Capítulo 23

532 57 0
                                    

Unas horas sentado en la cabaña fueron más que suficientes para hacerme enojar como el infierno.

No era un maldito prisionero, y esos dos idiotas no podrían mantenerme encerrado.

Lo peor de todo, ¿dónde estaba Chanyeol? Podría llamarme en cualquier momento, y aun no se molestaba. Y para colmo, era su esposo ahora, su hombre. Nuestro primer día de casados y él ya había salido corriendo a algún lugar haciendo lo que sea que el maldito club quería que hiciera.

Estaba furioso, tan enojado. Me sentía como un animal encerrado en una jaula. Una parte de mí entendió que era por mi propia protección, pero no era un niño pequeño que necesitaba protección.

Y así que sentado allí en el sofá, lentamente comencé a formular un plan de escape.

Mi mejor oportunidad era de algún modo robar una de esas motocicletas. Sabía que ellos tendían a dejar sus llaves en el contacto ya que estaban sentados justo frente a ellas. Cuando solía pasar el rato con Jaehyun, había tratado de enseñarme cómo montar una vez. Claro, no fue exactamente exitoso, pero aprendí lo básico. Podía ir en línea recta sin destruir nada.

Los cambios de velocidades, bueno, eso podría seguir siendo un problema. Sin embargo, era mi mejor opción. Esos tipos no iban solo a dejarme salir allí y tomar una moto.

Necesitaba un plan.

Necesitaba una distracción.

Me levanté y me vestí, poniéndome un par de pantalones, un par de botas pesadas, y una camisa negra. Si iba a hacer algo estúpido, bien podría interpretar el papel.

Luego, fui al baño. Tenía una ventana que daba a la zona boscosa justo detrás de la cabaña de Chanyeol.

Y comencé a gritar.

No tomó mucho tiempo para que los dos muchachos vinieran apresurándose dentro, armas en mano.

—¡Afuera! —grité, señalando hacia la ventana.

—¿Qué pasó? —preguntó Lucas

—Dos tipos, con chaquetas de cuero. ¡Están ahí atrás!

Lucas asintió.

—Quédate aquí con el. Yo iré. —Rápidamente despareció por la puerta principal.

—Vamos —dijo Mark, dirigiéndome a la sala de estar. Mantuvo su arma en mano y lista— ¿Cómo lucían? —preguntó.

—Altos —dije, frunciendo el ceño, mi corazón martillando. ¿Realmente iba a hacer esto?

Mirando hacia Mark, a su mirada de preocupación, a su arma, de pronto tuve dudas. Todo esto era una locura.

Pero no quería estar encerrado. Y además, él estaba unido a una violenta y peligrosa banda. Entendía los riesgos.

—Lo siento, Mark —expuse.

—¿Por qué? —preguntó, sonriendo.

Pero esa sonrisa rápidamente desapareció y pude ver que sabía lo que estaba planeando.

Era demasiado tarde. Ya tenía mi pierna hacia atrás y aplasté mi pie justo en su entrepierna. Lo pateé en las bolas más duro de lo que había querido, pero quería estar seguro que se cayera.

—Oh mierda —gruñó y dejó caer su arma. Ahuecó sus bolas mientras caía al piso.

—Oh mi Dios. —Me di la vuelta y corrí. No podía creer que lo había hecho, pero era demasiado tarde para regresar.

Pobre Mark. Realmente esperaba no haberlo lastimado mucho. No era como si tuviera alguna mala voluntad hacia ninguno de ellos. Solo
estaban haciendo su trabajo después de todo. Pero quería largarme de allí, y él estaba parado en mi camino.

Novio Motorista [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora