Hasta que llegaste a mi mundo

Dime qué es mentira.

Pov Poche.

En verdad lo único que quería era correr a sus brazos y besarla, besarla como antes no lo había hecho, besarla hasta que nuestra respiración cesará, besarla hasta que me cargará en su regazo para llevarme a la habitación, besarla hasta que me haga suya, besarla para todo lo que había pasado se quede en el pasado, pero eso tardará.

Era el último día de Calle en Bogotá, estaba apunto de irse, sinceramente la iba a extrañar, hay algo de ella que me falta y no dudo que sea su calidez, su sensatez, sus ganas de luchar por lo que ella quiere, pero se va, y volvemos a la realidad, realidad que aunque no quiero es lo que hay, realidad dónde ella regresa a Los angeles con Matu y yo me quedo aquí, sola de nuevo.

Les voy a contar un secreto que estos últimos días andan sucediendo y tiene que ver con Mario, si Mario mi amigo, de verdad no sé cómo interpretar lo que me está pasando, pero seré lo más específica posible. Desde hace aproximadamente dos semanas Mario a estado muy junto a mi, o sea seduciendome, a veces me da miedo de que nos puedan ver y le cuenten a Calle, digo, yo sé que ella ya está con Matu pero de cierta manera siento que me sigue perteneciendo y no la quiero soltar, o que se aleje por Mario y dejarme ser feliz.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que estaban tocando la puerta de casa, sabía que era Calle que venía a buscarme para ir a comer con los chicos.

- Hola, guapa - me dijo Calle dandome un tierno beso en la mejilla.

- Hola - le respondí con una sonrisa y un poco roja de la cara.

De camino al restaurante sonaba "Perfecto - One direction" No puede evitar sonreir porque esa canción me la dedicó Calle un día que estábamos de crucero por el río Sena.

La voltee a ver y ví que ella me veía con una sonrisa enorme.

- ¿Recuerdas? - solo asentí.

Llegamos al restaurante y como suele suceder este era más que elegante.

Entramos con nuestros brazos entrelazados y no puede evitar ver la cara de Mario enojado, que le pasa de verdad no entiendo nada, nos sentamos y mientras el mesero venía nos integraron a su plática.

Pov Calle.

Era poco más de más 3 de la tarde, mi vuelo salía en punto de las 9 de la noche, salimos del restaurante rumbo a mi casa para ir por mis maletas y despedirme de todos.

Subí las maletas a la camioneta no pude evitar sonreir con melancolía al ver que ya no estaría más aquí en mi tierra natal y que a mis amigos y familia ya no los vería más.

Subimos todos a la camioneta y nadie hablaba, solo se escuchaba el sonido de la ciudad en punto de las seis. Llegué al aeropuerto y baje las maletas fuí hacer mi Checking mientras mis amigos me esperaban.

Al regresar tenía que ir a mi sala de espera, compré un café y me senté a esperar ahí, nadie hablaba de verdad eso más que ser incómodo me sentía un poco molesta. Poche y Mario estaban muy cariñosos, pero sinceramente no le tome mucha importancia.

Mis amigos se comenzaron a despedir, me comenzaron abrazar. Llegué con Poche, la abrace de una manera que nadie me a abrazado, me separé y me quedé viendo sus labios no puede evitar extrañarlos, le dejé un beso en la frente y se retiraron.

Tenía ganas de ir al sanitario, así que entre. Al salir de este Poche estaba afuera no esperaba verme ahí su rostro mostraba sorpresa, me acerque y pegue mis labios con los de ella, mis labios se complementaban con ella como si ambos hubiesen sido hechos por el mismo molde, delinee su labio inferior con mi lengua permitiendome ella el paso. La cargue y la dejé sobre el lavamanos apreté su cintura contra mi permitiendo que ella me sienta, me separé de ella por falta de aire.

- Te extrañaré con nunca - me dijo. Pegue mi frente con la de ella y la miré.

- Yo igual bonita, te amo - deje un pico en sus labios, y me separé de ella - es hora de irme.

Salí del baño y fui de nuevo rumbo a la sala de espera.

Aborde el avión deseando nunca haberme acostado con Matu, ya que enfrentaré mi verdad. Saben algo ella me dijo que... Bueno les contaré cómo fue mejor.

*Flash black*

Estaba empacando mis cosas para irme a Colombia, eran poco más de las 12 de la noche. Oí el tiembre del apartamento sonar y fui abrir, era Matu.

- Calle, te tengo que decir algo.

- ¿Qué pasó Matu?

- Estoy embarazada.

-¿!QUE!?.

- Si Calle, tengo dos semanas de retraso y ante ayer me hice la prueba, me salía positiva, pero una vez leí que podían salir defectuosas, entonces ayer fui hacerme una prueba de sangre y salió positiva. - me dió el sobre que contenia los resultados.

Los abrí y era cierto ella estaba embarazada.

- Solo puede ser tuyo porque no e tenido relaciones sexuales con alguien más que tú.

- Pero Matu, yo siempre me cuide.

- No Calle, la última vez que lo hicimos de lo borrachas que estábamos no te pusiste condón y yo no me tomé la pastilla del día siguiente.

- Esto no puede ser.

- Si que puede ser Calle, o sea es tuyo, y de eso no hay duda.

- No Matu, por favor dime qué es mentira.

- Calle ahí están los resultados que esperabas.

- Pues que fueran mentira, Matu yo no te amo, como pretendes que vamos a cuidar a este niño, si tú y yo no estamos juntas, no nos amamos, de verdad, como pretendes.

- Lo siento Calle, pero yo si te amo, y no te estoy pidiendo que te cases conmigo, solo pido que respondas por tu hijo y que no me dejes sola en el proceso.

- Si Matu no te dejare sola, pero juntas no podemos estar.

...

Desde ese día Matu y yo vivimos juntas, de cierta manera me siento con la responsabilidad de cuidarla, ya que ella traer a mi hijo.

No le dije a nadie por temor a lo que fuera a pasar, estuve apunto de decírcelo a Poche, pero ya la regué mucho y no iba a soportar volver hacerlo.

Llegué a Los angelen como a las 9 del siguiente día.

- Amor llegaste - me dijo Matu

- Ya habíamos hablado sobre eso Matu.

- Si, si, perdón.

- Me voy acostar, no me molestes, por favor.