MI DESTINO [LDR#0]

👑Capitulo 9👑

No espere que llegara tan rápido la invitación a tomar el té de Abigaíl, la amante de su majestad; sabía lo que me diría como me trataría de manipular a su antojo para quedarse con el control del palacio y las obligaciones de la reina.

Mi madre hizo una mueca cuando le pedí que me acompañara, evitamos decirle algo a mi padre solo avivaríamos su cólera por toda esta situación.

—Iris creo que esto es una clase de humillación—iba a tomar él té con Abigaíl en el salón de la reina como si con ello estuviera diciéndome que ella es la que manda, la que tiene el control y yo nada más soy una estúpida aparecida.

Los guardias nos abren las puertas del salón y lo primero que veo es a Abigaíl sentada y dos doncellas a su lado, quien diría que una plebeya tendría tanto lujo tres mujeres a su servicio y yo que soy la reina únicamente tengo una, buena eso no va a ser por mucho tiempo, espero que se levanten y se reverencien, pero no lo hacen, mi madre quiere protestar, pero la miro negando.

—Buenos días—saluda y me hace una seña para que me siente, lo hago y mi madre también—de seguro no sabe quién soy.

—Claro que lo sé—le contesto, Abigaíl sonríe tensa.

Tiene el cabello castaño y los ojos verdes, la piel blanca, nariz pequeña y labios carnosos es muy bella, pero lo que tiene de bonita lo tiene de víbora.

Una de las doncellas nos sirve el té, agarro la taza esperando que ella hable que diga lo que ya sé, primero intenta comenzar la conversación hablando del clima y cuando se da cuenta de que no me importa empieza a decir lo importante.

—Sé que a su majestad le parece extraño que la haya invitado—sonríe antes de dar un sorbo de la bebida—pero quería decirle que he sido yo a quien el rey le ha dado la confianza sé hacerse cargo en estos cinco años de su reinado del palacio y las labores de la reina y entiendo que ahora ese puesto ya fue ocupado por usted, aun así creo que es muy joven e inexperta y no sabe el manejo de todo...—asiento siguiendo sus palabras—aun, me parece mejor que me deje a mí seguir al mando hasta que su majestad esté completamente preparada.

—No—le contesto sin ceremonia—usted es muy amable pero está insinuando ¿qué no soy capaz de llevar el control del palacio?

—Si, su majestad no quiero que se lo tome de mala manera.

Si como no.

—Usted es muy considerada, pero sin lugar a dudas, soy muy capaz de cumplir con mis obligaciones agradezco lo que ha hecho en estos cinco años en los que no hubo una reina, pero ya estoy aquí—disfruto su rostro de confusión—yo me encargaré de todo de ahora en adelante—me pongo de pie, cuando dejó la taza de té a un lado—muchas gracias por la invitación— mi madre sonríe satisfecha cuando caminamos hacia la puerta, pero antes de salir me doy la vuelta y les advierto—soy la reina y espero que la próxima vez sea recibida como tal porque no toleraré las faltas de respeto y espero haya quedado claro.