Capítulo 13

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Fue una hora tensa mientras los chicos estuvieron fuera. Ninguno de los otros miembros de Demon actuaban como si se tratara de algo de mayor importancia, pero podía ver que había un rasgo de preocupación bajo todo lo que hacían. Había tensión en la habitación que nadie admitía. 

Y hubiera sido realmente horrible, si no hubiera sido por Taeyeon hablándome sin parar. 

—Y como sea —dijo—, así fue cómo terminé desnudándome por un año. 

Negué con la cabeza. 

—Guau. Que loca historia. Tu tío suena como un idiota. 

Se rió.—No es tan malo. Echarme fue de las mejores cosas que hizo. —Inclinó la cabeza hacia mí—. ¿Cómo es que terminaste pasando el rato con un montón de motociclistas? 

Le fruncí el ceño. No estaba seguro de cómo explicarlo, o si quería hacerlo. Lo que había pasado entre Chanyeol y yo era una de esas cosas que nunca le dices a alguien. 

Si no hubiera sido por esa noche con Chanyeol, probablemente no hubiera amado tanto las motocicletas como lo hago. Y si no amara montar en la parte de atrás de una, probablemente nunca hubiera conocido a Jaehyun, o nunca hubiera querido pasar tanto tiempo con él, o ignorar el hecho que él estaba enamorado de mí. 

Es extraño cómo se pueden enredar los hilos que unen a las personas. Una decisión puede llevar a la otra, y un día te despiertas con una larga lista de decisiones preguntándote cuál de ellas te hizo la persona que eres. Aunque la respuesta probablemente era ninguna de ellas. 

—¿Qué pasa? —preguntó después de unos minutos—. Parece que te pregunté cómo murió tu perro. 

—Lo siento —respondo sonriendo—. Es una larga historia. 

—Está bien. Entiendo. Dime alguna vez si quieres. 

—Está bien. 

Entonces la puerta se abrió. Jung, Jackson, Siwon y Chanyeol, caminan de regreso. 

El alivio casi puede sentirse. Los hombres les asienten, mientras Jackson y Siwon se dirigen al bar. 

Jung se dirigió a su oficina, y Chanyeol llegó directamente a mí. 

—Baekhyun —dijo—, Taeyeon. 

—Hola Chanyeol —respondió Taeyeon sonriendo — ¿Siguen siendo malos? 

—Como siempre. —Los ojos de Chanyeol nunca se apartaron de mí. 

—Bueno —expresó Taeyeon— Los dejaré solos. —Se puso de pie y caminó dirigiéndose al bar. 

—¿Qué sucedió? —indagué. 

Suspiró.—Nada que valga la pena decirte. 

—Dime de todos modos. 

—Los Rebels saben que te tenemos. 

Me sorprendí. 

—¿Eso es malo?

 —No puedo decir. —Me miró, su hermosa, mirada intensa—. Estaban lidiando con este otro club de Dallas llamado Snake Spit. Son muy grandes, quizás nuestro más grande rival en el estado. De cualquier modo, parece que los Snakes te culpan del asesinato. 

—No lo hice —dije ferozmente.

 —Lo sé —respondió—, y también ellos. O al menos eso les dije. 

—¿Y ahora qué?

—El líder de los Rebels no nos cree. Quiere encontrarse contigo. 

—¿Cuándo? 

—Si estás listo, esta noche. 

Lo miré, frunciendo el ceño. 

—¿Cómo será? 

—Estaré contigo todo el tiempo. Estaremos aquí mismo. Te preguntará cosas, lo que sea. Estarás bien. 

—Bueno. Si tú crees que es seguro. 

—A diferencia de esa mierda idiota con la que solías estar, no te pondré en ninguna mala situación si puedo evitarlo. 

Le fruncí el ceño.

 —¿Por qué sigues diciendo eso de Jaehyun? 

—Porque no llevas a un civil contigo cuando vas a traficar drogas. 

—No era un chico malo —respondo, sintiendo ira dentro de mí— Me amaba. Estaba tratando de impresionarme. 

—Lo hace incluso más estúpido —respondió Chanyeol.— El patético idiota estaba tratando de impresionar a un hombre  con sus negocios de drogas, y él terminó muerto y el dentro de algo peor. Suena como un idiota. 

Lo miré, la ira fuerte dentro de mí. Odiaba la manera en que hablaba de Jaehyun, como si no lo hubieran asesinado.

—Detente —dije enojado— Deja de hablar de él como si lo conocieras. 

—Tienes razón, no lo conocía. 

—Sé que estoy atrapado contigo —indiqué, incapaz de parar—, pero eso no significa que puedas hacer lo que quieras. 

—No estoy seguro de eso —dijo, sonriéndome—. La manera en la que me miras dice otra cosa.

 —Deja de hablar mierda sobre Jaehyun. Él era un buen chico. 

Me miró en silencio por un segundo, luego me sonrió. 

—Sí, está bien —indicó—, tan pronto admitas lo mucho que deseas que te folle

—Eres un idiota. 

—Quizás, pero es verdad. Puedo ver el escalofrío correr por tu espalda cada vez que piensas en mi polla deslizándose profundamente entre tus piernas. 

Me hice para atrás, cruzándome de brazos. 

—Creo que estás confundiendo asco por deseo. 

—Nunca he cometido un error, cariño —expresó, sonriéndome de esa manera. Quería borrarle esa sonrisa del rostro, solo para tocar esos labios.

Y odiaba que no podía dejar de pensar en besarlo fuertemente, mordiendo su labio, jalándolo del cabello, dejando que golpeara mi trasero y me tomara de la cadera fuertemente. 

—Vamos —señaló, poniéndose de pie—. Salgamos de aquí. 

—¿A dónde vamos? 

—De regreso a mi casa.

 —¿Por qué? 

—Porque tenemos algunas horas que matar. Y quizás te gustaría intentar acomodarte.Suspiré, poniéndome de pie. 

—Está bien. —Nos dirigimos a la puerta. Se despidió de algunos chicos mientras salimos caminando hacia su moto.

 —Yo tomo la habitación —dije mientras nos subimos y él me pasa el casco. 

—Pensaba que ambos podíamos tomar la habitación. 

—Ni lo sueñes. Tú puedes tener el sillón. 

Se rió, mientras encendía la moto, el rugido suprimiendo cualquier otro ruido. 

Me puse el casco, mientras se movía por el tráfico. Me sostuve de su cuerpo, mi propia mente en guerra, dividida entre querer compartir la cama y querer alejarme lo más que pudiera de él.Aunque todavía no estuviéramos casados, ya estaba esperando el día de nuestro divorcio.

Novio Motorista [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora