Luna Roja [✓] [EN FÍSICO]

S2. Intriga

Quise marcharme lo más rápido que pude y regresar al palacio. Al final, ya tenía en mis manos lo que tanto había estado buscando.

Me alejé de todos para encerrarme en mi habitación y estar a solas con ese curioso libro que ha llamado tanto mi atención. Llevo noches sin dormir bien, pensando en el contenido. Acaricié ese diminuto círculo que aparecía en el lomo y parecía tener luz propia. Es idéntico al que me mostró el espejo. No creo en las casualidades.

Me senté frente al espejo de vanidad y examiné el exterior del libro. Se siente pesado. Luego me propuse mirar el interior. Por dentro, da la impresión de ser un manuscrito, por lo ornamental de cada letra capital. Las páginas son mucho más gruesas que los libros que acostumbro a leer. A medida que voy ojeando, hay diversos dibujos de criaturas extrañas. Ese olor peculiar a humedad estaba impregnado en cada página.

El dibujo que más llamó mi atención fue el de una serpiente enroscada en una espada. La tinta se veía corrida, aunque no sabría decir si fue a propósito, pues daba la impresión de que un líquido goteaba del filo, como si la serpiente estuviese herida. A medida que leía, más intrigada me sentía:

En tiempos inmemorables surgió un gran conflicto entre el bien y el mal. La luz contra la oscuridad, ángeles contra demonios; lumbreras contra sombras. Nadie sabe el motivo del conflicto, pero sí se sabe que hubo destrucción y caos.

En una ocasión, en un remoto pueblo, dos criaturas luchaban una contra otra. La criatura de luz hirió de gravedad a la serpiente de la oscuridad y pensando que la había acabado se marchó. La gran serpiente se ocultó en un castillo abandonado y poco a poco fue recobrando sus energías y recuperándose de sus heridas.

Con el tiempo el conflicto terminó y poco a poco las cosas volvieron a la normalidad, lo sucedido pasó a ser historia, la historia se convirtió en leyenda y la leyenda en mito; pero aun así, los aldeanos no se atrevían a acercarse al castillo.

Con el pasar del tiempo alguien comenzó a habitar el castillo. Era una mujer hermosa a la vista, de complexión pálida y de cabello platinado. Nadie sabe de dónde llegó esa mujer, pero poco a poco comenzaron a suceder cosas extrañas en los alrededores. Comenzaron a aparecer animales muertos cerca del castillo y algunos aldeanos comenzaron a desaparecer.

Todo cambió el día que uno de los aldeanos regresó contando que vio a la mujer pálida transformarse en una gran serpiente y devorar a otro aldeano. Esta era prueba suficiente de que la historia era verídica y no un cuento de hadas, así que los aldeanos divisaron un plan; para poderse deshacer del espíritu del castillo debían primero debilitarlo.

El chamán de la aldea encontró un hechizo en un viejo libro, que consistía recitar algunos encantos que provocaría que parte de la fuerza vital del demonio le fuera arrancado de sí y esta energía podría ser depositada en un recipiente viviente; una aldeana embarazada ofreció su vientre cargando su hija aún por nacer para guardar esta energía.

Llegó el día en que llevarían a cabo su plan. Los aldeanos llegaron al castillo portando antorchas y armas caseras, la mujer pálida les recibió en el portal y calmadamente les preguntó qué se les ofrecía, los aldeanos guardaron silencio, pero de alguna manera la mujer pálida comenzó a explicar en detalle el porqué el plan de hechizarla no funcionaría. En ese momento todos entendieron que se trataba de una bruja muy poderosa al poderles leer la mente y comenzaron a correr hacia ella para atacarle. La mujer pálida se escondió detrás de una nube de niebla oscura y espesa, poco a poco la niebla comenzó a cubrir a los aldeanos y utilizando la protección de la misma la bestia comenzó su ataque. Ahogado entre los gritos y los lamentos de los aldeanos, el chamán logró recitar su encanto lo que causó un alarido de dolor por parte de la bestia.

De repente toda la niebla se concentró en una esfera y la misma se le adentró en el vientre a la mujer embarazada, la mujer cayó al suelo gritando aferrada a su vientre; mientras gritaba una enorme serpiente se enroscó alrededor de su cuerpo y recitó un hechizo en voz alta:

“Incontables serán tus días, interminables serán tus vidas, tu existencia será un ciclo sin fin; hasta que algún día tu esencia vuelva a mí.”

Habiendo recitado estas palabras, la mujer embarazada recibió una quemadura en el área de su vientre que rápidamente se cicatrizó. La serpiente soltó a la mujer y elevó su rostro muy alto dejando su cuerpo en el suelo, sus ojos comenzaron a brillar con un color rojo intenso y, por alguna razón, los aldeanos comenzaron a atacarse los unos a los otros.

El chamán entendiendo que la serpiente estaba utilizando sus poderes para controlar a los que le rodeaban, ordenó la retirada de todos del lugar; después de todo, habían logrado su cometido. La bestia no se atrevería a atacar a la aldea sabiendo que podría ser hechizada nuevamente. Un tiempo después, la mujer atacada dio a luz a una niña y curiosamente la marca que había sido dejado en su madre se había transferido a ella como por arte de magia.