Christian
Mis manos se mantuvieron firmes al volante estaba por irme, pero sabía bien que mis padres estarían con las preguntas de más y Anastasia tenia razón, este era el momento de Elliot. Me recargue en el asiento formando apenas una sonrisa aun tenía clara aquella primera vez no podía olvidarla aunque solo tuviera 4 años.
Oh no el ruido en mi estomago otra vez, pero si acabo de comer...No quiero hacer enojar a mi nueva mami, papi parece bueno, pero no quiero ponerla en peligro quizás si voy a escondidas nadie se enterara. Me deslice por la cama, es una cama cómoda es mi primer día aquí pero creo que dormir en ella será cómoda. Baje las escaleras de escalón en escalón corriendo directo a la cocina no podría olvidar donde es que estaba. Me acerque a la canasta de frutas que me había regalado y mami había guardado para mi.
Me incline.
me incline.
ya casi.
estoy cerca.
Jale de la cesta haciendo que esta empujará el florero haciéndolo rodar por la mesa hasta caer.
¡No!
No
No
No
Me iban a regañar, no quería ese dolor, el palito brillante.
No
No
Lelliot se quedo parado a la entrada de la cocina me vio por unos segundos y al instante corrió, las lágrimas ya resbalaban por mis mejillas y el aire me hacia falta en los pulmones.
Lelliot se inclino tomando una manta y poniendo ahí los pedazos de cristal Lelliot no era como otros niños, el no se enojaba porque no hablara o quisiera que me tocara.
— Mamá no se enojara. — tomó un par de manzanas, peras y uvas las metió a un plato y me las entregó. — Por si tienes hambre más tarde, además seguro nos llaman para la cena en cualquier momento, me gusta verte comer lo disfrutas.
Lelliot comenzó a reír tome al plato manteniendo la cabeza agachada.
— Aquí no te pasara nada, Christian yo te cuidare, soy tu hermano siempre te cuidare.Baje del auto empujando la puerta para que esta se cerrara, camine hacia las puertas de la casa atrevansandolas entrando a la casa, tantos recuerdos en esta casa, tantas cosas que cortar y decir.
— Hijo que bueno que llegaste.
— ¡Hermano!
Mía estuvo apunto de arrojarse a mi, pero Grace como siempre se mantenía cerca y la tomó del brazo para poder detenerla.
— Yo quería disculparme con Anastasia fui grosero y no quiero tener una mala relación con la futura esposa de mi hermano.
— Anastasia es una chica encantadora estoy segura que hay una explicación y una forma correcta de arreglar lo ocurrido.
Grace me sonrió de aquella forma tan maternal que solo ella sabía hacerlo.
— Yo también quiero lo mismo hermano.
Elliot bajaba las escaleras a pequeños brincos sonriendo caminando hasta a mi tomó mi mano estrechandome contra el permitiéndome poder abrazarlo.
— Vas a casarte Lelliot.
Suspire con una pequeña sonrisa el se apretó un poco más a mi hasta soltarme por completo.
— y es la mejor decisión de mi vida.
Unos pasos tomaron la atención de ambos y creo que todos de los que estábamos cerca de la escalera, Anastasia bajaba las escaleras una a una luciendo un vestido rojo que quedaba perfecto a su cuerpo, sus cabellos castaños se acomodan perfecto detrás de su hombro y su maquillaje era tan discreto que dejaba ver toda la belleza natural que poseía. Su sonrisa ilumino la habitación me removi en mi lugar observándola hasta que lleve la mirada hacia adelante, era la sonrisa que mi hermano era capaz de provocar en ella mi hermano en verdad estaba enamorado y yo no podría estar más feliz, además la chica seguía siendo virgen y después del historial del pequeño Lelliot estaba más que seguro que mi hermano estaba enamorado. Por unos segundos tuve esa mirada azul puesta en mi y una vez más no fui capaz de decifrarla solo se que por un momento el aire no fue suficiente.
— Anastasia te agradezco lo que hiciste este día para reunir a mi familia y quiero pedirte una disculpa por el comportamiento de la noche anterior.
— Mi comportamiento tampoco fue el adecuado así que no tengo nada que perdonarle, señor Grey.
— prácticamente somos familia, llámame Chtistian.
— Dime Ana.
— que raro será escucharte llamarme "Señor Grey" cuando ya seas esposa de mi hermano, Anastasia.
Las personas a nuestro alrededor comenzaron a reír, Elliot se acerco a su prometida dejando un beso en su mejilla.
— De verdad me siento mal por lo ocurrido ayer y sino te molesta hermano me gustaría llevar a tu prometida a desayunar.
— Para nada hermano, mañana tengo unas reuniones y estaré fuera toda la mañana estaré más seguro sabiendo que esta contigo.
— ¿Aceptas, Anastasia?
me giré a ella esperando su reacción, ella volteo a ver a su prometido acariciando su mano suavemente hasta regresar su atención a mi, mordió su labio... como en el cuarto rojo, no.
— Acepto.
Esto era por el bien de todos ¿no? para tranquilidad de todos.
— Bien entonces te veré mañana. Tengo que irme tengo una reunión pendiente.
— Nos dio tanta alegría verte, hijo.
— Hasta luego, papá.
Salí de la casa hasta a mi auto comenzando a manejar hasta mi departamento.
Entre al cuarto rojo caminando hasta la cama, dejándome caer boca arriba apoyando mi brazo en mi frente los recuerdos me invadieron de golpe y junto a ello el calor del deseo.
Sus recorriendo el lugar, no asustada, no temerosa, n-
— Amo
Me incorpore sentándome en la cama observando a Leila en la entrada. Bajo la mirada dejando caer su vestido mostrándome su cuerpo ser cubierto solo por unas mini bragas, se puso en cuatro gateando hasta a mi, yo me puse de pie observándola. Se puso de rodillas frente a mi deslizando el cierre hacia a bajo y desabrochando el botón del pantalón.
— No tiene sus jeans.
— Leila.
Advertí pasando mis dedos por sus cabellos, ella supo comprender bajo mis pantalones junto a mis bóxer permitiéndome liberar mi ereccion.
control.
control.
Su lengua me rodeo deslizándose por el largo de mi miembro, su boca se abrió teniendome dentro de ella, sus manos se ocupaban del lugar que su boca no lograba cubrir. Cerré los ojos inclinando mi cabeza hacia atrás, su caminar recorría esta lugar en busca de más, sus dientes mordiendo su labio inferior, cada vez que tomaba aire y lo expulsaba. Joder. Me aferre al cabello de la chica de rodillas a mi, empujándola más contra mi haciendo que su boca me devorará por completo, gemi excitado, su ojos azules, Mierda no. Acelere los movimientos de su cabeza mientras me follaba su boca, me removi.
Control.
Controlate, Grey.
Su boca producía gemidos y sonidos ahogados por invadir su boca no tarde demasiado, con con aquello en mi cabeza. Me abandone sintiendo el orgasmo invadir mis sentidos y unos ojos azules en mi cabeza.
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En el espejo dos lados y un solo amor
RomanceAnastasia Steele y Elliot Grey regresan a Seattle con la emocionante noticia que unirán sus vidas en matrimonio, pero en aquella reunión con la familia Grey, conoce a Christian Grey quien pondrá en duda sus sentimientos y la forma en que veía el mun...