Yo tuve la culpa

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Pov Calle

Una vez que termine que entrenar me metí a las duchas, quede con Poché de ir almorzar juntas. Estaba apunto de subir a mi auto pero su mano me detiene. ¿Qué hace ella aquí? ¿A caso busca venganza?

–Daniela tenemos que hablar.

–Yo no tengo nada que hablar contigo, eres muy estupida al estar perdiendo tu tiempo conmigo, por favor déjame ir, suficiente daño hiciste, tanto a mi como a nuestra relación de amigas que teníamos, déjame y aléjate de mi, no te quiero volver a ver cerca nunca más, espero que encuentres la felicidad y no lastimes a quien te ama–fue lo último que dije para dejar atrás a Laura.

Llegue al Bufete de mi padre y Poché ya me estaba esperando fuera.

—Hola amor ¿como te fue hoy?–pregunto ya dentro del carro.

—Hola, bien princesa, y a ti–me acerque a darle un pico en sus labios.

—También–arranque el auto para ir al restaurante donde solemos almorzar durante el camino había un silencio, pero no incomodo.

—Amor hoy saliendo del entrenamiento me encontré con Laura–me volteó a ver–quería hablar conmigo pero le dije que estaba perdiendo su tiempo y la deje hablando sola–me sonrió y empezó a mover la cabeza.

Estábamos esperando la comida cuando escuchamos, disparos.

—Ven amor vamos abajo de la mesa–nos metimos dentro de esta y los demás nos siguieron.

—¡OKAY QUEREMOS BILLETERAS, TELEFONOS Y CUALQUIER OBJETO DE VALOR QUE CARGUEN CON USTEDES, SOBRE LA MESA, LAS MANOS LAS QUEREMOS EN SUS NUCAS, CUIDADO CON AQUEL QUE NOS ENGAÑE!–grito uno de ellos y así lo hicimos.

Cuando pasaron por nuestras mesa vi que uno de ellos se le quedo viendo a Poché, "depravado" pensé. Se le fue acercando y yo veía que ella tenía bastante miendo.

—Pero mira que mujer tan más hermosa, como estas mamacita, no te quieres divertir un poco–Poché derrabama lagrimas y me partió el corazón.

—Sueltala imbécil, a ella no la tocas–salí de donde estaba, dos hombres me tomaron por mis brazos y el otro me empezó a pegar. Empece a escupir sangre por la boca, ya no soportaba el dolor, mi cara y mi abdomen estaban más golpeados que un costal de box, mis pómulos, costillas y boca me dolían de forma indescriptible.

—¡VAMONOS QUE YA LLEGO YA POLICIA!–y sin más me soltaron.

Cuando caí en el piso quedé inconsciente lo último que sentí fue un golpe muy fuerte en mi cabeza, y alguien que me gritaba, no puede diferenciar su voz, pero estoy segura que era mi amor.

Pov Poché

—¡No, no, no, Calle no!

Me acerqué a ella, la sostuve en mis piernas y empecé a acariciar su rostro.

—Señorita buenas tardes, soy Johan Vera, soy médico, me permite revisar a la señorita–yo accedi y le aleje de Calle.

—Los paramedicos ya vienen en camino–informó un mesero 

Cuando llegaron los paramédicos, reconocieron Johan.

—El pulso está demaciado débil tenemos que llevarla al hospital de inmediato–les informó Johan—Señorita se va con nosotros–asenti.

Cuando llegamos al hospital ingresaron a Calle ha terapia intensiva, me tuve que quedar en la sala de espera.

—Señorita buenas tardes, me podría decir donde hay algún teléfono–le pregunte a la recepcionista, ella me extendió es local.

Hasta que llegaste a mi mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora