Anastasia
Me quedé mirando a la extraña figura frente al espejo, estaba segura que era yo, pero no me sentía dentro de mi cuerpo, en mi pecho algo quería explotar, en mi garganta quería reír hasta desmayarse, pero los ojos me ardían hasta intentar cerrarlos y no volverlos abrir.
Camine hacia la ventana observando las sillas, las flores y las personas, volví a ver el espejo, esa era yo aunque no podría creerlo, esa era to con ese vestido blanco, ese peinado y ese maquillaje, ese ramo, esa era yo apunto de causarme y solo quería vomitar.
Cerré los ojos intentando descansar mis ojos aun tenía sueño aun ardían, pero fui atrapada por mi propia conciencia arrastrándome al recuerdo de anoche.
La noche de tormenta...
Su piel estaba completamente pegada a la mía, separo un poco su cuerpo acariciando mi mejilla.
– Estas tan humeda.
El labio inferior me temblaba al igual que mis piernas, era como su una oleada de calor acariciaba mi espalda y me abrazaba, su tacto fue tal sutil, sus besos tan suaves, pero la forma en que controlaba era más que excitante.
Se aparto un poco de mi acariciando su miembro mientras acariciaba mi entraba porvocando un jadeo que se deslizaba por sus labios.
– Ana... ¿Segura? ¿estas bien?
– Por favor.
supliqué entre besos tomando su rostro entre mis manos y de un movimiento sentí su miembro abriéndose pasó dentro de mi.
.....
El golpeteo de la puerta me tomó por sorpresa obligándome a levar la cabeza y ver a Kate entrar con una inmensa sonrisa adornando su rostro.
– Todos están aquí, por dios Ana no puedo creer que mi pequeña Ana esté apunto de casarse.
Sus manos tomaron las mías, me aferre a ellas y de inmediato ella hizo una mueca, traté de sonreír para disimular un poco, pero ella no tenía ni un pelo de tonta.
– Ana estas helada.
– Los nervios.
Kate frunció el ceño observándome de pies de cabeza como si fuera un rompecabezas de mil y diminutas piezas.
– ¿Que esta pasando?
– ¿de que hablas?
– De verdad creí que eran los nervios, pero estas distante, como si, no se como explicarlo, pero ¿quieres hacerlo? ¿quieres casarte?
– Por supuesto.
– De acuerdo, permiteme reformular ¿Quieres casarte con Elliot?
Abrí mis labios y de inmediato se cerraron voltee hacia la ventana tratando de recordar que hacía ahí y entonces Kate no evito soltar un chillido. Corrió a la puerta asegurándose que nadie estuviera cerca y cerró las cortinas para después volver a mi.
– Anastasia de verdad ¿que esta pasando?
– Kate, yo no se que hago.
ESTÁS LEYENDO
En el espejo dos lados y un solo amor
RomanceAnastasia Steele y Elliot Grey regresan a Seattle con la emocionante noticia que unirán sus vidas en matrimonio, pero en aquella reunión con la familia Grey, conoce a Christian Grey quien pondrá en duda sus sentimientos y la forma en que veía el mun...