| Marvel One Shots |

Eddie Brock/Venom

Título: Aracnofobia.
Personajes: Eddie Brock/Venom
Advertencias: Ninguna.

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–Agh, no me gusta.– Dije sintiendo a Eddie bufar detrás de mí.– Oye, no te gustará cuando la luz del sol te de directo en la cara.– Protesté viendo que en la posición que habíamos puesto la nueva cama le daba la luz del sol directo en las almohadas.

Habíamos tenido que comprar una nueva cama ya que la anterior había terminado por romperse luego de que Venom aterrizara en ella con sus ciento treinta kilos encima desde la ventana. Fuera de eso, urgía un cambio en el departamento.

–Prometo cubrirles los ojos con tal de que no me hagan levantar todo de nuevo.– Bufo harto Venom. Claramente era quien hacia el trabajo difícil.

–Fue tu culpa para iniciar y has levantado cosas más pesadas no te quejes. Creo que sí movemos el closet hacia ahí y ponemos la cama en su lugar quedará mejor.– Comenté pensando.

–Okey, pero será el última cambio que haremos. Estamos haciendo esto hace casi dos horas.–

–Nadie dijo que sería rápido.– Dije cruzandome de brazos esperando a que hicieran lo que había propuesto. Eddie desapareció dejando a un harto Venom salir a levantar el closet como si no pesara nada y moverlo hacia el otro lado. Supongo que ser usado como grúa dentro de un departamento no estaba dentro de sus planes cuando decidió quedarse en la tierra. Reí tontamente ante la idea a lo que me dedicó una mirada indignada.

–Deja de reírte. – Gruño pasando a mover la cama hacia el otro lado.

–Perdón, te ves adorable moviendo cositas.– Dije reprimiendo la risa que quería atacarme gracias a su protesta. Él tenía esa mirada que me hacía entender que si hubiese tenido pupilas las habría girado.

Dejó caer la cama con algo de brusquedad al suelo lo cual me hizo sobresaltar.

–Ey, salen caras cuidado.– Dije tirandome en la cama a arreglarla. Observé cómo quedaba, Mmh bueno mejor estaba. Miré la mesa de luz que había quedado del otro lado y caminé a moverla, eso sí que podía. Cuando la levanté sentí como algo me enganchaba de la cintura y me dejaba colgando.– Oye yo puedo.– Me quejé viendo cómo me dejaba colgada de su zarcillo mientras tomaba la mesa por si mismo y la dejaba al lado de la cama.

–Te podías hacer daño. O caerte como la otra noche.– Abrí mi boca indignada.

–Okey no es justo que recordemos eso. Jamás me caigo.–

–Te tropezaste de nuevo en las escaleras cuando subíamos.– Dijo colocándose frente a mí. Al estar colgando estaba a su altura.

–¡Estaba distraída!–

–Siempre estás distraída.– Cerré mi boca de golpe, no podía discutir con eso.

– Ains, bueno ya. Si, soy distraída. ¿Me bajas?– Pregunté cruzada de brazos indignada. Odiaba que tuviera razón.

–¿Cómo? ¿No puedes bajarte? Pensé que si, como tienes ese talento de caerte todo el tiempo.– Abrí mi boca absteniéndome a reír. Maldito alien.

–¿Te estás burlando? Pásame mi celular y arreglamos esto. Mariah Carey y su silbido tienen varias cosas que explicarte.– Amenacé con mi mejor arma. María Carey y su Whistle Voice. El rió entendiendo mi amenaza. Había sido víctima de ella hace unas noches cuando había intentando robar el último chocolate, el cual le había regalado si no fuera porque estaba en mis días. Nadie se enfrenta a una mujer menstruante.– ¡Bájame!– Dije incómoda moviéndome. El se apiadó de mi y me bajo. Cuando estaba a punto de dejarme en el suelo ví a una araña enorme salir de debajo del closet. Seguro se había caído con el movimiento. Chillé volviendo a colgarme de él. Venom se sobresalto ante el grito y me levantó nuevamente.

–¡¿Que sucede?!–Preguntó confundido sin lograr ver nada.

–H-Hay u-una ahí.–Intente decir señalando la araña que caminada hacia nosotros. Él miró el suelo achicando sus ojos y se acercó a ella agarrándola de una pata. –¡Agh! ¡Venom! ¡Matala!– Chillé viendo cómo la veía sin entender el alboroto.

–¿Por qué está cosita te daría miedo? ¿Es venenosa?– Preguntó observándola. Gruño indignada.

–¡No lo sé! ¡Solo mátala o lanzala hacia afuera!– Él siguió mirándola sin hacer nada.

–No es venenosa. ¿Me la puedo quedar?– Pregunto mirándome como pidiendo permiso.

–¡Claro que no! ¡Lanzala afuera o mátala! ¡No es un animal no puedes tenerla de mascota!– Chillé nuevamente.

–Ella también es un animal.– Bufé indignada. Ahora un alien me daba clases de moral.

–Primero es un insecto, no un animal. ¡Déjala afuera si quieres pero aquí no se queda!–

–Los insectos son animales.– Afirmó caminando hacia la ventana, agachandose y dejándola del otro lado. Entorné los ojos.

–Comes humanos pero te daba lastima matar a una araña. Que raro eres.–Murmure.

–Humanos malos.– Corrigió él dejándome en él suelo y cerrando la ventana. Me acerqué él y observé con mi mejor cara de asco a la araña caminando hacia afuera del edificio.– Vives con un alien y te da miedo un insecto, que rara eres.– Dijo con ironía girando a verme haciéndome reír.

–Pero es un alien bueno. –Dije alargando la E y lanzándome a abrazarlo. Él me atrapó sentándose en el suelo. Me gustaba poder abrazarlo con todas mis fuerzas y ni siquiera lograr moverlo. Lo sentí pasar sus manos a mí al rededor.

–La araña era buena. Le faltaba una patita.–

–Basta con la araña. Podemos tener un perrito o un cerdo.–

–¡Si!– Chillo emocionado para segundos después escuchar a Eddie y que su rostro decayera.– Eddie dice que buen intento que pero que ni en sueños.–

Maldición.

–Oye no es justo, somos dos contra uno.– Dije haciendo un puchero y jugando con su enorme mano. Quise tocar su garra pero las retrajo en un instante.

–Te vas a lastimar.–

–Ti vis i listimir.– Me burle riendo y apoyándome en su pecho mirando hacia la ventana. Sentí como acariciaba mi cabello y rozaba su rostro contra mi cabeza antes de desvanecerse bajo Eddie. Subí mi cabeza para besar al humano de mis novios. Recostada ahora en él.

–La araña si que la aceptaba de mascota eh.– Se burló Eddie besando mi nariz. Bufé girando los ojos.

–¡Dos contra uno!–