| Marvel One Shots |

Peter Parker

Título: Matemáticas y sorpresas.
Personajes: Peter Parker (Andrew Garfield) (Peter tres ahre)
Advertencias: Lenguaje!
Parte dos.
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Abrí mis ojos mirando las preguntas del examen. ¡Dios! ¡No estaba preparada para eso! Mi mano tembló tomando el lápiz y llevándolo a mi boca para morderlo aún más de lo ya estaba. Sentí como un papel era lanzado hasta mi rodilla y me apresuré a tomarlo y leerlo.

"Habla del teorema del infinito, si, ése que vimos luego de que coquetearas con el hombre araña. Pervertida. Tu puedes."

Tapé mi boca riendo y girando ligeramente para ver a Peter que reprimia una risa antes de guiñarme un ojo y ponerse a escribir.

Sacudí mi cabeza e intente comenzar. Era el puto tema más difícil. Sin poder evitarlo recordé la noche en que lo estudiamos.

Flashback.

Acelere el paso hacia la casa de Peter, ya era tarde y no estaba logrando entender por mí cuenta el maldito tema del examen por lo que son dudas necesitaba a Peter. Le había enviado un corto texto que decía.

"Estoy muriendo triste y lentamente al igual que las pocas neuronas que tengo. No entiendo absolutamente nada del tema del examen del viernes. Sé que probablemente estés patrullando pero cuando termines ¿Podrías ayudar a un alma en pena más?"

Remarcó el corto, porque sino debería llamarlo dramático y no quiero. Al cual él respondió.

"Siempre hay lugar para una dama en peligro de no graduarse, termino a las 10, pero ven antes de que oscurezca, May está en casa."

No hace falta decir que no le hice caso a lo de ir temprano.

Eran las nueve y media y estaba a unas ocho calles de su casa. En mi defensa no quería estar tanto tiempo sola en su cuarto porque me daba por investigar y ya había explotado uno de sus tiradores y para colmo rompí una ventana en el proceso. Dije que un gato me había atacado. May me creyó pero el estalló en risas ante mi mentira. No quería deberle más ventanas.

Me abrace a mí misma caminando rápido en la oscuridad de las calles, Nueva York casi nunca estaba vacía. Excepto cuando lo estaba. Por supuesto me tocó una de esas noches. Sentí algo caminar detrás de mí y me giré asustada. No había nada. Suspiré y aceleré mís pasos abrazándome con fuerza. Estúpida. Estúpida.

Me detuve al ver dos hombres bastante ebrios del otro lado se la calle. Caminaban adelante hacia mi lado por lo cual nos encontraríamos en el camino. Miré a mis lados. Decidí que cruzar la calle sería lo mejor por lo que lo hice. Me relajé cuando pasaron y solo me dedicaron una mirada en silencio. Logré caminar un poco más antes de que una mano mal oliente y asquerosa tapara mi boca desde atrás inclinándome hacia él chillé y pataleé intentando escapar pero el otro se colocó frente a mí.

—¿Cruzar de calle? ¿Es lo mejor que se te ocurrió? ¿Que no te dijeron que las niñas lindas como tú no deben estar solas de noche?— Mordí su mano y cuando éste chilló del dolor lancé un cabezazo hacia atrás golpeándolo en la nariz. Justo cuando iba a intentar golpear al otro una conocida telaraña lo tomo del pie arrastrándolo hacia arriba y dejándolo colgado.

—Venia salvar a la damisela en peligro pero ahora, no estoy seguro de cuál de los tres lo es.— Bromeó con su usual tono irónico. Suspiré al verlo. Si bien creía que podía salirme con la mía si era rápida. Agradecía que me haya encontrado. Era gracioso como su personalidad se intensificaba en cuanto se ponía la máscara.— Ugh. —Siseo viendo al que había quedado en el suelo tomándose su nariz sangrante—Eso debió doler solecito. Espera, se de algo que seguro frene la hemorragia.— Dijo atando los brazos del tipo detrás de su cuerpo, éste chilló intentando escapar pero Peter fue más rápido lanzando otra telaraña  y colocandolo como a su compañero. Se paró frente a ellos y giró la cabeza pensando.— Ah no, esperen, eso lo hacía sangrar más. Mi error. Espero no mueras desangrado por culpa de linda señorita.  Quizá eso te saque las ganas de acosar mujeres, imbécil.— Se giró caminando hacia a mí y tomándome del brazo alejándome.— Primero, ¿estas bien?— Preguntó mirándome de arriba abajo. Asentí arreglando mi ropa.— Okey eso me deja con la segunda ¿¡Que parte de antes de que anochezca no entendiste!?— Grito en un susurró.