| Marvel One Shots |

Bucky Barnes

Esto vendría siendo en los cuarenta con un adolescente Bucky pero la protagonista es muy atrevida como para ser de ese siglo soo..... Dejémoslo en un joven Bucky <3
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Título:“Mujeriego”
Personajes: Bucky Barnes.
Advertencias: Lenguaje! Bucky siendo un poco idiota.

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Entorné los ojos ante el repetitivo sonido del llanto de Anika, hacía más de media hora lloraba en el baño del instituto sin parar.

–Ann, amiga, sabias que iba a suceder– Dije sentándome a su lado y acariciando su pelo intentando animarla.

¿Y si tiene piojos?

Luego me lavo las manos.

–¡Claro que no!– Chilló para luego sorber su nariz, por supuesto provocó un ligero gesto de asco en mi.–Fue muy dulce conmigo.–

–¿Antes o después de llevarte a la cama?– Pregunté distraídamente a lo que su llanto aumento considerablemente.

–¡KATHERINA! – Grito Sarah entrando al baño y dandome un pequeño empujón y colocándose al lado de Anika– Eres una insensible.– Murmuró abrazándola.

–Lo siento es solo que realmente no entiendo cómo pueden dejarse engañar por un mujeriego– Respondí levantándome del suelo, alisando el pantalón del uniforme y caminando hacia el espejo para corroborar que todo siga en orden.

–Nunca digas nunca Kath– Murmuró Sarah intentando peinar y maquillar levemente todo lo el llanto de Anika había arruinado – ¡Vamos Ann! Es un maldito y no te merece. Salgamos y que vea la belleza que se perdió por idiota.– Propuso exponiendo una bella y reconfortante sonrisa.

Sarah era un año más grande que nosotras y era una de las chicas más dulces que había conocido nunca. También era muy popular ya que era muy amable con todos, siempre estaba para animar cualquiera de las chicas del instituto, creo que sabía lo duras que podían ponerse las cosas para las chicas en este momento.

Tras limpiarse los mocos una veinte veces más o menos y acomodarse la ropa, al fin logamos salir del pequeño y horrendo baño.

–¿Qué tal si hacemos una pijamada esta noche eh? Así podríamos animarte un poco – Dijo animada tomando el brazo de Ann y giandonos hacia la cafetería.

– Claro, creo que me vendría bien– Se alegró ligeramente Ann – Gracias por estar conmigo chicas. Las adoro.–

–No hay problema Anni, estamos contigo siempre ¿No Kath?– Preguntó girandome a verme ligeramente.

No quiero secar más llanto pero si.

–Claro que s...– Fui abruptamente interrumpida por un empujon desde mi espalda, y hubiese caído de cara al  suelo si no fuese porque el mismo imbécil que me empujó alcanzó a atajar mi caida.–

– ¡Hey! ¡Cuidado lindura! – Dijo animado y aun con las manos en mi cintura–  No queremos que le ocurra nada a ese rostro de muñeca ¿verdad?– Murmuró entre risas.

En cuanto recupere mi estabilidad y logré alzar la vista me encontre a centímetros del imbécil número uno en Brooklyn.

–Tu te atravezaste en mi camino imbécil– Espeté quitando sus manos violentamente de mi cuerpo– Y está cara de muñeca puede patear tu asqueroso trasero más rápido de lo que crees.– Dije golpeando su hombro con el mío y caminando hacia mis amigas quienes se habían quedado petrificada delante nuestro, Anika con sus ojos llenos de lágrimas nuevamente dirigió su mirada al suelo mientras que Sarah miraba la escena con preocupación.

–Jamas perdería ante una chica hermosura– Escuché en mi espalda–¡A no ser que esa pelea sea en una cama!– Gritoneo para luego reír con sus imbéciles amigos.

Ah, el no dijo eso.

Frene en seco ante su grito.

¿Iba a perder mi última falta en golpear a un imbécil en el centro de la cafeteria?

La respuesta les sorprendera.

Me gire hacia donde seguía riéndose y camine furiosa hacia el dejando los gritos de Sarah detrás.

Probablemente parecía un pimiento rojo caminante pero realmente no me importaba.

–¿Vienes a aceptar mi propuesta? – Murmuró girando levemente su cabeza y abriendo los brazos.

–De hecho si – Dije acercándome a, ahora, un confundido James Barnes,– ¿Por que no me cuentas ahora cuales eran tus planes?– Murmuré colocando mis manos en su pecho y mordiendo levemente mi labio inferior.

El se tenso ante mi tacto, el silencio se hizo en la cafetería entera.

– Y-yo n-no– Tartamudeo torpemente– ¿Hablas en serio?-

Sonreí socarronamente.

–Vaya que inseguro resultaste Barnes– Susurré deslizando mis manos hacia los bordes de su camisa perfectamente abotonada para luego acercarlo aún más a mi cuerpo– Por supuesto que no.– Antes de dejarlo reaccionar subí mi rodilla con rapidez  hacia su cuerpo y  proporcionando un gran golpe en su querido amigo, logrando que la cafetería explote entre un "Uh" y algunas risas y el caiga retorciéndose de dolor al suelo.

–Espero haber arruinado tus planes de esta noche "Dulzura" – Espeté sarcástica girandome y caminando hacia la dirección aun antes de que el director grite mi nombre por el altavoz.

–¡VEGA! ¡BARNES! ¡A DIRECCIÓN AHORA!– Logré escuchar desde la cafetería.

–¡Ya voy! ¡El tardará un rato en ubicar sus bolas en su lugar!– Grité caminando.

Sería un largo castigo.

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(Parte uno)