👑Capitulo 13👑

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Damon.

La noche es bastante gélida en Jaysad algunos las sienten y otros simplemente nunca lo hacen, el rey Damon cierra las ventanas y cortinas solo para que el frío de la noche no lo despierte.

Pero él más que nadie sabe que no va a poder dormir por la tormenta que se acerca puede sentirlo en el aire, siempre las ha odiado desde que era un niño y se perdió en medio de una.

Así que cuando la torrencial lluvia empieza a caer sale de su habitación bajo la atenta mirada de sus guardias y se dirige a su despacho, cierra la puerta y encendiendo el mismo la chimenea se sienta al frente de esta y lee varios documentos de comercio exterior.

La piel se le eriza cuando el fuerte viento hace que las hojas de los árboles golpeen las ventanas, trata de no prestarle atención de ignorarlo pero es imposible. Agradece que ayer los reyes de Galena hayan decidido regresar a su país.

Siente como la puerta se abre y se tensa—Estaba buscándote— la voz suave de Abigaíl lo fastidia—se oye como cierra la puerta y sus pasos acercándose a él—Sé que no te gustan las tormentas, ¿Por qué no vienes y duermes conmigo?

—Estoy ocupado—utiliza la misma excusa que venía usando hace cinco meses con Abigaíl.

No yacer con ella porque estaba ocupado, no por la verdadera razón; que se había aburrido de su presencia. Porque Abigaíl solo quería complacerlo nunca pensaba en ella y por eso había sido muy fácil usarla a ella y a su padre.

—Llevas mucho tiempo diciéndome eso—le reclama para sorpresa de Damon—mi padre dice que me estás usando.

Deberías escuchar a tu padre.

Quiso decirle, pero se contuvo, Abigaíl era una plebeya, pero lo que no tenía de noble lo tenía de rica y que su padre apoyara a Damon solamente lo beneficiaria.

—Estoy ocupado—repitió sin quitarle los ojos al papel que intentaba leer—tú deberías de concentrarte en el festival de verano si quieres que el parlamento te haga recuperar los deberes de la reina.

—Ya lo sé, pero no sabía que ella podría quitármelo todo tan fácil—hasta Damon estaba sorprendido ante eso.

—Demuestra tus capacidades en el festival de verano.

Pero algo le decía a Damon que aunque todo saliera perfecto el día del festival, no iban a cederle a Abigaíl nunca los deberes de la reina y más con lo que su esposa estaba haciendo. No llevaba ni dos semanas y se había ganado el favor de la mayoría de empleados del palacio no era ciego y la única habitación que ahora se veía lúgubre y sin color era la suya.

Abigaíl no intento nada, no intento desnudársele para buscar su interés o para que volvieran a tener sexo, se alivió cuando ella se puso de pie le beso la frente y salió de su despacho en silencio, él también se puso de pie viendo como la tormenta no parecía menguar.

MI DESTINO [LDR#0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora