Heridas; Camren G!P

•31•

Camila miraba el cómo Lauren parecía estar más distraída de lo normal. Camila sabía que muchas veces Lauren se comportaba de esa manera porque algo le estaba pasando o estaba pensando en muchas cosas o en una sola cosa que le consumía la cabeza.

—¿Pasa algo? —Preguntó Camila y Lauren de inmediato negó con la cabeza.

—No... Es sólo que estoy pensando en muchas cosas...—Susurró Lauren tomando el tenedor para comenzar a jugar con la comida.

— Entiendo... —Añadió con una sonrisa, haciendo lo mismo que Lauren, jugando con la sopa fría.

—Camz... —La llamó a lo bajo y Camila subió su mirada, encontrándose con aquellos ojos verdes mirándole directamente.

—¿Sí? —Cuestionó dejando a un lado el tenedor.

—¿Por qué nunca me has hablado sobre tu verdadera familia? —Cuestionó Lauren. Miró cómo Camila pasó saliva, hasta hizo a un lado el plato que aún conservaba toda la comida.

—Porque mi verdadera familia eres tú, Lauren... —Respondió tomando las manos de Lauren, tomándolas para después besarlas.

—Yo hablo de... —Negó con la cabeza— tus padres biológicos.

—¿Qué quieres que te diga?—Soltó las manos de Lauren para llevarse las suyas a su propio rostro.

—Lo que tú quieras decirme...,—Susurró Lauren observando cómo el rostro de Camila comenzaba a volverse rojo— No quiero que te sientas presionada, Camila, es solo que me intriga un poco, ya sabes. Sé que no es fácil para ti, pero me gustaría que me compartieras un poco esa parte de tu vida.

—Pues no sé nada sobre ellos, Lauren. Sólo sé que ellos me dejaron, me abandonaron en aquella casa hogar... Dejándome a mi suerte —Sollozó tapando su rostro, no quería que Lauren la viera así, no quería—..., ¡Desde ese momento de mierda supe que nadie me iba a querer!—Vociferó desde sus adentros, a lo cual Lauren reaccionó con preocupación, no le gustaba ver a la ojimarrón en ese estado, sentía que una parte de su pecho le dolía.

— No puedes afirmar eso, Camila, probablemente ellos no tuvieron otra alternativa...— Lauren rodeó a Camila con sus brazos.

—Porque nadie que quiere a su bebé lo abandona con apenas cuatro meses en la puerta de una casa hogar, tú no lo hiciste, Lauren, ¿Por qué ellos sí tendrían el derecho? —Exclamó dando un golpe a la mesa, sintiendo el cómo su voz se desgarraba.

—Yo lo hubiese hecho —Confesó con la voz entrecortada.

—¿Qué? ¿Por qué? —Interrogó seriamente mirándole directamente con los ojos llenos de lágrimas.

—Por miedo, Camila. Las personas muchas veces hacemos cosas que no queremos hacer solo por el maldito miedo que nos invade...

— Sé que quieres defenderla, Lauren, pero lo que hizo no tiene justificación, sé que ni siquiera intentó cuidarme aunque sea en los primeros años de mi vida, ni siquiera se esforzó por verme caminar, simplemente me desechó como si fuese un estorbo para ella, y yo no puedo soportar la idea de que ella hizo su vida como si nada, condenándome a mí, a sufrir, a pasar hambre y frío en aquel albergue...

—Ella está aquí... Por favor, no le digas nada a Camila, por favor...

Lauren tan solo podía recordar la imagen de la mujer diciéndole aquello.

—Lolo —la latina le llamó, levantando su vista, sus gafas estaban algo mal puestas, por lo que Lauren las acomodó, al igual que los mechones que se encontraban en medio del rostro de Camila.