Capítulo 17: Bienvenidos a casa

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*SALOMÉ:

- Entré sin avisar y vi a Lia y Liam sentados junto a Erick y Tompson, los soldados de confianza de Lia.

Salomé: ¿La habéis encontrado?. - Me acerqué a ellos y vi un gran mapa en la mesa de Lia.

Erick: Tenemos un radio...De unos cien kilómetros marinos.

Salomé: ¿Millas?

Erick: Si. - Dibujó un gran circulo en el mapa. - Debe estar en este círculo.

Lia: ¿Como estás tan seguro?. - Se puso en pie. 

Erick: Es una de las últimas  partes que nos queda por navegar, llevamos once años buscando esa isla o ese lugar donde esté Acuario, antes recibíamos las armas a unas quinientas millas de aquí. - Señaló dentro del círculo. - Cuando lo dejamos, nunca navegamos por este lugar, por descarte es el que nos queda.

Lia: ¿Cuánto tardaremos en llegar?. - Erick miró a Tompson.

Tompson: Unos siete dias, nueve si se alarga la búsqueda.

Salomé: Nos habrán visto de lejos. - Lia me miró.

Lia: Serán cinco dias, lanzaremos 3 barcos, acortaremos los dias.

Tompson: Con tres naves si.

Erick: ¿Qué debemos hacer?

Lia: Cuando encontréis la petrolífera, los quiero a todos muertos, incluido niños, a todos menos a Emilia y su hija. - Sonreí. - De esas me ocuparé yo en persona.

Erick: ¿Y cuántos soldados?

Salomé: Son unos quinientos, contando con los navegantes y pescadores. - Dije pensando en la gente que había en la petrolífera.

Lia: Bien, pues unos mil, mejor que sobren. - Sonrió. - No quiero malas noticias.

Liam: Espera un momento, hay gente de acuario que si está en la lista.

Lia: Han tenido tiempo para unirse y no lo han hecho, asi que es tarde, no hay oportunidades.

Liam: No estás pensando las cosas. - Dijo molesto.

Salomé: ¿Cuestionas a la comandante?. - Lia sonrió y Liam me miró enfadado.

Liam: Solo digo que no puedes matar a tanta gente, nos pueden servir.

Lia: No de acuario, es una orden, marchaos. - Le dijo a sus soldados.

Liam: Estás loca. - Se fue, esperé a que se fuera para hablar con mi hija.

Salomé: ¿Cómo estás?

Lia: Bien, mejor que nunca. - Me abrazó. - Te he echado de menos.

Salomé: Y yo a ti. - Le sonreí feliz. - ¿Cómo están todos por allí?

Lia: Bien...- Se sirvió una copa. - Mayores, muy diferentes...

Salomé: ¿Te creyeron?

Lia: Si, todos tus consejos me sirvieron. - Se apoyó en la mesa con una sonrisa. - No se que haría sin ti.

A 200 Nudos por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora