Capítulo 21 El palito de Luz

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Christian

¡Aaaaaaaa! ¡Mami! por favor no
– Ven aquí pequeña mierda.
Sus manos toman mi cabello, intento huir, intento alejarme ¡Mami! Ella me mira desde el sillón una vez más perdida, una vez más sin salvarme.

El hombre malo acerca su palito de luz pegandolo a mi piel.

Su voz, sus lagrimas.

Un rayo de luz comenzó a penetrar en el cristal de mis ventanas, me había pasado toda la noche reviviendo el momento en el departamento de Ana.

Mi mano se volvió un puño que dejaba completamente blanco mi piel, demasiada fuerza.

Ella y sus maldito libros.

El y su maldita forma de amarla.

Amor, todo se reducía a eso, el amor.
El intenta proteger sus sueños, ilusiones quería darle su propia historia de amor.

Mientras yo intentaba arrastrarla a este asqueroso juego, de dolor y sufrimiento, un lugar donde mi alma se había acomodado perfectamente, pero como no, la mierda se junta con la mierda.

¡Carajo!

Anastasia

Ver a Elliot de rodillas y abrazado a mis piernas me encogió el corazón, esa dulce voz, su voz que tanto extrañaba la emoción y la dulzura que ambos teníamos con el otro es lo que extrañaba de nosotros.

– Te amo, bonita.

Bonita, en todo este tiempo no me había llamado de esa forma

– Te amo, te amo, bonita. Mi bonita.

–Elliot.

Me deje caer frente a el acariciando sus mejillas dejando suaves besos por sus delicadas manos y su aroma, su aroma.

Levante la cabeza un poco topandome con unos intensos ojos grises, mi pecho se contrajo, el aire estaba por abandonar mis pulmones, hasta que dejé de verlo.

– No puedo estar sin ti, no puedo vivir sin ti Ana, eres el amor de mi vida, acepta casarte conmigo, dame la oportunidad de cumplir mis promesas de demostrarte el deseo y el amor con el que me entrego a ti. El sexo sin amor no es nada, lo sé muy bien y contigo, contigo lo será todo.

Deja salir el aire contenido y me aferre a los brazos de Elliot, me amaba, sin dudas, sin trampas, me amaba de una forma tan real que entendía que el deseo sin control me habría llegado a la locura.

Christian Grey.


Después de unas horas habíamos llegado de regreso a casa de los padres de Elliot con una explicación que los había dejado tranquilos los "problemas familiares" siempre habían sido un buen método para dar explicaciones sin tener que entrar en detalles.

– Le avisare a tu hermano, el estaba buscándolos a ambos.

– Seguramente ya contrato un detective.

Elliot se aferro a mi cintura con una enorme sonrisa, la cual devolví al instante, mordi mis labios tenía una necesidad inmensa por bañarme, aún sentía algo entre mis piernas algo que necesitaba lavar antes de que Elliot pudiera verlo.
No podía creer en la horrible situación en la que estaba, mi mente se encontraba perdida y fuera de si.

En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora