S2. Ternura

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Lo último que recuerdo fue el rostro de Viktoria luego de ver a Isabel. Cuando desperté, había un silencio sepulcral en la habitación. Estaba sola, acostada en la cama de Viktoria, arropada hasta el pecho, pero no veía el bulto de mi panza. No sentía dolor alguno, solamente sentía entumecidas las piernas. 

Salí de la cama, levantando mi batola, la cual no era la misma que llevaba anoche. Es desconcertante no tener esas marcas y estrías que me salieron durante el embarazo. No sé cómo han desaparecido de la noche a la mañana. ¿Viktoria habrá tenido algo que ver? 

Procedí a ducharme, antes de ir en busca de mi hermana y de Viktoria. No puedo esperar para tenerla en mis brazos. Todavía me cuesta creer todo lo que ha pasado, todo se siente tan reciente. No entiendo cómo mi cuerpo se siente tan bien luego de esas largas horas que tuve de fuertes contracciones y sangrado.

Fui en busca de ellas por el castillo. A medida que bajaba un escalón, alcanzaba a oír la voz alterada de Viktoria más clara. Jamás había visto a Viktoria despeinada, tampoco tan histérica, tiende a ser muy reservada, seria y mantiene la compostura.

Deseaba preguntarle qué le sucedía, hasta que vi a Isabel y casi sufro de un infarto. No podía explicarme cómo Isabel se veía un poco más grande. Si no fuera que yo misma la he dado a luz, podría jurar que aparentaba ser una niña de un año. No estaba caminando, de hecho, estaba sentada en el suelo, como lo haría cualquier niño, rodeada de ollas y golpeándolas pausadamente con un pedazo de madera, a pesar de que Viktoria la estaba regañando. Su cabello se veía sedoso y corto, pero ya no era blanco completamente, tenía pequeños mechones marrones igual que mi cabello. Por primera vez vi sus ojos abiertos, pero no eran lo que esperaba. Eran de un tono púrpura claro, algo que no sé de dónde o de quién lo sacó, pero es hermoso. Encajan tan perfectamente con su tono de piel. Dejando todo eso a un lado, me encantaría saber qué está ocurriendo aquí. 

Me acerqué despacio e Isabel comenzó a gatear en dirección a Viktoria y ella se alejaba, como si de un virus se tratase. Cuando se vio acorralada ella misma, por haber retrocedido hasta la nevera, volvió a fruncir el ceño. 

—¡No te atrevas a acercarte a mí, criatura!

Isabel hacía caso omiso a las advertencias de Viktoria, continuaba gateando hacia ella y haciendo una risita que, cualquiera diría que lo hacía con intenciones de provocarla. No sé por qué se me estremeció el alma de ternura. A pesar de sentirme desconcertada, extrañamente me causaba mucha emoción verlas juntas.

—Tú… — Viktoria se dio cuenta de mi presencia—. ¿Cómo te atreves a dejarme sola con este paquete? — me reclamó con disgusto. 

Aunque estaba consciente de que se oía muy alterada y molesta, no pude evitar reírme de ella. 

—¿Qué te da tanta gracia? Esa cosa peluda ha estado curioseando y haciendo de las suyas. ¿Cuándo planeabas despertar? 

—Lo dices como si hubiera dormido mucho. 

—Has estado cuatro semanas más desconectada del mundo. 

—¿Qué? ¿Cuatro semanas? — ¿Acaso siempre será así?

Isabel se olvidó de Viktoria tan pronto me vio y gateó muy rápido hacia mí, como si me hubiese reconocido. La tomé en mis brazos y su cuerpo se sentía pesado. Balbuceaba cosas que no lograba entender y la baba se escurría de su boca, pero mi corazón volvió a derretirse de ternura al tenerla en mis brazos. Sus ojos son brillantes y parpadea muy poco. Sus gestos son tiernos. Luce tan feliz. Crucé la mirada con Viktoria y ella la desvió casi instantáneamente, como si no hubiera querido que me diera cuenta.  

—¿Qué pasó con Isabel? ¿Por qué ha crecido tanto en cuatro semanas? 

—¿Y yo qué sé? Hazte cargo de esa cosa. 

—No seas tan cruel. No le llames cosa a nuestra hija. 

—Querrás decir, hermana. 

—Sigue siendo nuestra hija. 

—Lo que sea. 

¿Cómo se ha hecho cargo de Isabel mientras estuve durmiendo? Me hubiera encantado ver eso. Aunque ya con lo que pasó, imagino que ha sido una prueba muy difícil para ella. Viktoria es linda y tierna a su manera, aunque se empeñe en ocultarme ese lado. 

Luna Roja [✓] [EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora