A 200 Nudos por ti

Capitulo 44: El bando correcto

*LIA:

- Veía mis piernas botar en el suelo, no estaba nerviosa, pero dar golpecitos en el suelo mientras estoy comodamente sentada en el gran sillón me hacia relajarme con cada golpecito, un sillón de polipiel negro, de un despacho de una de las sedes de Scorpions, bebiendo una copa de licor caro e inedito, observaba la sala, el despacho, es pequeño pero acogedor, lo miraba, miraba cada esquina, me gustaba guardar cada detalle, para después soñar y estar más viva en la vida, la cabeza, la mente es un mundo...Y yo la estudiaba, me estudiaba a mi misma, me gustaba ver hasta donde puedo llegar y a veces me sorprendo, hablar contigo mismo es sano, relajante, darte amor a ti mismo igual. Ahora, que hace ya algún tiempo que eché a Liam de mi vida, me encontraba cómoda y relajada en la vida, sin preocupaciones, aunque Liam sigue molestando de lejos, pero ahora yo tenía puesta mi mente en otra cosa, Catalina.

Brisa: Hola, perdón, no sabía que estabas aquí en el despacho. - Dijo entrando al despacho, sin llamar y algo nerviosa, vi que llevaba una carpeta fina, supongo que con documentos importantes. - Me voy, no quiero molestarte.

Lia: No, no te vayas. - Dejé mi copa encima de la mesa y volví acomodarme bien en el sillón. - Este es tu lugar más que el mio, yo apenas vengo por aquí, si tienes que trabajar, me voy.

Brisa: No, no te vayas, yo solo venía a revisar unos documentos, necesito pensar en solitario.

Lia: ¿Sola?, me voy entonces. - Me puse en pie y ella sonrió.

Brisa: No, no, no te vayas comandante, enserio, puedo esperar, osea no tengo prisa. - Gesticuló con sus manos nerviosa.

Lia: No Brisa, no te preocupes...- Caminé hacia la puerta pero ella agarró mi brazo con suavidad, la miré de cerca.

Brisa: Es que sufro TDAH.

Lia: ¿Que es eso?

Brisa: El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

Lia: Oh...Entiendo...¿Y que debo hacer ahora?

Brisa: Quédate. - Sonrió, una sonrisa muy hermosa, pero muy diferente a la de su hermana.

Lia: Vale, yo también me encuentro algo cansada, descansemos entonces. - Caminé hacia el sillón.

Brisa: ¿Por que no te quitas esa chaqueta?, es pesada y no tienes que estar protegida aquí, yo no te haría daño. - La observé, ella sonrió, sé que no me haría nada, pero la llevo por protección, pero si me daba la libertad de que me la quitara, me la quito.

- Me la quité y la puse en un perchero que había cerca de la puerta.

Lia: Bien.

Brisa: Ven...- Cogió mi mano y me sentó en el sillón donde antes estaba. - ¿Me permites tocarte?

Lia: Ya lo has hecho. - Reímos.

- Ella se puso detrás de mi y sumergió sus manos por mi pelo suelto y largo, inevitablemente cerré mis ojos al sentir el gusto en mi cara y toda mi cabeza, ella masajeaba muy bien, pero rápidamente pensé en que uno de sus dedos podría matarme con un simple movimiento o apretón en mi nuca, eso me hizo abrir mis ojos, pero ella pasó su mano por mi cara y volvió a cerrar mis ojos.