Capitulo 23 La muerte perfecta.

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Anastasia.

– Señorita Steele llego algo para usted. – Abrí la puerta viendo un enorme ramo de rosas blancas que hacían imposible poder ver a Rita, supe que era ella por el sonido de su voz.

Rita entro a la habitación dejándo las flores en la mesa de la habitación, se limpio las manos de forma alegre contemplado el hermoso obsequio, me miró entusiasmada dandome una gran sonrisa.

– Permiso Señorita.

– Gracias Rita.

Una pequeña sonrisa se asomo en mis labios, las primeras flores que Elliot me regalo fueron unos preciosos girasoles, creo que al fin recordó cual eran mi debilidad.

Tome la pequeña nota, alce las cejas y una sonrisa ilumino mi rostro acompaño de un a punzada.

"Christian Grey"

Las letras grises sobre el papel me dejaron... sin palabras, le di la vuelta a la hoja y mi corazón, mi alma, mi cuerpo entero se obligó a sentarse para no cometer una locura, para no volver a llorar debía manterme tranquila.

Oh Christian.

La puerta se abrió sobresaltadome, hice la nota bolitas en mi mano, carraspee viendo a Elliot entrar.

– Wow, es... que lindo ramo..

– Si lo es, Kate es muy detallista en estas cosas.

Elliot asintió comenzando a reír negandome después con la cabeza.

– Debió mandar girasoles.

Rei tratando de sonar convincente con aquello, Elliot se acerco tomándome de las manos.

– ¿Como te sientes?

– Estoy mejor gracias.

– Ana se que te lastime y no quiero eso, lo que sucedió no fue justo de ninguna manera.

Abrí mis labios tratando de sacar las respuestas correctas, pero no las tenía, sus ojos eran un brillo del cual disfrutaba, quería despertar con ellos cada día, mordi mis labios acariciando sus pulgares con los míos. Elliot era lo que yo había soñado desde hace años y la idea de lastimarlo, me inquietaba.

– Lo arreglamos, amor, estaremos bien todo a su paso.

– Excelente, tuve una idea, estuve pensando en alejarnos un poco de todos ¿que dices? Christian tiene una propiedad en Aspen y me gustaría que pudiéramos ir ambos ¿que te parece? tres días y al volver todo estaría listo, nos casaremos.

–¿En tres dias?

– Ya no quiero esperar, deseo demostrarte lo que siento por ti.

Una vez más abrí los labios ¡Di algo! Me acerque dejando un beso en la mejilla de Elliot. Sentí el calor subir por mis mejillas y un silencio se interpuso entre nosotros, mordi mis labios bajando las manos a mis dedos, levante la mirada sonriendo, Elliot carrespeo y se levantó sonriendo.

– De acuerdo, te tengo una sorpresa, nos iremos en dos horas arréglate y saldremos.

– De acuerdo.

En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora