👑Capitulo 8👑

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Lo observo confundida y confirmando que está loco ahora me la paso atrayendo a pura gente mal de la cabeza, se da la vuelta y se aleja a paso firme siento que se me eriza la piel notando unos ojos sobre mí y cuando busco por el salón me cruzo con los ojos grises del rey, no deja de mirarme mientras habla con varios hombres tiene la mandíbula tensa, lo ignoro y vago por el salón hasta llegar al balcón oigo un jadeo y busco con la mirada hasta dar con dos mujeres detrás de una gran planta me acerco cuando oigo varios sollozos desgarradores mientras el viento fuerte me eriza la piel.

—No, quiero...—la chica no sigue cuando me observa tiene el maquillaje corrido, es castaña con muchas pecas y ojos cafés—majestad—dice alarmada con voz ronca y se reverencia ante mí.

—Todavía no soy la reina oficialmente—le digo y me fijo en la otra mujer la cual tiene el cabello muy negro y los ojos de un gris azulado—no quise interrumpir—me doy la vuelta para irme, pero la castaña me detiene.

—No. Majestad por favor no se vaya, por favor—parece entusiasmada de la nada se seca las lágrimas del rostro y más se le corre el maquillaje—Es la primera vez que alguien tan importante nos habla, solemos ser ignoradas o insultadas.

—¡Amelia!—le grita la pelinegra.

—Lo siento la reina no debía oír eso—baja la cabeza y las mejillas se le tiñen en un rojo intenso.

—Oh, no pasa nada— las observo con bastante curiosidad — ¿pero por qué las insultarían?

—Piensan que soy estúpida y de Analisse — agarra a la pelinegra del brazo—piensan que mato a su prometido.

La pelinegra que ahora sé que se llama Analisse; observa tensa a su amiga y aprieta los labios.
»Todas son mentiras no nos conocen en realidad y si solo se tomaran un momento para hacerlo sabrían que no somos lo que creen—sus ojos se llenan de lágrimas de nuevo.

— Que crean lo que quieran de mí—suelta Analisse resoplando en voz baja.

—¿Por eso llorabas?—Amelia suelta un sollozo.

—No, su padre arreglo un matrimonio para ella—no me sorprendí, la capital era muy distinta que las tierras del norte, en Haydeill los matrimonios por amor eran los más frecuentes en la capital solamente creían en quien tiene mejor título noble—Amelia esta enamorada de un joven soldado.

—Mi padre me mataría si se entera—jadea Amelía.

Algo se ilumina en mi cabeza con la idea que me empieza a surgir, una amplia sonrisa se instala en mi rostro y Analisse que le acaricia la espalda de su amiga para darle consuelo me observa analítica.

—Puedo evitar que te cases—Amelia deja de llorar de golpe.

—¡¿En serio?!—grita entusiasmada.

MI DESTINO [LDR#0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora