Capítulo 6 La curiosidad no alimento al gato, lo mato.

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Anastasia.

Sentí el aire que mi cuerpo expulsaba acariciar mis labios, Christian me perseguía con la mirada estaba atento a cada reacción y cada movimiento que daba. Me incline hacia la salida Christian camino detrás de mi cerrando la puerta, aquel sonido me provocó un pequeño temblor, segui camiando bajando las escaleras Christian señaló el sillón con la cabeza y yo camine en ese dirección.
— ¿Como que eres un amo?
El hombre frente a mi acomodo las mangas de sus camisa subiéndolo hasta sus modos se tomó su tiempo hasta sentarse a mi lado apoyando sus manos en sus piernas.
— Yo controlo lo que hacen cuando están conmigo, ellas son mis sumisas están ordenadas a seguir mis ordenes y si no lo hacen, si rompen una regla tendrán castigos.
— ¿Lo que le hacías a ess chica era un castigo?
El asintió con la cabeza ladeando un poco está buscando mi reacción esta vez no pude contenerme y abrí los labios sorprendida.
— Ellas ponen un límite de lo que quieren.
— ¿Que?
Se acomodo en su asiento en verdad se tomaba su tiempo y  buscaba las palabras correctas para ser claro al explicar.
— Como te dije hay un contrato en donde ellas ponen una restricción en mis actos y lo que puedo hacer con ellas, como ¿hay algo en el sexo que no disfrutes, Anastasia? —Alce mis cejas removiendome en el asiento Christian levantó una mano de inmediato.— No debes contestar no quiero saber las cosas que haces con mi hermano.
Otro suspiro ahora si estaba nerviosa, mordi mis labios jugando con mis dedos sobre el otro, negue lentamente y Christian se mantenía quieto.
— es que yo nunca...
frunció el ceño girandose en dirección a la puerta y después a la nada segundos después lo entendió.
— ¿Aún no tienes..? — negue lentamente haciendo que Christian se levantara del asiento caminara en círculos en la misma estancia y después se inclino hacia a mi, por fin toma la fuerza para apartar la mirada del suelo y poder verlo. — Acabo de mostrarte... ¿Nada? ¿de verdad?
Asentí abriendo mis labios quería apartar la mirada de el, pero se arrodillo enfrente de mi con una mirada diferente, no era burlona, ni me juzgaba solo me veía como si tuviera la pura verdad de alguna cosa.
— ¿Por que?
Sus dedos apartaron un mechon de mi cabello apartandolo haciendo que mi oreja lo sostuviera. Me encogi de hombros formando una pequeña sonrisa.
— Creo que jamas sentí la necesidad, la curiosidad...
Lami mis labios. Hasta ahora... sentía la curiosidad, sentí el deseo por saber más un extraño calor me recorrió hasta la nuca es como si todos mis sentidos estuvieran activados ahora, los sonidos eran más claros, mi olfato se lleno del olor a Christian, ese oscuro olor su presencia entera.
— Cuidado con esta curiosa, la curiosidad no alimeto al gato, lo mato. Anastasia.
— Christian. — Sus ojos se encontraron con los míos, su cuerpo se mantuvo de rodillas frente a mi, demasiada información muchas cosas que seguramente se mantenían ocultas. — ¿nadie lo sabe?
— No tienen porque.
Asentí una vez más poniéndome de pie y dando unos pasos hacia adelante.
— Deberíamos volver.
— Y quiero que se mantenga así, no quiero que nadie de mi familia se entere de cosas que me pertenecen a mi.
— Lo entiendo. — dije sin más encogiendome de hombros, el parecía inquieto con mi respuesta, pero al menos eso era lo que merecía por unos segundos. — No diré nada, Christian, pero seguiré teniendo dudas.
alce una ceja que fue acompañada por apenas notable sonrisa, Christian se levantó extendiendo su mano señalando el ascensor indicándome que caminara hacia el y eso hice, ambos caminamos hacia el ascensor el espacio se sentía pequeño, el calor volvió a recorrer mi nuca cerré mis ojos por unos momentos y cuando los abrí me tope con Christian mirándome como si fuera una especie de rompecabezas de mil piezas. El ascensor sonó abriendo sus puertos y dándonos el paso directo al estacionamiento ambos caminamos al auto, colocamos nuestros cinturones y Christian encendió el auto llevándonos de regreso a casa de sus padres, el sol había perdido algo de su brillo y el cielo comenzaba a ponerse nublado todo el camino fue en cielo a excepción de la voz de una mujer en la radio el ritmo era lento y suave "Habría querido evitar amarte, pero cariño lo habría hecho igual" me recargue contra el asiento del auto Christian tenía un control increíble al manejar sus manos se sincronizaban perfectamente a la hora de maniobrar. Minutos más tardes nos encontrábamos frente a la puerta.
— No digas que estuve aquí, después hablaré con mis padres y hermano.
— No quiero seguir llevando este trato entre nosotros, no es sano para nadie de tu familia y seré la esposa de tu hermano, no quiero llevarme mal con el hermano de mi prometido.
— Creí que era parte de la diversión.
Me giré a verlo por unos segundos apunto de lanzar algún comentario, pero entonces vi su mirada relajada se que ambos tratábamos de evitar el tema antes mencionado o al menos es lo que yo hacia.
— Hasta luego, Christian.
Abrí la puerta del auto deslizándome por el asiento hasta salir camine por las escaleras hasta las puertas de la casa entre y enseguida fui hasta la habitación que compartía con Elliot. Me dejé caer en la cama viendo el techo, otra vez aquella imagen pero esta vez con cosas más detallas había visto más cosas de aquella habitación. Me levante tomando mi Mac abriendo el buscandor y escribiendo "Dominante y Sumisas" enseguida aparecieron un montón de imágenes con chicas sobre el suelo, desnudas y atadas de todos los lugares posibles, otras en donde sus cuerpos se encontraban esposados a la cama con las piernas abiertas, imágenes de blanco y negro las poses son tan eroticas, la forma en que lo hacen ver... abrí otra ventana escribiendo "Christian Grey" enseguida apareció la ubicación del edificio un par de fotos de el en eventos importantes, a lado de otros empresarios y jamas con ninguna mujer a su lado.. quien diría que este homb- La imagen la chica amerra, Christian detrás de ella, los jadeos.
Calor.
Me levante de golpe de la cama caminando al baño me quite el vestido dejándolo caer a mis pies, deslicé mis bragas y lleve las manos detrás de mi espalda para poder desabrochar mi sosten y despojarlo de mi cuerpo, abrí la llave de agua fría otra vez aquel calor por mi nuca. Dolor ¿Como el dolor podía causar placer? ¿Estará era la sensación? pase mis dedos por mis hombros bajando suavemente por mi abdomen, la chica, sus jadeos, la forma en que las ataduras de clavan en su piel... Mi mano siguió bajando hasta terminar entre mis piernas, abrí un poco más las piernas rozando mis dedos apenas con mi clitoris eche la cabeza hacia atrás sintiendo el agua caer sobre mi cabello, movi un poco más mis dedos haciendo un espacio entre aquella zona, temble apoyando mi mano contra el cristal solte un gemido bajo un jadeo agitado lo acompaño, joder.
— Ana.
aparte mis dedos abriendo los ojos y llevándolos a mi pecho cerré la llave del agua tomando una bata secando mi cabello con una toalla. Salí de la regadera camiando a la puerta saliendo del baño.
— Elliot, cariño.
— ¿Estas bien?
— Sí, solo me sentía algo mareada.
Elliot dio un paso hacia a mi dejando un beso sobre mi cabello acariciando mi espalda suavemente.
— ¿necesitas que traigan algo para ti?
— no, solo necesito descansar.
— Tú idea fue muy buen, amor, mis padre están contentos y Christian acaban de llegar por un momento creí que no vendría, pero me pones feliz que este aquí.
Tuve que esperar unos segundos antes de poder hablar, debía procesar sus palabras.
— Quiero que el tiempo en el que estemos aquí puedas disfrutar de tú familia.
— Lo haré de veras que si y después podremos disfrutar de la nuestra.
— Claro que si.
— Volveré con los demás ¿vienes?
— en un momento
— de acuerdo, te quiero.
— te quiero.
cruce mis brazos esperando a que la puerta se cerrada detrás de él y cuando sucedió me deje caer al suelo pasando mis manos por mi cabello. La curiosidad me a convertido en un gato, solo esperaba que fuera uno con suerte.

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En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora