Hasta que llegaste a mi mundo

Siempre serás tú.

Pov Calle.

Es que en verdad soy un estúpida de lo peor, no sé porque siempre termino haciendo cosas que no debo, que puedo yo hacer para que todo lo que en estos momentos me está pasando se solucione, que puedo hacer para que Poché vuelva a mi, y lo más importante, que hacer para que la noticia que Matu me acaba de dar sea mentira.

Eran las dos de la tarde y yo estoy apunto de tomar un vuelo hacía Colombia, en verdad es ahora o nunca ya pronto empieza mi torneo y una vez empezando yo no tendré tiempo ni para mi.

Mis pensamientos me llenaron una vez más la mente, mientras yo veía a toda la gente que se reía junto con su familia yo iba ahogándome en mis lagrimas al no poder creer lo imbécil que siempre soy.

Llegue a Colombia y solo quería dormir el vuelo estuvo muy pesado y mi cuerpo me lo estaba reclamando de gran manera.

Me desperté como 10:30 de la noche sin saber nada de lo que pasó en todo este tiempo, mientras bajaba a la cocina a ver si había algo para que cenara le mandé mensaje a los chicos, avisando que ya había llegado y estaba en casa.

-Que bueno Calle- me respondió Lucia

-Mañana te vamos a ver- dijo Laura

Después de hacerme un sándwich subí de nuevo a mi habitación estaba viendo Enredados cuando escuche el timbre.

Pero quien será, no hay nadie que me pueda venir a ver a estas horas.

Bajé y abrí la puerta, era Poché. 

Sin ella dudarlo se abalanzó hacia mi y me comenzó a besar desenfrenadamente, cerré la puerta tras de nosotras y la cargué en mi regazo, esa danza que sus labios y los míos hacían era tan perfecta, sus labios habían sido hechos a mi medida y los míos a los de ella. Subimos las escaleras aun con Poché en mi regazo la deje en la cama y me separé de ella.

-¿Estás segura?- le pregunte antes de seguir.

-Si Calle, vuélveme hacer tuya- me respondió.

Sin esperar otra palabra más la cargue y me senté en la esquina de la cama con ella en mis piernas, Dios que bien se sentía esto, porque sabe tan bien cuando estoy con ella.

Le quite la playera que ella tenia y vi sus pechos, ella no traía brasier, y me regalo una imagen tan bonita, sin dudarlo un poco lleve uno de ellos a mi boca, solo podía escuchar sus jadeos los cuales me excitaban y hacían que lo siguiera haciendo. Sin soltar su pecho desabroche su pantalón, metí mi dedo pulgar, con el empecé acariciar su clítoris, solo podía escuchar sus gemidos y estos hacían que mi amigo comenzara a despertar, la dejé sobre la cama y baje sus pantalón hasta quitarlo. Que belleza de imagen tenia en mis ojos, en verdad que era muy linda y eso me ponía como sopa Maruchan, Bien caliente. Baje mis pantalones hasta  mis rodillas y saqué un condón que traía en mi cartera, me lo coloque y lo introduje en ella, comencé con movimientos suaves, los cuales fui aumentando según  sus gemidos hasta el punto que mi respiración comenzó a faltar y lo único que salía de mi eran gemidos estaba apunto de venirme, pero quería que esto no fuera tan poco salí de ella y baje, con mi boca le quite todo tipo de fluidos y mi lengua masajeaba sus clítoris, que lindos sonidos que regalaba vi como se comenzó a retorcer, señal de que su orgasmo ya viene no paré con mis movimientos, ella se estaba viniendo cuando volví a entrar en ella, era todo gemidos y ruidos de placer no podía creer que esto estuviera pasando, llego mi orgasmo y junto con ella nos recostamos en la cama.

Me desperté por el ruido de la televisión, no puedo creer que solo haya sido un sueño, un sueño que hizo que la extrañará de gran manera en ese momento. Me levanté de la cama y fui a lavarme la cara para que se me bajará un poco la calentura, agarre mi teléfono y pasaban más de 12, me volví a recostar en la cama sin antes quitarme el pantalón y los calcetines para dormir más cómoda.

Al día siguiente que me desperté, me bañe y salí al súper por comida y un poco de despensa para esta semana ya que no tenía nada en mi casa. Llevaba un poco de verdura, carne, fruta, yogurt, leche y jugo, solo lo indispensable.

📞Hola, Daniela Calle.

📞Ush, deja la formalidad, soy Laura, estamos a fuera.

📞Dame 10 que vine a traer el súper.

📞Okay aquí te vemos.

Estaba a punto de llegar a casa y vi muchas siluetas conocidas, entre esas estaba la de Poche, si vino. Supieré

- ¡Calle! - grito Laura cuando me vio bajar de mi auto.

- Valla que me extrañaste.

- obviamente tonta.

Mientras saludaba a cada uno los abrazaba, ya que los extrañaba de sobre manera.

Cuando llegué con Poche no pude evitar también hacerlo, no quería soltarla me transmitía tanta paz que podía quedarme así todo el tiempo, todo la vida, toda la eternidad.

- Te extrañé - me susurró provocando un escalofrío.

- Yo también, bonita - me separé y bese su frente. - Vamos a dentro - abrí la puerta permitiendo que todos entren.

Entre risas, y diversión hacíamos la comida Pau y yo, no parabamos de reír al contarme sus vacaciones con Juanpa, que dudo que se hayan aburrido.

- Es que te lo juro Calle, el francés de Juanpa no era francés, todos nos miraban raro y yo no podía con la pena, tuve que hablar yo porque de verdad no podía.

- Es que también, estás viendo que el joven apenas y habla español y quieres que hable francés.

Sin parar de reír terminamos de cocinar salimos y todo se sentaron a la mesa, Poche quedó frente a mi y no pude evitar sonreírle, ella me regreso la sonrisa.

En el almuerzo nos estábamos poniendo al tanto de todo lo que pasó en este tiempo que yo no estuve, el equipo de básquet al parecer se iba a nacionales, el de americano de Sebas tenían una muestra para los de la NFL y eso me emocionaba por mis amigos y por supuesto que por mi hermano.

- Y tú Calle cómo vas con tu novia Matu - pregunto Mario con una ceja enarcada, tratando de retarme.
Pero que le pasa a este imbécil.

- Pues mira, no es mi novia - sonreí fingidamente - solo somos amigas y hasta ahí.

Voltee a ver a Poche que sin dudarlo tenía una mueca de dolor. Sonó el timbre de la casa haciendo que el ambiente se volviera menos tenso.

Eran mis padres, los invite a pasar, todos nos fuimos a la piscina a jugar en la mesa que tenemos ahí.

Vi como Poche se levantó para ir hacia la casa y sin pensarlo la seguí.

Entre a la cocina igual que ella y mientras se servía agua yo la observaba, no pude evitar pensar en el sueño de ayer.

- Que me miras - preguntó

- Nada, solo que te extraño.

- Por favor Calle, si me extrañarás no te hubieras acostado con ella - me dijo mientras se reía, pero poco a poco cambio a mueca de decepcion.

- Poche, estaba borracha, entiende, no te e olvidado, y muy bien sabes que siempre serás tú, y no necesito a alguien para olvidarte porque claramente no lo conseguiré.

- Pues ya no te creo nada Calle, creo que lo mejor será que nos quedemos como amigas y cada quien sea feliz por su parte.

- Lo acepto, solo porque... No nada olvídalo.

Solo levantó los hombros y salió de aquí.