Capítulo 15 Placer.

1K 78 14
                                    

Anastasia

Me apoye contra la puerta de la habitación que los padres de Elliot nos habían dado para hospedarnos.

Solte un fuerte suspiro mi cabeza aún no era capaz de asimilar todo lo que había sucedió, desde el momento del bar hasta ahora, Kate no dejaba de llamar y mi madre tampoco.

Puse los ojos en blanco ¿Ahora si quería llamarme?

- Ana ¿Donde estabas?

Elliot salió del vestidor tomándome por sorpresa por supuesto, suspire haciendo una mueca quitándome lo botines y dejándolos en un lado, no tenía palabras ¿que podría decir?

-Ana.

-¿Donde estabas tú? ¿Crees de verdad que ignore la idea que te la pasaste con Gia toda la noche y al día siguiente no apareces?

-No me dejaste explicar cuando salí del bañarme tú ya no estabas ¿Donde estabas?

-¿Te acostaste con ella?

Me giré poniéndome de frente a el quitándome la sudadera negra dejándola en el suelo.

El nego de inmediato dando unos pasos hacia mi dirección, pero me aleje poniéndo mis manos como barrera.

-No. Hable con ella porque es parte del proyecto. durante la noche ella se puso mal, la lleve a casa yo no estaba tan ebrio, ella entró a su casa y yo me fui en el auto cuando llegue al bar vi a Ethan y José nos pusimos a beber después te busque pero ya no estabas, me quedé dormido en el departamento de Ethan.

-¿Te acostaste con ella?

-Ana te estoy explicando..

-No te estoy preguntando si esa noche te acostaste con ella, te estoy preguntando si alguna vez en tu vida te acostaste con ella.

-¡Si! pero fue antes de ti, de todo de querer cambiar la persona que era antes de ti.

Gruñi desesperada quitado los calcetines y tirándolos a un lado del mueble.

Elliot me miró desde su sitio completamente confundido, no era de enojarse fácilmente pero si de estresarse.

-¿Que?

-Que esto pasa siempre me presentas a una amiga a una conocida y a todas te las follaste ¡todas! es irritante.

-Fueron antes de ti. Santo cielo.-Su rostro se mantenía calmado, pero su voz por más que se controlará ya era impaciente.

-Te acostaste con todas ¡excepto conmigo!

-Ana ¿Eso es lo que te molesta? ‐ su voz fue ahogada y fue como si   le hubiera dado una bofetada.

-¿Vas a salir? -trate de calmar mi propia voz solo pude ver su camisa bien arreglada y unos pantalones impecables.

-Tengo trabajo, ya viene el fin de semana y mi madre llamo al resto de mi  familia para anunciar la boda fijaremos fecha.

-Bien.

-Ana ¿que te ocurre?

-Puedes por favor solo irte y hablaremos después de esto, no quiero hacerlo ahora.

Se inclino a la mesa tomando su cartera y teléfono asintiendo encogiendose de hombros.

-Te veré al rato.

Abrió la puerta saliendo de la habitación dando un pequeño azotando a la puerta cuando la cerró, me giré para ver el reloj de la mesa habían pasado solo unas horas y la piernas no dejaban de temblarme, aún podía sentir la humedad entre mis piernas y un enojo contenido por todo mi cuerpo. Maldita sea con los Grey.

Christian

Mis codos se apoyaron contra la madera de mi escritorio, mis yemas se acariciaban una contra otra cerrando mis ojos por unos segundos dejándome llevar por el recuerdo de hace unos momentos de tener a Anastasia contra mi sillón.

Momentos atrás...

Su cuerpo se estremecía contra el mio, sus manos estaban ansiosas y se volvía difícil tratar de controlarlas, pero bajo ninguna circunstancia la dejaría tocarme.

Cargando su cuerpo la llave al sillón más cercano acostandola sin dejar de besar sus labios eran una completa exquisitez, tan suaves y húmedos a mi contacto aunque debía admitir que deseaba explorar zonas más humedad de su cuerpo.

Sus labios se abrían en un pequeño temblor, suplica.. lo deseaba y mi cuerpo tenía esa mis sensación, la deseaba de formas tan diferentes y nuevas para ella.

Y de formas tan enfermas, para mi.

Tome el borde de sus pantalones comenzando a bajarlos por sus pierna, la tela se pegaba a sus piel y conforme iba bajando me dejaba a la vista su piel pálida y humeda.

Debía parar.
Con un demonio por supuesto no iba a detenerme.
No podía.
No quería.
Ni siquiera quería pensar en todo lo que arrastraba este momento, solo quería poseerla me provocaba de maneras horrorosas.
Y eso debía calmar las sombras, los demonios, la forma enferma en que ella me provocaba.

Sus dedos se aferraron a mis cabellos y mis dedos se presionaron contra su pálida piel, deje besos en sus piernas viendo los pequeños temblores que causaba con cada caricia, abrí sus piernas acomodandome entre ellas, levante la cabeza viéndola desde aquella posición.

- Anastasia.

Ella gimió levantando sus caderas dejándome ver la humedad entre sus piernas y sin esperar otro segundo, mi cabeza se hundió entre sus piernas, sus gemidos resonaban por la habitación, me lengua separaba sus labios dandome paso a su duro y suave punto succione apenas en una roce, su espalda se arqueo entre jadeos que me hacían estar al límite de perder mi control.

Mis manos fueron hasta su palido trasero mis dedos se marcaron en el empujó su cuerpo hacia delante, rozando mi lengua en su entrada, sus dedos jalaron de mi cabello y por un momento me importo una mierda todo, me hundí en sus piernas y por el deseo que sentía por Anastasia Steele.

En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora