Si era inteligente, SeHun buscaría al juez Siwon y le exigiría, sobrio o borracho, que revocara su sentencia y entregara al omega a Chanyeol y a su esposo Kyunsoo, con los que se había alojado mientras esperaban la llegada del juez y la celebración del juicio.
Pero en lo relativo a los omegas, Oh SeHun no era un alfa inteligente. No había duda de que necesitaba ayuda, ni de que la habría aceptado de cualquier alma del planeta antes que de JunMyeon.
Se preguntó cuánto tiempo aguantaría el omega a su lado antes de huir hacia la frontera. Personalmente, SeHun preferiría correr riesgos con los humanos antes que trabajar como esclavo de otro alfa. Bajó la vista y vio cómo JunMyeon arrojaba su atado a la parte de atrás del carro. Estaba a punto de meterse dentro cuando su voz lo detuvo.
—Sube al pescante conmigo —le ordenó SeHun con brusquedad—. No quiero llegar a casa y ver que te has ido.
Arreó a los caballos mientras JunMyeon se encaramaba al asiento. El carromato tropezó con todos los baches del camino que partía de la ciudad.
JunMyeon estaba sentado al borde mismo del pescante, manteniendo la mayor distancia posible de SeHun. Con cada sacudida, SeHun esperaba ver caer al omega bajo las ruedas o saltar y huir a través del campo. Tiró de las riendas y detuvo el carro.
—Mira, Kim JunMyeon, no quiero ser responsable de tu muerte ni por accidente ni por un estúpido intento de huida. Ahora siéntate como es debido o me veré obligado a atarte en la parte de atrás del carro.
JunMyeon le lanzó una mirada cargada de veneno, pero se concedió un poco más de espacio. Viajaron durante toda la tarde, haciendo un alto únicamente para dejar descansar a los caballos y beber un poco de agua fresca en los arroyos caudalosos.
Los ojos de JunMyeon otearon el horizonte. Cómo anhelaba poder ver a su hermano. Pero Jimin había ido a reunirse con la familia de su madre y no era probable que hubiese tenido noticias del aprieto en el que estaba metido ahora. Todavía conmocionado y confuso por la situación que había provocado su condena, Kim JunMyeon trató de pensar en otra cosa que no fueran las circunstancias absurdas en los que se hallaba.
SeHun metió la mano en su macuto y sacó un trozo de pan y queso. Se los entregó.
—Mastica despacio —la advirtió SeHun—, y haz que dure. No tenemos nada más hasta que lleguemos a casa.
—Casa —repitió JunMyeon, como si la palabra le resultara nueva.
—¿Qué has dicho? — inquirió SeHun algo escéptico.
—He dicho casa. No recuerdo haber ido nunca a casa. — respondió JunMyeon con timidez, mientras su lobo interior movía alegremente la cola ante la imagen del calor del hogar.
SeHun elevó las cejas, su lobo también parecía compartir las mismas emociones que las de JunMyeon, pero eso a SeHun no le gustaba.
—No me digas que no has tenido un hogar en alguna parte.
—Mi padre era un alfa que fue abandonado cerca de una cabaña humana, fue adoptado por ellos y fue profesor. Cuando era pequeño solíamos vivir en un edificio de la escuela humana. Tal vez si mi madre hubiese vivido habríamos tenido una casa de verdad cerca de estos bosques o por lo menos en algún pueblo de los cambia-formas, pero después de su muerte, mi padre decidió que tenía vocación de educar a los humanos y no teníamos contacto con los lobos, mama era quien había vivido con ellos, pero papa no así que nos quedamos en el mundo humano. Estuvimos en una casa con una mujer humana durante un tiempo. Fue la madre de mi hermanastro.
—¿Por eso mataste a Seulgi? —preguntó SeHun sin apartar los ojos de la carretera—. ¿Porque estabas celoso de su hogar?
Sus palabras fueron como un jarro de agua fría para JunMyeon.
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UN OMEGA INOCENTE-SEHO
WerewolfKim junmyeon tiene la desdicha de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, al ser un omega nuevo en el pueblo de los lobos Goyan es acusado y sentenciado por la muerte de Kang Seulgi, una omega madre de una hermosa niña de 8 años y es...