👑Capitulo 30👑

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Lucas cumplió para mi sorpresa su palabra, pensé que me haría alguna mala jugada, pero las miradas que le da al niño postrado en la cama me dejaba claro cuál era su debilidad, Damon no grito ni cambio el gesto de su rostro cuando le limpie y sature la herida bajo la atenta mirada de nuestro captor las cadenas que tenía en las manos me incomodaban el trabajo, pero más el dolor en las muñecas de mis manos por lo fuerte que las había tenido amarradas, tanto que me dejo cardenales que iban sangrando.

—¿Qué haces?—me susurro Damon.

—Curarte, no podemos huir si tienes una herida infectada—Damon asintió y miro a Lucas sus ojos amenazaban una dolorosa muerte para él.

Le vende la herida a mi esposo y me encargue de las mías, la de mis muñecas y luego la de mi brazo que tenía la venda sucia no era lo mejor, pero era lo mucho más que suficiente.

Me acerque al niño y lo mire de cerca tenía el cabello castaño y pude notar que unos seis o siete años. El estado del niño me hizo recordar que yo solo había visto una sola vez a una persona así.

Le quite la manta de encima y la vi la mordida de una bestia no era tan grande como si una en pleno crecimiento le hubiera mordido la pierna izquierda, la herida tenía el característico color violeta y el olor putrefacto.

¿Cómo un niño termino mordido por una bestia?

Sabía que el loco de Lucas las tenía metidas en una jaula, pero eso no explicaba la situación.
No me concentre tanto en eso cuando oí la puerta abrirse una mujer entro nos observó se detuvo al lado de Lucas y susurro algo con él.

Se acercó hacia mí cuando terminaron su conversación tenía los ojos hinchados y rojos como si se la hubiera pasado llorando por la forma en la que miro al niño supuse que sería su madre.

—¿Hace cuanto la bestia lo mordió?—si llevaba más de tres días así, no había nada que pudiera hacer.

Y eso significa la muerte para Damon y yo sin haber intentado escapar.

—Desde ayer—Eso me alivio, significaba que el veneno no había llegado al corazón, ni al cerebro y en un niño tan pequeño eso es casi un milagro.

—Que lo hayan mordido ya es una sentencia—comencé—el tratamiento es tan fuerte como el veneno los que sobreviven lo hacen por fuerza de voluntad.

—Pues asegúrate de que el niño sobreviva—advirtió ya sabia lo que pasaría si moría.

La mujer se sentó en una silla cerca a la cama y agarro la mano del niño. Me acerque al baúl y saque todo lo que necesitaba al menos eran poco los frascos rotos por el tumultuoso viaje que tuvieron.

—Necesito una tina llena con agua fría, cuerdas, alcohol y vendas—no me fije si me habían obedecido me moví lo más rápido que pude.
Con las mordidas de las bestias juegas con el tiempo.

Le tome el pulso al niño y era débil su piel estaba extremadamente fría, pero eso cambiaría, en mis dos vidas solo había presenciado una vez como mi madre le hacía un tratamiento a un hombre que fue mordido, murió y yo quede lo suficiente traumada para no querer volver a presenciar eso a pesar de que mi madre me repetía una y otra vez lo que tenía que hacer si se me presentaba el caso.

Vi como metían la tiene con agua y me entregaban lo que había pedido, amarre cada extremidad del niño a una parte de la cama la mujer chillo al observarme.

—¡¿Qué está haciendo?!—grita.

—Mi trabajo, no van a querer que esté suelto, advierto van a haber gritos de agonía, llanto y movimientos involuntarios—ella pegó un sollozo—no van a querer ver como se lastima.

MI DESTINO [LDR#0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora