Novio Motorista [ChanBaek]

Capítulo 24

Partimos hacia mi cabina, y no pude evitar reír todo el camino de regreso.

Baekhyun se había liberado de esos dos idiotas. No podía culparlos, aunque deberían haber intentado mejor. Pero el chico era claramente resistente como clavos, e ingenioso para patear. Tenía que admitirlo, quedé muy malditamente impresionado.

Además, el era terrible montando. Simplemente incómodo y torpe. Medio temía que iba a caer todo el camino, aunque se las arregló para permanecer en posición vertical. Nos detuvimos en el camino de tierra que llevaba a mi cabina y estacionamos nuestras motos.

Mark estaba sentado en el porche delantero, luciendo adolorido.

—¿Estás bien? —le preguntó Lucas a él.

—Bien —dijo—. Las bolas han descendido.

Miré a Baekhyun.

—¿Qué hiciste? —le pregunté, queriendo escucharlo desde su perspectiva.

El se encogió de hombros.

—Podría haberlo pateado.

Rompí a reír y Mark cojeó, frunciendo el ceño.

—Podría nunca tener hijos, sabes —gruñó.

—Lo siento —dijo Baekhyun.

—Nadie quiere follar tu culo feo de todas formas, Mark —dije— Ahora sal como la mierda de aquí, ustedes dos.

Mark a regañadientes subió a su moto, y ambos se dirigieron hacia la sede del Club.

—Vamos —le indiqué a Baekhyun— Vamos a entrar.

—Dime lo que está pasando en primer lugar —dijo.

—Adentro. —Me muevo a la casa, fui a la nevera y agarré una cerveza.

El se sentó en la mesa de la cocina.

—Me estoy hartando de estos juegos, Chanyeol —expuso.

—Nadie está jugando juegos. Los dos estaban aquí por tu protección.

—Sí, tal vez, pero no puedes mantenerme encerrado aquí.

Me quedé de pie y lo miré.

—¿Por qué no?

—¿Porque soy una persona? —dijo el, exasperado.

—Ahora eres mi esposo —le dije, sonriendo—. Puedo hacer lo quiera.

—Cuidado, idiota.

—¿O qué?

—Puedo patearte como pateé a Mark

Me reí.

—No te atreverías a herir mis bolas. Eres muy aficionada a ellas.

—No en absoluto.

—Parecías muy aficionada a ellas ayer por la noche —dije, sentándome frente a el.

—No sé lo que estaba pensando ayer por la noche —comentó— pero eso podría haber sido un error.

—No se sintió como un error —expuse, gruñendo.

Francamente, anoche era lo que había guardado para todos los días.

—¿A dónde fuiste?

Lo miré.

—Te diré esto una vez. Pero si vas a estar alrededor, vas a tener que entender lo que “negocios del club” significa.