Magic Bunny | jjk ✔️

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Mitsuny que desde pequeña sufría de ataques de asma. Era algo que le pasaba con frecuencia.Sus amigos en la escuela se burlaban de ella simplemente por eso, excepto un pequeño niño llamado Namjoon .

Un día la madre decidió sacarla a dar un pequeño paseo por la ciudad, tratando de que la niña viera las cosas maravillosas que tenía el mundo, que no todo era malo y que no se dejara llevar por un puñado de chicos insignificantes.

Decidieron entrar a una tienda de animales, donde obviamente habían de todo tipo, pequeños, medianos, grandes. La campana de la pequeña tienda sonó indicando la llegada de un nuevo cliente,Mitsu observo con detenimiento cada animal que allí se encontraba ,y justamente se quedó observando aquel pequeño y peludo amiguito ,tan blanco como las nubes y tan suave como un algodón de azúcar.

–Buenos días –dijo la madre después de llegar a la gran mesa y mirar todo lo que allí había–vengo por un animal,una mascota para mi hija ,pronto se acerca su cumpleaños y esta ves quisiera regalarle algo especial. –explicó.

La señora escuchaba atentamente cada palabra que decía la mujer.

–Creo que se lo que busca– miró a la niña , pensando en que animal le gustaría,luego se dirigió a la parte trasera en busca de el regalo perfecto. Al regresar la mujer traía en manos a un pequeño animalito, con ojos pequeños y cuerpo peludo, nada menos que un perro.–Este es perfecto para ella–indicó la mujer mirando al pequeño animalito.

–¿Te gusta ese Mitsu? –preguntó la madre atrayendo la atención de la menor. Ella negó con la cabeza y señaló el pequeño animal dentro de la jaula, la madre miró y se topó con aquel peludo amiguito –¿ese?–preguntó desconcertada,Mitsu asintió–¿no prefieres este? –la niña negó–¿podría traerme aquel conejito? –la mujer asintió y fue en busca de el, al regresar a la pequeña se le iluminaron los ojos, tal cual era su emoción–llevaremos este

–¿Segura? –pregunto la mujer, la madre asintió–si así lo desea, puede firmar estos papeles y puede llevárselo a casa –la mujer le extendió unos papeles que contenían el proceso de adopción de dicho animal, ante de firmar la mujer le dijo–este conejito es especial. El regalo solo se podrá apreciar verdaderamente cuando la chica cumpla veinte años–la madre hizo caso omiso a aquellas palabras, pues supuso que el regalo era el conejito, no había nada de extraño en eso.

La madre firmo y le extendieron la jaula con el animalito dentro.

–Mamá puedo llevarla en manos, se siente solo ahí dentro–dijo con su voz suave ;la madre asintió y la sacó de allí. Ella lo tomó en manos y la miro a los ojos–prometo cuidarte siempre, no importa lo que pase,siempre estaré contigo a partir de hoy somos amigos.–Mitsu lo vio sonreír o ¿simplemente fue su imaginación?.

Salieron de la tienda, la niña iba dando leves caricias sobre el pelaje blanco y suave de aquella criatura.

Luego de varios minutos llegaron a casa y la niña subió escaleras arriba hasta llegar a su habitación;puso al pequeño animal sobre la cama y se cambio de ropa.

Salió con una hermosa sonrisa en sus labios, se sentía feliz de que por fin iba a tener un amiguito que a pesar de no poder hablar, la escucharía , dormiría con ella y la haría olvidar de todo sus problemas.

Se acostó en la cama y puso al animalito sobre ella, brindo suaves caricias sobre su cabeza las cuales perecían gustarles, el conejito caminó hasta su cuello y se acurrucó allí, lentamente la niña se fue que dando dormida con una hermosa sonrisa en su rostro.

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–Eh, ¿Mitsu que haces?–preguntó aquel niño empujando a la niña, ella se encontraba pintando sobre aquel papel blanco un hermoso paisaje; donde se apreciaba un árbol en el centro y nubes blanca, con pasto verde sobre la tierra. Un hermoso dibujo sin duda. –¿que no escuchaste? –preguntó enojado–a ver que tenemos aquí–tomo la hoja y la miró con desprecio–pero si es un paisaje;pintas horrible–dijo con crueldad.

–Dame mi dibujo–dijo triste parándose de su asiento–por favor–suplicó en tono bajo.

–¿Y que si no te lo doy? , eh, ¿que harás? –la niña comenzó a sollozar apretando fuertemente sus puños, suplicando por el dibujo, era demasiado tímida para encararlo o mirarlo a los ojos–uyy la niña la comenzó a llorar–se burló, tomó el dibujo que con tanto esfuerzo había hecho y lo estrujó entre sus manos–aquí tienes tu feo dibujo–Sochi le tiró el papel a la cara y se fue riendo de ahí.

Mitsu solo tomo el papel del piso y cerró los ojos mientras lágrimas salían de sus lindos y pequeños ojos. Siempre se preguntaba porqué tenían que ser así con ella, nunca les hizo nada¿Tan malo era tener asma? pero siempre la molestaron. Era una chica solitaria, siempre comía sola, aveces maldecía por haber nacido, era tanta la presión y el estrés.

Después de un día agotador de clases , llegó a casa , sus ánimos habían bajado, después de aquel incidente la siguieron molestando incluso ese día le tiraron un jugo en su uniforme manchándolo y mojando su cabello. Había tenido un ataque y todos los niños se habían reído de ella

–¿¡Mi niña pero que te pasó!? –preguntó la madre al verla en ese estado tan deplorable, la niña negó–por favor mi niña dime ¿quien fue quien te hizo eso?–Mitsu la miro a los ojos–¿Lo siguen haciendo verdad?–ella asintió–mañana iré a la escuela hablaré con los profesores.

La niña se zafó de su agarre y salió corriendo en dirección a su cuarto ignorando el constante llamado de su madre, solo se sentían los pasos detrás de ella, cerro la puerta con seguro al entrar.

–Mitsu por favor, ábreme –suplicó su madre detrás de la puerta con su voz triste, la niña no contesto y se acostó en la cama a sollozar, quería desaparecer, quería que el mundo se destruyera por completo.

Sintió algo suave a su costado,se había olvidado por completo que tenía alguien que si lo escuchaba ,su pequeño amiguito,pero...¿Porque era una conejito y no un conejita?

A ella gustaban mucho que fueran de su sexo opuesto y el era perfecto ,pequeño,peludo y tierno.Blanco como como la luz pero ojos oscuros como la tristeza de su interior.

La madre dejó de insistir y se marchó,ella soltó un suspiro y se fue a cambiar de ropa y darse una ducha. A los pocos minutos regresó y se acostó.

–¿Porque todos me odian?–le preguntó al conejito como si pudiera responder–solo te tengo a ti–lo levantó en peso y junto su nariz con la del animal,una escena tierna sin duda.