•3•

6.3K 448 236
                                    


Otro día nuevo. Otro día más en la vida de Lauren.
Mirando la luz del sol resplandecer su habitación a través de su ventana. Suspirando al saber que aquella pequeña bebé dormía tranquilamente mientras que ella dormía con el pendiente de que le pasara algo. Tener a un pequeño bebé a tu cuidado nunca es fácil, mucho menos si eres madre primeriza y nunca en la escuela te enseñaron a criar uno.
Lauren desde el comienzo sabía que sería una gran responsabilidad, sabía que todo su mundo cambiaría, sin embargo, a ella no le importo. Prefirió dejar la vida que tenía para darle vida a otro pequeño ser humano. Y sí. Tenía la opción de abortar a aquella pequeña criatura que había sido producto de una violación. Pero ella no tenía la culpa, aquellos pequeños hermosos ojos verdes no tenían la culpa.
Lauren la amó desde el primer momento que la tuvo en brazos, pero... Lauren se odiaba. Se odiaba por ser tan cobarde, por no poder ser como las demás madres. Todo por la estúpida ansiedad que sentía al estar cerca de alguien que no fuese el señor Carlos o Lucía.
Por alguna razón sentía que aquella persona le observaba de más, que le analizaba, que la criticaba. Que sabía todo su oscuro secreto... Todo su terrible pasado. Que sabía del origen de Beth...
Lauren no podía, no podía evitar sentirse así. Sentía que un nudo en su garganta se formaba cada vez que intentaba hablar con alguien. Incluso aquel nudo estaba presente cuando aquella chica hizo acto de presencia. Es por eso que normalmente su voz sonaba más grave y amarga al hablar. Sin embargo, con aquella chica no fue tan malo.
Recordó cuando Beth nació. El Dr del hospital estaba bastante preocupado por ella porque no había cruzado ni una palabra con él, todo lo que quería decirle, lo decía a través del señor Carlos.
Se levantó de su cama al ver que la cuna comenzaba a moverse debido a los movimientos de la bebé, yendo hasta ésta para ver como su hija se estiraba.

—Buenos días... —Saludó a la pequeña bebé que ya estaba abriendo los ojos.
La bebé percibió la voz de Lauren, después de parpadear unas cuantas veces por fin abrió los ojos por completo. Lauren con una gran sonrisa se inclinó y con su dedo índice comenzó a jugar con las manos de la bebé. Amaba hacer eso, sentir la suavidad de las manos de la bebé era tan tranquilizador para ella. Sentía una paz interior, como si nada más en el mundo existiese, sólo ella y su hija.
—Ojalá pudiese llevarte al parque...—Susurró Lauren a la vez que tomaba a la pequeña en brazos—... Seguro te encantaría. Mi madre me decía que me encantaba...

Y sin querer, aquel recuerdo sombrío de sus padres se vino a su mente.

—¡Tú no puedes estar embarazada! ¡Lárgate de mi casa! —Vociferaba aquel hombre que hacía llamarse el padre de Lauren.

—¡Michel! ¡Deja a la niña!—Aquella mujer trataba de detenerlo.

—¡Tú cállate mujer!—Exclamó mientras callaba a la mujer de un golpe, dejándola inconsciente frente a los ojos de Lauren.

Sintiendo como su cuerpo se estremecía por completo, sostuvo a su bebé con más fuerza contra su pecho, contagiando su miedo a la bebé, ocasionando que ésta llorase de inmediato.
Gracias al llanto de la menor logró salir de aquella burbuja de terror.

—Oh, mierda...—Maldijo Lauren al ver que había hecho llorar a la niña. Acunando a la bebé para hacer que su llanto disminuyera, también comenzó a cantar una pequeña melodía...

Some people want it all...

La pequeña bebé rió al escuchar a su madre.

But I don't want nothing at all

Heridas; Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora