twelve

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Gracias a los cuidados constantes de JunMyeon, la herida de SeHun se cerró satisfactoriamente y, aunque no había recuperado la fuerza en el brazo, pudo trasladar las gavillas que quedaban en los campos con una sola mano.

Recogida la cosecha y, ante la perspectiva del invierno, los colonos cambia-formas acostumbraban a viajar a la ciudad para comprar, vender y trocar sus mercancías y el excedente de su cosecha entre ellos mismos, y así reunir provisiones para los gélidos días invernales. SeHun y JunMyeon habían terminado de cargar el carromato y jeongyeon estaba bailando de emoción por el viaje, cuando JunMyeon expuso su caso.

—Tal vez sea mejor que no vaya contigo a la ciudad SeHun. —le dijo JunMyeon—. Debería quedarme aquí y cuidar de los animales. Si los dejamos junto al arroyo y el tiempo empeora, podríamos tener problemas.

SeHun lo miró. JunMyeon estaba pálido y delgado. Había trabajado con más ahínco que ningún omega que hubiera conocido, cuidándolo y realizando las tareas de la casa durante su convalecencia. Si alguien merecía unas vacaciones, ese era JunMyeon y además a su lobo interior no le agradaba para nada dejar a su omega ahí solo alejado de su lado, la sola idea hacía que su lobo aullé de dolor.

—No voy a dejarte aquí solo JunMyeon. —le dijo SeHun con voz firme.

—No estaba pensando en huir. —respondió levemente JunMyeon, no lo estaba planeando, pero si Jimin aparecía mientras SeHun estaba fuera, casi con toda seguridad se iría con él así su lobo se negaba a la idea. Vivir con SeHun era fuente de continuo sufrimiento para su corazón. Dejarlo sería peor, pero al menos no se sentiría amenazado por lo que podría pasar si seguían juntos, no estaría el temor de ver morir a SeHun si este correspondía sus sentimientos.

El lazo de sus lobos, logro hacer que el lobo de SeHun lograra leer el hilo de sus pensamientos, pero el lobo de SeHun aún no podía transmitir sus miedos a su lado humano, solo podía transmitirle su inquietud por lo que SeHun miro a JunMyeon con sospecha. ¿Estaría pensando en huir? Fue lo que pensó SeHun sin entender muy bien a su lobo. Era evidente que la idea se le había pasado por la cabeza a JunMyeon, si no ¿por qué había mencionado esa posibilidad? Daba igual. JunMyeon iría a la ciudad con SeHun y con jeongyeon, no iba arriesgarse a perderlo.

Park Chanyeol y su esposo los estaban esperando y, aunque SeHun era el primero en reconocer que los demás colonos lobos mirarían a JunMyeon con curiosidad, en cuanto comprendieran que estaba soportando una pesada carga, SeHun estaba seguro de que aceptarían su presencia.

—Vamos JunMyeon. —SeHun señaló hacia el carromato—. Ya he clavado las tablas en puertas y ventanas y no pienso quitarlas hasta que no volvamos.

—Podría dormir en el granero. —sugirió JunMyeon.

—Podrías subir al carro mejor. —dijo SeHun con firmeza. JunMyeon cedió e hizo lo que le decía—. Te sorprendería qué rápido olvida la gente, JunMyeon. —lo tranquilizó.

JunMyeon pensó en su hermanastro. Nadie olvidaba nunca que era mestizo, y nunca le permitían que lo olvidase, siempre estaban ahí para recordárselo ya sean humanos o lobos.

—Y a ti te sorprendería lo mucho que recuerdan. —replicó JunMyeon.

SeHun lo ayudó a subir al pescante y se encaramó a su lado mientras jeongyeon se apretaba entre ellos en vez de sentarse en el lugar que le habían preparado en la parte de atrás.

—Está bien JunMyeon. —dijo SeHun con un suspiro—. Como quieras. Nos alojaremos en casa de los Park y no tendrás que salir a la calle durante todo el tiempo que estemos allí.

Acto seguido, SeHun cerró la boca y fijó la vista en la carretera. Quería que JunMyeon lo acompañara y no solo porque temiera tanto perderlo sino porque se merecía descansar durante unos días, pero no se le había ocurrido que tratar con los lobos que lo habían condenado por asesinato tal vez no le pareciera divertido ni mucho menos gratificante. Aun así, era lo mejor que SeHun podía ofrecerle.

UN OMEGA INOCENTE-SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora