Al tercer día, a SeHun le bajó la fiebre. Pidió agua, comida y más whisky. JunMyeon le dio lo que le pedía y SeHun se sumió en un sueño profundo y reparador.
JunMyeon, estaba agotado por lo que se quedó dormido junto a su cama.
Cuando se despertó, notó su mirada y, al levantar la cabeza, vio que estaba apenas a unos centímetros del suyo. Se puso en pie y al retroceder, tropezó con la banqueta en la que había estado sentado.
-Lo siento. No tenía intención ... Creo que me he quedado dormido. - se disculpó JunMyeon cuando SeHun pareció despertase por el ruido.
SeHun sintió fuego en el brazo. Diablos, todo su cuerpo estaba en llamas por culpa de aquella trampa roñosa. Pero la nebulosa de su mente se había disipado.
—¿Volviste por la trampa? —Le preguntó SeHun.
JunMyeon se sobresaltó ligeramente.
—Lo olvidé —reconoció—. Con tantas cosas, se me fue de la cabeza.
—No importa —le dijo—. Puedes ir a buscarla mañana.
—Está bien —accedió JunMyeon mientras cortaba un trozo del ciervo que cazo SeHun y lo añadía junto a una nuez de mantequilla al agua hirviendo.
Después de batir la mezcla hasta hacer una papilla, se la ofreció.
SeHun comió obedientemente, pero cuando terminó, comentó:
—Mañana quiero carne con patatas.
—Y las tendrás —prometió JunMyeon, sin molestarse en disimular el alivio en su voz.
JunMyeon se levantó antes del amanecer. Cuando SeHun se despertó vio la hoguera en la pradera y supo que JunMyeon estaba hirviendo los vendajes que había usado para su herida. Cuando el sol coronó los árboles, JunMyeon ya había preparado el desayuno y lavado los platos. Después, se fue a trabajar a los campos y sólo regresó un rato para almorzar.
A pesar de su debilidad, SeHun decidió hacer algo útil, si no en los campos, al menos en la casa. Aunque sólo podía usar una mano, consiguió poner una olla con patatas y salchichas al fuego. Acababa de caer rendido sobre la silla cuando la puerta se abrió de par en par.
—¡Lo sabía! Ya estás holgazaneando otra vez —la voz de Irene reverberó en la estancia—. Serás inútil. Vuelve al trabajo y deja de hacer creer a todo el mundo que estás enfermo.
SeHun se puso en pie de inmediato y sintió cierto mareo al moverse con brusquedad. Se aferró a la mesa para sostenerse justo cuando Irene retrocedía hasta la pared.
—¡SeHun! ¿Se puede saber qué haces aquí?
—Vivo aquí, Irene —le recordó SeHun con ironía, mientras calmaba a su lobo que quería arrancarle la cabeza a Irene por el tono que uso para dirigirse a JunMyeon—. ¿Qué es lo que quieres?
—Vine a asegurarme de que ese estúpido estaba haciendo su trabajo. ¿Dónde está?
—Trabajando en los campos. Ofrecer entre dientes insertando sus garras en la mesa, para no atacar a Irene, podría estar herido pero su lobo sabía que debía cuidar lo que es suyo.
Irene sonrió.
—Ya era hora de que dejaras de tratarlo como si fuera un fiel criado.
—Habría ido yo mismo, pero he tenido un pequeño accidente. - respondió SeHun con hostilidad.
—¿Qué ha pasado? —Irene, la mirada por la estancia, claramente molesta por que todo estaba limpio y ordenado.
—Una trampa oxidada Casi me arranca el brazo. - añade SeHun.
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UN OMEGA INOCENTE-SEHO
Hombres LoboKim junmyeon tiene la desdicha de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, al ser un omega nuevo en el pueblo de los lobos Goyan es acusado y sentenciado por la muerte de Kang Seulgi, una omega madre de una hermosa niña de 8 años y es...