se acerco un poco mas a mi apretando los labios, mis dientes capturaron mis labios estaba por ponerme nerviosa, pero logré recuperarme, su mirada bajo a mis labios su cuerpo se impulso hacia adelante temblando ligeramente.
— No.
— Si no lo haces saldré de aquí y les diré a todos lo que vi y algo que te aseguro es que Elliot me va a creer.
Se que hay cosas que no debimos decir ni ver, pero ya estábamos aquí mirándonos retandonos solo uno podría ganar esta jugada y no serias tú Christian Grey.________________________________________________________________
quiero agradecerles por el recibimiento tan lindo con el que tomaron esta historia.
Adoro leer sus comentarios la verdad es que son ese empujón para ser constante en la historia ¡gracias por tanto!
En unos días estaré subiendo nuevas historias y terminando otras que espero disfruten tanto como yo.
Trato de mantener tanto como puedo la esencia de los personajes, pero en algunos momentos debo ponerle un poco de lo mío para que todo se acomode tal y como lo tengo planeado.
una vez más ¡gracias! por favor no te olvides de comentar, votar y seguirme.<33
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En el espejo dos lados y un solo amor
RomanceAnastasia Steele y Elliot Grey regresan a Seattle con la emocionante noticia que unirán sus vidas en matrimonio, pero en aquella reunión con la familia Grey, conoce a Christian Grey quien pondrá en duda sus sentimientos y la forma en que veía el mun...