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Ahí estaba ella.
Sintiendo, escuchando, analizando la respiración pesada de la ojimarrón a sus espaldas.
Un poco más de atención y ella podría escuchar los grandes brincos que daba el corazón de la hermosa latina que estaba reposando a su lado.
Pero Lauren simplemente seguía ahí, recostada, sin decir nada, sabiendo muy bien que Camila estaba despierta.
Ninguna de las dos podían dormir, eran casi las tres de la mañana. Lauren daba pequeños suspiros, no sabía por cuál razón no podía dormir, pero sentía que no podía hacerlo, aunque cerrara los ojos, no podía concebir el sueño.
En cambio Camila estaba ahí, recostada, sobre la almohada, mirando como el cabello espeso y oscuro de la chica se extendía por toda la almohada, sin saber qué hacer, no sabía si la ojiverde estaba dormida o no podía dormir al igual que ella. El insomnio ya era común en Camila, aunque, claramente, cuando quería remediar su problema, recurría a cierto tipo de remedio por así decirlo; claramente esto involucraba a su...
De pronto la luz de una de las lámparas de buró fue encendida.
Camila, confundida, tan sólo miró como el cuerpo de Lauren dió un pequeño brinco, como si hubiese sufrido de un escalofrío.

—¿No puedes dormir?—Preguntó Lauren, rompiendo así el silencio y las grandes bocanadas de aire que la latina soltaba.  Dándose media vuelta quedando así delante de la ojimarrón. Camila tan sólo se dedicó a pasar saliva ante la pregunta de la chica de cejas gruesas y hermosas.

—No —Contestó y su voz resonó contra las cuatro paredes de la habitación. Sintiendo como sus ojos eran encandilados por la luz led que desprendía la lámpara.

—¿Por qué? —Cuestionó y acomodó su cabello detrás de su oreja. Lamiendo sus labios para remojar sus labios secos.

—Simplemente no puedo dormir bien, me he acostumbrado tanto al horario de la farmacia que ahora sólo puedo dormir hasta que amanezca —Musitó sintiendo como su rostro ardía al ver aquella imagen tan hermosa, plasmada por los mismos ángeles, traída del mismo cielo.

—Eso es... —Hizo una pausa—... Bastante triste.

—Bah, qué más da —Rió a lo bajo—, estoy acostumbrada, sabes.

—Pero es triste... —Procedió a destaparse, para posteriormente incorporarse y ponerse sus pantuflas. Estirándose como si de un gato se tratase, caminó hasta la puerta de la habitación, mientras que Camila, sin decir palabra alguna, le miró; era como tener al mismísimo demonio delante de sí, tentándola a cometer miles de pecados.

—¿A dónde vas? —Cuestionó Camila y Lauren tan sólo abrió la puerta.

—Tú sólo acompáñame. —Ladeó su cabeza apuntando hacia fuera de la habitación.
En realidad era como tener al diablo delante, era como si éste le estuviese diciendo «Anda, vamos a pecar». Obviamente, la carne era débil.
Camila se puso de pie y siguió a la ojiverde hasta la sala del departamento.

—Espera aquí... —Indicó la ojiverde, y Camila, como gran cachorro que era, esperó a su dueña en la sala de su propio departamento.
Mirando de un lado a otro. Jamás se había sentido tan ajena en su propia casa, se sentía como una invitada más. Esperando a que la anfitriona de la fiesta regresara para seguirle dando indicaciones.
No sabía el porqué, pero así se sentía. Era la primera vez que tenía aquella sensación. Aquel dolor de estómago, esos nervios, sintiendo cómo en sus mejillas había un cosquilleo. Sentía que sus piernas dejarían de servirle en cualquier momento. Mirando cómo sus manos temblaban, incluso sentía como su peculiar y evidente tic en el ojo izquierdo hacía acto de presencia.

—«Tranquila, Camila, todo está bien, no es como si fuese a pasar algo en especial esta noche, por favor, es sólo navidad» —Pensó y de nuevo se dedicó a sólo esperar a la ojiverde. Siendo bien cuando en cambio pudo haber prendido la TV y ver algo en ésta; pero no, Camila tan sólo esperó ahí, sentada en el sofá de la sala. Mirando como el arbolito de navidad aún resplandecía.
Sonriendo al recordar que aquella chica estaba consigo, le parecía que era un sueño, así lo sentía, como una fantasía, era bastante... Increíble.

Heridas; Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora