Yate

896 42 2
                                    

Pov Calle

Me desperté por los rayos del sol que apenas iluminaban mi cara.
Siento una revolución dentro de mi estómago, como cuando tus padres te dan una de las mejores noticias, o cuando conoces a tu primer amor, así era como me sentía.

Mi amor seguía durmiendo, hoy vamos a estar en un yate que reservamos ayer por la tarde, antes de ir a un restaurante.

En ese lugar había una pareja de esposas, Alba y Dulceida, nos contaron que tenían muy poco estando casadas y estaban planeando un hijo.

Hablando de hijo.
"AYER NO ME PUSE CONDÓN CUANDO ESTUVE CON POCHÉ"

— ¡NO ME PUSE CONDÓN! – grite provocando que Poché despertase.

— Hay, ¿que pasa?, ¿por que gritas? – me pregunto fastidiada.

— Poché, amor, a-ayer no me coloque condón.– lo dije provocando que saltara de la cama.

— ¡QUE! – grito y se llevo su mano derecha a su vientre.

— Tranqui bonita sabes que ya tenemos una casa, y recibimos un sueldo, todo va a estar bien si es que estamos embarazadas – le guiñe el ojo para que se tranquilizara, me coloque en la orilla de la cama y ella se sentó sobre mi.

— ¿Como te gustaría que se llamara?

— Jaja, amor aun no sabemos si estas embarazada y tú ya estás pensando en un nombre – la vi con cara tierna.

– Es bueno ir pensando – asenti.

— Si es niño: Bambi – le respondi a Poché y me vio con cara de pocos amigos.

— Ya te estoy hablando enserio.

— Esta bien. A ver. Si es niño: Daniel Salomón. Y si es niña: Fernanda.– le contesté.

— Buenos nombres.

— Y tú.

—Si es niña: Valentina. Y de niño me gusta el nombre que le dijiste tu.

Me acerque a su boca y empezamos una danza con nuestros labios, delineó mi labio inferior con su lengua pidiendo acceso, abri un poco mi boca para que su lengua se encuentre con la mía.

— Eres hermosa – susurre, una vez que nos separamos por falta de aire.

— Tú eres más.

Y así fue como comenzó una pelea por ver quien era más, hermosa.

...

Termine de ducharme y era el turno de Poché.

Tome la parte de arriba de un traje de baño de manga larga azul marino, un short  blanco y mis aqua shores negras, termine y fui al teléfono para pedir servicio al cuarto.

Cuando Poché, salio ella vestía, un vestido blanco de playa, el cual trasparentaba un poco el bikini que traía de bajo y al igual que yo, sus aqua shores.

Después del rico desayuno, bajamos a caminar un poco por la orilla del mar, faltan 20 minutos para que subamos al yate.

Poche se introdujo un poco al mar y yo iba detrás de ella.

— Esta vsita es increíble – hablo Poché

— Tienes mucha razón – respondi mientras posaba mis brazos al rededor de su cintura.—Pero la que yo tengo es mucho mejor.–le dije a Poché y esta soltó un risita se volteo a verme y me dio un beso.– Vamos amor se nos está haciendo tarde.

...

Cuando llegamos a la orilla del muelle donde descansaban los barcos, encontramos de nuevo a las chicas.

Hasta que llegaste a mi mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora