•25•

4.3K 381 63
                                    

Riendo al sentir el tacto de sus labios en su mejilla. Sentía cosquillas ante los besos de Camila.

—¿Por qué te ríes? —preguntó Camila al escuchar a la risueña ojiverde.

—No lo sé... —Dijo aún riendo con ternura.

—Sé que tengo cara de payasa, pero no es necesario que te rías cuando te beso —Aclaró haciendo que de nuevo Lauren riera.

—Es que no puedo creer que Dinah te haya drogado —Comentó tomando las manos de Camila para colocarlas en su abdomen.

—Dinah me ha hecho cosas peores, así que me lo veía venir —Dijo Camila mientras acariciaba el abdomen de Lauren.

Lauren estaba recostada sobre Camila, mientras que Camila estaba sentada recargada en la cabecera de la cama.

—¿Cómo qué cosas? —Preguntó curiosa.

—Como darme viagra el día de mi proyecto final —Contó.

—¿En serio? —Abrió los ojos de par en par, alzando su vista para mirar el como la ojimarrón asentía.

—No podía explicar muy bien mi modelo ya que debía que tener una mano en mi entrepierna para que las personas no mirasen —Contó apenada por debido incidente.

—¿Y qué pasó? —Preguntó Lauren como niña pequeña al preguntar lo que sucedía al final de su cuento de hadas.

—Pues aprobé. No sé cómo, pero lo hice —Dijo orgullosa de sí misma.

—Yo recuerdo que una vez que estaba en medio de una obra escolar, cuando sentí que mi vientre me dolía horrible, entonces me di cuenta de que eran cólicos —Narró—. Toqué despistadamente la parte delantera de mi ropa interior y cuando miré, mi mano estaba llena de sangre.

—¡Eso es realmente horrible!—Comentó con una mueca de horror.

—Lo sé... Demasiado horrible —Concordó Lauren acariciando los nudillos de Camila con sus dedos pulgares.

—¿Sabes qué otra cosa hizo Dinah que dió un giro de ciento ochenta grados en mi vida? —Murmuró Camila besando la nuca de Lauren.

—¿Qué cosa? —Interrogó curiosa.

—El mandarle rosas a una joven hermosa, usando mi nombre cómo si yo las hubiese mandado —Contó. Lauren de inmediato sintió el cómo su corazón se aceleró, sintiendo punzadas en su cabeza.
¿Acaso estaba celosa?

—¿Y qué pasó? —Cuestionó Lauren disimulando su enojo.

—Le hice el amor —Respondió.

—¿Y qué más? —Preguntó ya dejando ver un poco más sus celos.

—La haré mía cuantas veces más pueda, la haré mía no en el sentido carnal, sino mía. La haré mi mujer, la madre de mis hijos la dueña de mi corazón —Y eso hizo que Lauren soltara las manos de Camila.

—Ah... Que bueno... —Dijo amargamente mientras se reincorporaba en la cama.

—Y ahora voy a volver a hacerle el amor si no vuelve a recostarse en mi pecho.

—¿Qué? —Confundida, Lauren le miró.

—¿Quieres un café? —Preguntó mientras se ponía de pie, aún con su torso desnudo. Mientras que Lauren por su parte envolvió su cuerpo en la sábana gris.

—Preferiría un té —Dijo Lauren mirando el cómo Camila levantaba su camisa y se la ponía.

—Bien, entonces será un té para la Reina de la casa —Recalcó plantando en beso en los labios de Lauren y después otro en su frente, para así salir de la habitación.

Lauren miró su alrededor. Miró la habitación en la que ya le era normal despertar, el ver aquel techo, aquella lámpara moderna que estaba en el techo. Esa ventana que le daba la vista perfecta de la ciudad.
El departamento no era tan lujoso, pero tenía lo suyo, era justo lo que necesitaban.

A veces Lauren no podía creer que en tan poco tiempo ese lugar se había convertido en su hogar. No por el hecho de que ya estuviera acostumbrada, sino que la morena se encargaba de que la ojiverde se sintiera así.

—Bueno, pues ahora que vivas con ella la conocerás bastante. Hasta vas a conocer su ropa interior...

Recordó las palabras de su mejor amiga, riendo ya que era cierto. Ahora conocía perfectamente la ropa interior de la ojimarrón, conocía cada ropa, cada centímetro de su cuerpo... El olor de su hogar, de sus sábanas, el aroma de Camila.

—Algún día encontrarás a ese alguien que no te molestará con sus imprudencias, conocerás su aroma perfectamente, sentirás su presencia a lo lejos, el cómo su mirada te mira directamente y tú no sabrás que hacer... —Dijo aquella mujer mientras acariciaba el cabello de la pequeña ojiverde.

—Te extraño... —Susurró Lauren recordando el vivo recuerdo de su madre.

—¿Y qué va a pasar cuando le conozca? —Preguntó la niña curiosamente.

—No te querrás separar ningún instante de esa persona y sentirás un vacío existencial cuando lo haga...

—Realmente te extraño... —Susurró mirando los cortes en su muñeca.

Aquella herida ya había cicatrizado por completo, pero aún había una pequeña parte que no lo hacía. Necesitaba hacer algo para que cerrara por completo...

Y no, no hablaba de la herida en su muñeca, hablaba de una de las heridas en su corazón.

—Un té de canela para la reina de la casa —Dijo Camila mientras entraba a la habitación con una charola con dos tazas con té.

—Creí que tendría que despedirla, señorita —bromeó Lauren haciendo espacio para que Camila tomara asiento delante de ella.

—Lo siento, mi reina, pero las cosas se complicaron un poco allá fuera —Se disculpó mientras que tomaba asiento al frente de Lauren.

Lauren talló sus manos contra su rostro tratando de quitar el enrojecimiento de éste. Limpiando las lágrimas que se estaban asomando por sus ojos.

—¿Qué pasó allá? —Preguntó puesto que llegó a percibir un olor a plástico quemado.

—Nada, nada —Aseguró tomando la taza para comenzar a enfriar el té.

—Camz...

—Intenté revolver la canela con el agua...

—Ajá...

—Con una cuchara de plástico.

Y Lauren no sabía si reírse o sentirse mal acerca lo que Camila había hecho.

—Dios, una vez hice eso y mi madre me pegó tremenda regañada —Contó Lauren tomando la taza para también enfriar el té.

—Oh, este es el tuyo —Dijo Camila dándole la otra taza en la que el té que ya estaba un poco menos caliente pero ya era apto para tomar.

—Oh, gracias —Aceptó la taza.

—Y... Okey, se que es un poco apresurado y eso, pero... —Comenzó a hablar Camila—..., Lauren, yo quiero conocer a tu familia.

Fue ahí cuando Lauren sintió que todo se derrumbaba.

¿Qué iba a decirle a Camila? ¿cómo iba a decirle la verdad?
¿cómo iba a explicarle toda la historia del cómo llegó a este punto de su vida?

La verdad era que ya no existía rastro alguno de lo que alguna vez fue la familia de Lauren.

—Camila... Tú eres mi familia.

O eso era lo que Lauren creía.

———————————

Holiwis jsjsjsjsjs

Weno, weno, me duele la cabeza, no he podido dormir.
Ayer salí de viaje, por eso no di señales de vida :'v

Espero les haya gustado el capítulo ♥

No olviden votar y comentar cual fue su parte favorita jsjsjs♥

Mil gracias por su apoyo♥♥♥

Heridas; Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora