Capítulo 30: ¿Quién soy?

50 6 1
                                    

*VALENTINA:

- Aproveché que todos estaban reunidos para ir de nuevo al hospital y ver a Úrsula aunque ella no quisiera verme, yo si. Tras llegar, entré en su habitación con cuidado de no despertarla y la observé, dormía, su pulso estaba bien, estable y ya no llevaba la mascarilla de oxígeno, quise darle un beso, pero no queria despertarla, asi que ya me iba a ir, me giré y abrí la puerta.

Úrsula: Hey....- Me giré y la miré, se estaba despertando. - Hola. - Cerré la puerta y me acerqué a ella.

Valentina: Hola. - No sabía que decirle.

Úrsula: Sé que has venido varias veces a verme, gracias.

Valentina: No tienes que darme las gracias.

Úrsula: Si, te has preocupado por mi, a pesar de todas las cosas que te dije.

Valentina: Me las merecía. - Ella me miró a los ojos.

Úrsula: Me pasé.

Valentina: Da igual, no te disculpes, las cosas fueron así, fue tu reacción, yo no actué bien, soy una estúpida cria.

Úrsula: No digas eso. - Así me sentía.

Valentina: Es verdad Úrsula. - Solté aire. - Me enamoré de ella, sin importar que fuera tu novia, después de todo lo que habéis vivido juntas.

Úrsula: Si, me traicionaste, aún me duele, pero...No sé, todo esto ya es difícil.

Valentina: Nunca quise hacerte daño, de verdad. - Ella hizo media sonrisa, creo que no me creía.

Úrsula: Intento perdonarte, pero no puedo, no puedo hacerlo. - Asentí con la cabeza.

Valentina: Lo entiendo.

Narot: Hola...- Dijo tras entrar. - Que bueno que estés despierta. - Úrsula sonrió tras verla.

Úrsula: Hola.- Me di la vuelta y salí de la habitación.

- Fui hasta mi casa, pero antes de llegar Emilia se puso en mitad de mi camino.

Emilia: Hablemos.

Valentina: No tenemos nada que hablar.

Emilia: Si, ya lo creo...¿Qué os pasa a todos aquí?, estáis de un mal humor impresionante.

Valentina: Tal vez vuestra visita tenga algo que ver. - Pasé por su lado, pero ella agarró con fuerza mi brazo.

Emilia: Me importas y si estás enfadada no voy a echarte nada en cara.

Valentina: No somos amigas, eres amiga de Úrsula no mía, así que déjame. - Me solté.

Emilia: Te equivocas, si que soy amiga de Úrsula, pero también tuya.

Valentina: No, Emilia, no te considero mi amiga. - Me giré y continué mi camino.

- Fui hasta mi habitación, allí cogí una mochila y con rapidez comencé a meter ropa, me iba a ir de aquí, no iba aguantar más, no quería estar aquí, sobraba, lo único que me importaba, me odia, Úrsula nunca me va a perdonar y no puedo vivir con su odio. Tras llenar la mochila, cogí mi arco y salí corriendo de la casa, fui hasta el huerto, pensaba ir por allí, asi me vería menos gente, tras llegar a la puerta del vallado eléctrico, alguien cogió mi brazo con fuerzas y me hizo girarme, me asusté cuando la vi.

A 200 Nudos por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora