Capítulo 24 Respuestas bajo las rocas

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Anastasia

Tener a Jose apartado de mi fue un alivio. Siempre había sido un amigo muy cercano al cual tenía demasiado afecto, pero no de la forma tan expresiva en que el la demostraba.

Sin poder reaccionar de otra forma seguí los apresurados pasos de Christian hasta donde ambos pudimos ser, solo nosotros. Me arroja a sus labios devorando estos, fue una sensación de alivio y paz, me sentía protegida, sentía cuanto extrañaba esos labios y quería disfrutarlos recordar esa dulzura, esa sensación. Sus manos me recorrían, me sentía poderosa, me sentía sumamente excitada cuando lo tenia cerca de mi.

Las rosas fue un detalle precioso, quería expresarlo, pero estaba tan agitada que unas pocas palabras salieron de mi.

hasta que escuche su voz, la voz de Elliot, mi cuerpo se aferro a Christian pero me examino por unos momento dejando un beso en mi frente, se presiono contra ella y el beso duró tanto como nos lo permitía el tiempo, suspire sintiendo como sus manos tomaban mis mejillas y volvía a besarme.

Se aparto de mi cuerpo dándose la vuelta y desapareciendo entre las sombras de la oscura y nublada noche.

– ¡Ana!

– ¡Estoy aqui!

Elliot suspiro alivado acercándose abrazándome por los hombros y dejando un beso en mi cabeza.

– Cariño me tenias preocupado ¿Todo esta bien?

– De maravilla.

– Ven tengo algo que enseñarte. – Mis dedos fueron entrelazados con los suyos y comenzó a caminar de regreso, giré un poco la cabeza para buscar a Christian pero no estaba, no había rastro de él. Me tuve que conformar con el hecho de que no estaba volviéndome loca era real, que no era mi cabeza jugandome una broma pesada, de verdad era Christian.

De verdad estaba aquí, había llegado y la sensación de sus labios continuaban en los míos, me recorrió un escalofrío por la espalda, de recordar sus besos, sus sonidos, su aliento y el latir de su corazón. Pasé mis dedos por mi labios disfrutando del recuerdo, sonreí sin evitarlo.

– ¿Entonces si te gustan?

¿Que?

– ¿Cuál?

Elliot sonrió hacia José ambos me veían como si me hubiera perdido de algo realmente... perturbador. Abrí los labios sentí una patada en el estómago ¡Por dios!

– ¿Pero que es esto?

Miles de fotos de cuadros demasiado gigantes para mi gusto con mi rostro impreso en ellos, tome una bocanada de aire tratando de buscar las palabras adecuadas, ellos estaban a la espera.

– Wo- Wow, si wow.

intente forzar la mejor sonrisa, mi voz fue un tanto chillona y todo mi rostro intento mostrar felicidad.

– Pareces aterrada. – Kate se puso a lado de nosotros comenzando a reír y negue de inmediato.

– Son, son... soy yo.

– Esta aterrada. – Kate soltó una carcajada dando un trago a su copa.

Jose parecía ofendido y buscaba un error en alguna de ellas.

En el espejo dos lados y un solo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora