Capítulo 10 No siempre lo que queremos esta enfrente.

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Christian

Pase de hoja nuevamente había leído el mismo párrafo cinco veces seguidas no podía concentrarme Elliot había dejado varias llamadas y mensajes no quería leer los mensajes esta estancado con los acuerdos de los alemanes lo único que pedían era prácticamente una ganancia segura que solo los podría beneficiar a ellos llamaría a Andrea más tarde para buscar los correos y fijar una una nueva reunión para poder aclarar los diferentes puntos que seguían inconclusos. Suspire pasando mis manos por mi cara ¿Anastasia le habría mencionado algo a Elliot?

- Amo.

Con pereza incline mi cabeza a un lado. Leila mantenía la cabeza agachada de rodillas manteniendo estas lado a lado y sus manos sobre sus muslos.

- ¿Que sucede?

- Tengo una presentación de mis pinturas.

- No sabia que seguias con eso.

- Fue de hace unos meses atras, pero al parecer alguien quiere comprarlas.

- ¿Cuando sera?

- en tres dias.

Me quede callado pensando ¿tenía algo que hacer? quizás debería consultarlo con Andrea, pero al menos con Leila no tenía nada planeado.

- Exito en tu exposición si necesitas algo puedes decírmelo.

- Gracias, Amo ¿Puedo hacerle una pregunta?

- Adelante.

- ¿Quien era la chica del otro día?

- Una chica entrometida.

- ¿Es una sumisa?

- ¿No era solo una pregunta?

Leila se quedó callada durante estos días había sido mucho más duro con ella y sabía que todo eso debía a lo que a mi cuerpo debía contenerse ¿Que pensaría Elena de esta falta de control?

El teléfono comenzó a sonar tomándome por sorpresa, así de negra tenía mi conciencia. Active el alta voz mientras mis dedos apartaban las hojas y se ponían sobre el teclado del computador.

- Grey.

- Christian, cariño ¿como estas?

- con trabajo, Elena. - Al parecer alguna fuerza del universo deseaba que recibiera mi merecido por perder el control, pero Elena no tenía porque meter sus narices en este asunto.

- Conocí a una chica, su nombre es Rita tiene las descripciones perfectas para ti si estas libre esta noche puedo presentartela. -mis dedos se detuvieron y mi mente viajo a la página catorce de mi contrato con Leila, ninguno podría tener ningún contacto sexual con ninguna persona ya se del mismo sexo o no. Mierda. Anastasia.

El cuerpo de Leila se estremeció levantando un poco la cabeza sus dedos se presionaron contra la piel de sus muslos manteniendo su boca cerrada.

- Justo ahora estoy con alguien, Elena.-pellizque mi nariz deseando que aquello controlará mi mal genio y las malas contestaciones que tenia en medio de la garganta.

En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora