Capítulo 2

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—Los putos Snakes han estado haciendo movimientos en nuestro territorio — dijo Jackson. 

—Casi como si estuvieran suplicando por una guerra. —Estuvo de acuerdo Siwon. Era macizo y pesado, pero su tamaño ha engañado a muchos hombres que subestimaron su velocidad. 

Me reí de ambos.—Snake es la mitad de nuestro puto tamaño —dije—. No son tan estúpidos. 

—Aun así son grandes —expresó Siwon —. Puede que quieran un pedacito de lo que tenemos. 

—Dejemos que lo intenten —gruñó Jackson. Era un hombre grande, con cicatrices alrededor de su garganta. — He estado muriendo por un poco de diversión. 

Me reí, sacudiendo la cabeza. Siwon y Jackson eran los encargados de la dependencia local, y prácticamente no pensaban en nada más que en asesinatos y violencia, lo que de hecho, era su trabajo.Y eso me iba bien.

—Chicos, saben que no quiero nada más que romper cráneos —les dije—. Pero es mejor que esperemos. 

—Lo que sea, Chanyeol —dijo Siwon. 

Le serví otro trago de whisky al grandote y llené mi propio vaso hasta el borde. Era tarde y la casa club estaba vacía a excepción de unos cuantos miembros y las putas usuales del club dando vueltas por ahí esperando convertirse en la mujer de algún bastardo sin suerte. 

—Por la maldita violencia, entonces —dije alzando el vaso

Ambos rieron, chocamos los vasos y bebimos. 

—Creo que debería conseguirme algún culo esta noche —dijo Jackson, mirando alrededor. 

—No hay mucho talento esta noche —dije. 

—¿Y eso cuándo te detuvo, Chanyeol? —preguntó Siwon. 

Le sonreí.—Sí, es verdad. Nadie dijo que no me gustara el culo. 

Nos reímos y bebí de nuevo, suspirando. Jackson se levantó, con los ojos fijos en esta delgada y rubia cosa que estaba sola en una mesa. Estaba claramente rogando para que alguien la llevara a casa y jodiera su puto cerebro que era exactamente lo que Jackson tenía en mente. 

—Disculpen, muchachos —dijo. 

Se alejó y Siwon rió, sacudiendo la cabeza. 

—Maldito sea —apuntó—. Probablemente también se enamore de ésta. 

—¿Qué quieres decir?

 —¿No escuchaste? Jackson tuvo una gran pelea con su última mujer. Supongo que se involucró un poco demasiado, y ella no estaba sintiendo lo mismo. 

Sacudí la cabeza, desconcertado. Jackson era un hombre grande y aterrador, pero cuando se trataba de mujeres, era absolutamente suave como el infierno. Una vez lo había visto romper la pierna de un hombre enorme con sus toscas manos, y sin embargo un culo podía desgarrarlo tan fácilmente. 

No tenía sentido para mí. Nunca tuvo sentido por qué algunos chicos se envolvían tan malditamente alrededor de un culo. Las únicas cosas que me importaban eran yo, mi club, y mi dinero. Claro, me encantaba pelear y follar tanto como a cualquiera, pero no estaba buscando a una mujer u hombre que me atara, y mucho menos alguna puta de club para traer algo de drama a mi vida. 

Ese no era mi estilo.

—¿Has oído hablar del Mezcal? —preguntó Siwon, cortando mis pensamientos.

 —Sí —gruñí—. Los mexicanos están empujando, tratando de entrar en el tráfico de drogas. 

—Puta mierda —dijo Siwon. 

Continuó explicando cómo los cárteles y las pandillas del sur adoraban perfeccionar sus estilos de tortura y ejecución, y prácticamente me desconecté de lo que decía. 

Era solo otra típica noche en la puta casa club del Demons. 

Llamábamos a Austin "casa" y a nuestra casa "territorio". Durante la mayor parte de mi vida, desde que era un chico en la escuela secundaria, había prometido mi vida al club. Peleamos nuestro camino desde ser un pequeño club a convertirnos en el principal de la zona en todo Austin. Éramos los más grandes, los más malos, los bastardos más violentos, y yo había derramado mucha sangre, tanto mía como la de otros para demostrarlo. 

Durante mucho tiempo, mi vida y la vida del club fueron una guerra. Eso es lo que hacíamos, en lo que éramos buenos. Rompimos los cráneos de nuestros enemigos y reclamamos el área de Austin por nuestra cuenta.

Y éramos fuertes por eso. Pero una vez que finalmente la guerra terminó hace unos meses, y la paz llegó, me di cuenta de que la paz no me convenía.

A algunos chicos les gustaba poder caminar por ahí sin preguntarse cuándo llegaría el siguiente golpe. Les gustaba saber que no siempre iban a ser asesinados por algún club rival. 

Pero a mí no. Yo crecí en la guerra, viví por la adrenalina, el terror, la violencia. Extrañaba la sensación del rostro de un hombre rompiéndose contra mi puño, del fuerte y mortífero crujido de mi pistola, del rugido de nuestro club en formación para romper el cuello de algunos bastardos

En resumen, estaba aburrido. Podía beber y follar tanto como quisiera, pero todavía faltaba algo. 

Y Siwon hablando sobre los rituales de matanza mexicanos no estaba ayudando ni mierda.

 —Bueno, hombre —dije poniéndome de pie repentinamente—. Necesito otro trago. 

—¿Qué pasa contigo, Chanyeol? —preguntó Siwon — Estaba llegando a la mejor parte. 

—Cuéntaselo a alguien más, hombre. 

Caminé hacia el bar y me incliné sobre él. Luhan, uno de los iniciados, estaba limpiando una jarra de cerveza. 

—Siwon parece molesto —me indicó. 

—Está bien. Dejémoslo llorisquear. Dame una cerveza. 

Luhan se encogió de hombros y me dio una botella, quitándole la tapa antes de entregármela. 

 —¿Crees que llevarán algún iniciado al trato de mañana? 

Le di una mirada.—Nah. Y si lo hicieran, ¿por qué crees que te llevaríamos?

 —Porque no soy un maricón como los otros. 

No pude evitar reírme. 

—Tal vez si, tal vez no. 

Tomé un largo trago de cerveza e inspeccioné el club. Era solo otra aburrida noche de viernes. Estaba entusiasmado y podía sentir que mi sangre empezaba a subir. Necesitaba pelear o follar, pero no había nadie cerca digno de golpear.

Solo otra noche normal y aburrida. Hasta que la puerta se cerró de golpe y el entró. 

Sus ojos eran grandes, ojerosos, aterrorizados. Su ropa estaba polvorienta. Su cabello era un desastre. Y lo reconocí al instante. Cada cabeza se volvió hacia el. Se destacaba como un maldito pez fuera del agua

Un chico normal, un buena chico de colegio. Jodidamente sexy a su manera.

Peor aún, sabía exactamente quién era. En aquel entonces era un poco diferente, más joven, menos experimentado, pero definitivamente era el.

Byun Baekhyun.¿Qué mierda estaba haciendo en la casa club del Demons MC? 

—Alguien, por favor —dijo con los ojos desorbitados, todo su cuerpo tenso—. Ayúdenme. Mi amigo fue asesinado

Novio Motorista [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora