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-hola... ¿Me escucha desde ahí adentro?- digo mientras meto la cabeza por uno de los extremos de la resbaladilla. Es un tubo grande de plástico muy colorido, puedo ver claramente el cuerpo del papá de la pequeña Jihyo atorado ahí dentro.

-¡Hola! Si si lo escucho. Ayúdeme por favor creo que estoy entrando en pánico.

-No debió meterse ahí, estas cosas son peligrosas- digo intentando con todas mis fuerzas no estallar en risas.

-Si ya lo confirme- responde y sus carcajadas retumban dentro del juego.

-¿está muy atorado? ¿Puede mover un poco su cuerpo?- pregunto.

-puedo, creo que me puedo acomodar para salir pero necesito que alguien me jale de las piernas y Jihyo no tiene tanta fuerza-

-Ok, entonces voy hacia el otro extremo y cuando me avise tiro de sus pies hasta sacarlo - respondo y me dirijo hacia el final del juego donde un par de zapatos se mueven impacientes.

Lo tomo de los tobillos a la espera de la señal. Siento como intenta acomodarse, y luego de unos minutos habla.

-ya estoy, ¡tire con fuerza sin miedo!-

Esto es una locura pienso y comienzo a tirar de sus piernas.Luego de varios intentos finalmente lo logro y por la fuerza utilizada no puedo evitar caer hacia atrás y él cae encima mío.

-¡wooooo!- grita emocionado y al ponerse de pie comienza a saltar.

- ¡eso estuvo genial!- exclama.

Desde mi lugar en el piso lo observo. Su sonrisa es gigante y el brillo de sus ojos resplandece de una manera que nunca antes ví.

Toma a la pequeña entre sus brazos y la levanta para llenarla de besos en la cara. Me sorprende su efusividad, no es algo que se vea normalmente, las muestras de cariño en público son escasas en la actualidad y el contacto físico también. 

Jihyo parece acostumbrada ya que se deja mimar sin quejas. Cuando la devuelve a tierra firme posa sus ojos en mi, que sigo tirado en el piso por cierto, y me extiende su mano. Sin dudar la tomo y me pongo de pie con su ayuda.

Sentir la calidez de piel contra piel es extraordinario. Sensaciones que están destinadas a los momentos más íntimos de las personas, pero acá en medio de una muestra dentro de un museo él me dejó tocar su mano, a mi, un completo desconocido.

-Gracias- dice y de repente parece caer en cuenta de la extraña situación en la que lo encontré y se sonroja.

-Te dije que no tenías que subirte papá, pero claro no me hiciste caso como siempre y mira lo que pasó- refunfuña la niña.

-ay no seas dramática Jiji, valió la pena cada segundo- responde él minimizando todo.

- sos un loco... ¿No te parece que si todo esto ya no se usa es por alguna razón? ¿Quién en su sano juicio pondría su cuerpo en peligro pudiendo jugar en realidad virtual desde su casa?- dice ella mientras lo fulmina con su mirada.

-bueno tenés un buen punto ahí, pero creeme que esto no se siente ni un poco como la realidad virtual de tu consola-

-estas loco... Desquiciado, ahora voy a tener que rociarte todo con spray, vaya uno a saber que clase de gérmenes del siglo pasado te pegaste- dice mientras busca en su mochila con ahínco.

No puedo evitar reírme de la discusión entre la pequeña y su adorable papá.

— Es un poco extremista— me dice casi en un susurro.

—¡Te escuché! Y no, no soy extremista, soy precavida como me enseña mi mami.

—tu mami está loca y es una exagerada— responde él entre risas. La pequeña Jihyo bufa indignada.

—¿Usted que opina señor Jungkook? ¿A qué es cierto que todo esto es obsoleto porque era antihigiénico y peligroso?— me pregunta buscando apoyo sobre su postura.

 Lo pienso unos segundos y si ella tiene razón pero digamos que no soy la persona más indicada para responder.

—Bueno si es verdad que ya no se usa por un motivo pero hay cosas que tampoco son tan usuales en la actualidad y son increíbles— respondo. Ella frunce sus cejas.

—A ver ¿Cómo que?— me cuestiona.

— entiendo lo que dice tu papá sobre sentir experiencias reales, practico deportes extremos cuando viajo y puedo asegurar que no se sienten como la realidad virtual—Sus ojitos se abren exageradamente y gira a ver a su papá asombrada.

— ¡Ay no! ¡Encontramos otro loco como vos!— exclama y yo me río.

—¿También prácticas deportes extremos?— pregunto entusiasmado. Él se sonroja y niega con la cabeza.

—Dudo que tirarse por una resbaladilla cuente cómo eso— rie tentado— pero amaría hacerlo si cierta personita no me lo impidiera— concluye mientras mira de manera acusadora a su hija.

—¡Perdon por no querer que mi papá se tire de un avión con una tela en la espada!— responde irónica la pequeña. 

Son muy graciosos y están alegrando mi tarde.

— No tengas miedo, yo me tiré en paracaídas hace poco y también escale montañas— digo para mostrarle que aunque si son cosas peligrosas se pueden hacer con cuidado.

— Parece que encontramos a tu alma gemela papá, llévame con mami y tengan una cita, son tal para cual— dice ella mientras cruza sus brazos sobre el pecho enojada.

Me deja mudo con lo que dice, parece muy adulta al hablar pero su estatura me dice que no tiene más de seis años. Él se carcajea y me dedica una sonrisa hermosa.

—Sos loca, le voy a decir a tu mamá que me estás buscando novio—

No entiendo nada y al parecer mi cara de confusión es notoria.

—mi papá es gay— dice la pequeña— mi confusión aumenta por cien.

—Jiji deja de contarle mi vida al señor, dudo que le interese— agrega apenado. 

De hecho me interesa y mucho, el brillo que este hombre irradia es impresionante y su energía de alguna manera me hace sentir a gusto, además de que es hermosísimo.

— Me encantaría tener una cita con tu papi... Si él quiere obviamente— digo sorprendiendolo. 

Sus mejillas se ponen algo rojas y es increíblemente tierno.

—¡Genial! Dale tu número papá, así la próxima vez que quieras ver cosas viejas y aburridas lo llamas a él y no me arrastras a mi— exclama la niña. Los dos reímos ante las ocurrencias de Jihyo y sin perder un segundo más saco mi celular con intención de que me dicte su número.

Sí, hablaba en serio, quiero salir con él.

— oh, mi número— exclama al verme. Toma el celular de mis manos y teclea rápidamente para luego devolverlo. Al instante parece arrepentirse de haber sido tan confiado.

—Perdon, no quise tocar tu celular, es que a veces no me doy cuenta— dice algo apenado.

— no me molesta para nada... Jimin— respondo luego de leer su nombre en la pantalla de contacto.

Nuestras miradas se cruzan y llámenme loco pero algo adentro mío me dice que acabo de encontrar lo que busque toda mi vida.

Timeless Love *Kookmin* COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora