Chanyeol no tardó mucho tiempo en enterarse de dónde se alojaba el juez. El hombre estaba todavía acostado, pero ante la insistencia de Chanyeol, el omega del concejal envió un criado a despertarlo.
—Dígale únicamente que tengo la información que quería. —le instruyó Chanyeol mientras jeongyeon se asomaba por detrás para mirar dentro de la casa.
El alfa solo tardó unos minutos en regresar con la promesa de que el juez bajaría en unos instantes.
El omega del concejal condujo a Chanyeol y jeongyeon al salón, que daba a la balaustrada que bordeaba la fachada. Se preguntaba si la niña dejaría señales en sus preciosos muebles de madera de palo rosa, pero la pequeña parecía educada y el omega le dejó sentarse en una banqueta baja, siempre que no tocara nada.
Como Chanyeol no era un invitado, y no estaba acompañado de su esposo, el omega no le ofreció ningún refresco y fue a responder a una llamada insistente en la puerta en cuanto el juez apareció.
El alfa todavía se estaba metiendo la camisa por dentro de los pantalones cuando entró en el salón.
—Espero que no sea una falsa alarma Chanyeol. —gruñó Siwon mientras se sentaba en uno de los sillones para alfas, delante del sofá.
—Le aseguro que no. —dijo Chanyeol, rogando en silencio que la niña no enmudeciera por temor al desconocido que la interrogaba.
—Bueno, adelante, Chanyeol. ¿De qué se trata? —lo urgió el juez, elevando la voz a causa del parloteo insistente de voces de omegas en el vestíbulo. Deseaba poder golpear su mazo y exigir silencio, pero el ruido persistió incluso después de que Chanyeol empezara a hablar.
—jeongyeon tiene algo que decirle juez Siwon. —dijo Chanyeol, en voz más alta de la que había pretendido, pero era imperativo que el juez lo oyera—. Al parecer, estaba en la casa de los Lee el día en que su madre fue asesinada.
Se produjo un silencio inmediato en el pasillo. La puerta de la entrada se cerró con firmeza y el juez suspiró con alivio mezclado con impaciencia.
—Muy bien, niña. ¿Qué tienes que decir? —hablo Siwon a la niña mirándola fijamente.
Jeongyeon no estaba segura de querer decirle nada a aquel alfa. Era brusco y hablaba en voz alta, y no estaba segura de que no fuera a contárselo luego todo a la tía Irene. La tía Irene se vengaría de jeongyeon por hablar, aunque dijera la verdad.
Notando el recelo de la niña, Chanyeol intervino.
—Quiero que entienda, señor juez, que jeongyeon averiguó lo que sabe ella sola. Nunca ha sabido la razón por la que Kim JunMyeon fue a vivir a la granja a servir al alfa Oh dado que estaba en casa de sus abuelos durante el juicio y durante los primeros meses de la estancia de JunMyeon en la granja. Hasta que Irene no sugirió que jeongyeon fuese a vivir con ella a su casa, la niña no hizo su revelación. —detallo Chanyeol con la mayor sinceridad posible y bajando la cabeza en dirección ovalada para que el alfa mayor pudiera descifrar su verdad.
—¿Y qué dijiste exactamente? —el juez Siwon centró toda su atención en la niña captando la verdad en las palabras de Chanyeol, pero necesitaba estar más que seguro.
Jeongyeon sintió que sus entrañas se deshacían.
—Dije... —tragó saliva y se mordió una uña—. Dije que no quería ir a casa con la tía Irene. —no estaba segura de que aquel alfa hosco le agradara. No estaba segura de querer contarle nada. Apretó los labios.
El juez Siwon abarcó a Chanyeol con su mirada de exasperación.
—¿Y por qué no querías ir a casa con la señora Irene? —cuestiono con paciencia—. ¿No habías estado allí antes?
Jeongyeon se retorció. Se mordió otra uña y se ciñó la toca aún más sobre las orejas.
Intentó no llorar. No quería que aquel alfa la viera llorar.
—Contesta al juez Siwon, cariño. —la urgió Chanyeol con suavidad.
—He estado en casa de tía Irene muchas veces, pero no quiero seguir yendo porque... tengo miedo.
Con aquella admisión las lágrimas afloraron de sus ojos y se deslizaron por sus mejillas. El juez Siwon se metió la mano en el bolsillo, sacó un pañuelo y empezó a secarle las lágrimas. Tal vez no fuera tan malo después de todo, pensó jeongyeon mientras aceptaba el pañuelo y se sonaba la nariz.
—¿De qué tienes miedo? —preguntó Siwon con dulzura, y se metió el pañuelo en el bolsillo—. Yo diría que la casa de la señora Irene sería un buen lugar para vivir hasta que arreglemos las cosas con tu padre.
Jeongyeon sintió que el corazón se le subía a la garganta. Tragó saliva dos veces antes de atreverse a decir palabra. Si aquel alfa llamado juez no creía su historia, la enviaría a casa de la tía Irene.
Con genuina desesperación en la voz, dijo a voz en grito:
—Tengo miedo de que la tía Irene me empuje por las escaleras como hizo con mi mamá... y... y... —jeongyeon buscó desesperadamente algo más que decir. Porque, aunque que tiraran a alguien por las escaleras era bastante malo, la gente, sobre todo los alfas mayores, no pensaban que los omegas fueran muy importantes. Tenía que decir algo más—... y nunca había conocido a nadie que se llamara Juez. ¿Está seguro de que su mamá no quiso llamarlo Tuan?
Las dos frases, de contextos tan distintos, le dieron al juez qué pensar. Comprendió en seguida que estaba tratando con una niña y que debía persuadirla si quería que le contara su historia. Con una paciencia que habría admirado a sus coetáneos, el juez Siwon se esmeró y empezó a hacerse amigo de la niña explicándole la diferencia entre un alfa y un título de autoridad. Y aunque era dudoso que la pequeña comprendiera su premisa, agradeció la atención prestada y contestó educadamente.
Minutos más tarde, cuando Chanyeol le pidió a jeongyeon que le contara a su nuevo amigo lo ocurrido el día en que su madre había muerto, la pequeña consiguió relatar toda la historia, incluida la parte sobre las manzanas y el malestar que le habían producido.
—¿Estás segura de que Irene estaba en la casa? —inquirió el juez Siwon—. ¿Lo viste?
Jeongyeon se mordisqueó nuevamente el dedo, intimidada por la presión de las preguntas.
—Vi a tío Leeteuk cuando salió al pasillo con mamá y la tía Irene Estaba cojeando y arrastrando sus pantalones como si se hubiera hecho daño en la pierna o algo así.
Chanyeol y el juez Siwon intercambiaron una mirada. Los dos deseaban no tener que hacer aquellas preguntas y se alegraban de que SeHun no estuviera presente para oír las respuestas. sería muy humillante para un alfa tan fuerte como él oír como lo engañaron con un alfa de menor fuerza y rango.
—¿Y dónde estaba Leeteuk cuando tu mamá se cayó por las escaleras? —en aquella ocasión fue Chanyeol quien preguntó.
—El tío Leeteuk estaba entre mamá y la tía Irene cuando mamá empezó a bajar las escaleras. Luego se alejó por el pasillo hacia su habitación. Fue entonces cuando la tía Irene... lo hizo.
—¿Qué hizo, cielo? —le suplicó Chanyeol—. Tienes que contamos lo que hizo.
—Ya lo he dicho. —jeongyeon se mordió la uña. Empezó a sangrar.
—jeongyeon, ¿quieres que JunMyeon vuelva? —cuestiono Siwon.
***************
Muchos cap estoy subiendo 7v7r.
ESTÁS LEYENDO
UN OMEGA INOCENTE-SEHO
WerewolfKim junmyeon tiene la desdicha de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, al ser un omega nuevo en el pueblo de los lobos Goyan es acusado y sentenciado por la muerte de Kang Seulgi, una omega madre de una hermosa niña de 8 años y es...