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Desde el día en que lo conocí atorado en aquel antiguo juego, no hago otra cosa que no sea pensar en Jimin.

Es la primer persona que conozco con el mismo amor por el ayer que yo.

Nuestro chat no ha dejado de llenarse de mensajes desde aquella tarde en el museo, finalmente le pregunté si le gustaban las películas de amor y dijo que si, que su película favorita se llama The notebook y es de los primeros años de los lejanos dos mil.

No tan vieja como Titanic pero casi.

Nos recomendamos muchas y compartimos opiniones sobre las que ambos conocíamos. 

Se emocionó muchísimo cuando le conté que tenía un reproductor de dvd's , sí de esos que se usaban por aquel entonces. Lo conseguí en uno de mis viajes por Latinoamérica, y pagué bastante por el pero vale cada centavo. Lo guardo como un tesoro y solo lo utilizo en ocasiones especiales. Temo que se rompa y ya no vuelva a funcionar.

Las pocas películas que pude conseguir en dvd también forman parte de una colección muy valiosa para mi.

Si Jimin acepta pienso invitarlo a ver alguna de ellas conmigo.

Estoy seguro que You've got mail le va a encantar.

Hoy es nuestra primer cita. Cuando Jimin me dijo que el lugar que tanto deseaba conocer era el parque de diversiones abandonado casi me caigo de la cama de la emoción.

Conozco Lotte World como la palma de mi mano. Suelo ir a pasar tardes allí, a disfrutar del silencio, mientras imagino como se vería lleno de gente.

Amo tomar fotografías a los juegos antiguos, algunos se mantienen a pesar de los años de soledad.

El 99% de atracciones no andan por obvias razones, pero sé que a pesar de eso vamos a pasar una tarde increíble.

Llevo conmigo todas las cosas necesarias para que nuestra cita sea inolvidable.

(...)

—Oh por dios estoy tan emocionado— exclama él mientras nos acercamos al lugar.

— Yo también— respondo, porque a pesar de conocer el lugar es la primera vez que vengo acompañado.

—¿crees que podamos recorrer todo hoy?— pregunta con ilusión en sus ojitos.

— mmm no lo sé, es enorme Jimin y hay tanto por ver— respondo y antes de que su cara se tiña con una pizca de tristeza agrego — pero podemos volver las veces que quieras hasta que lo conozcas por completo.

Su sonrisa se agranda de manera espléndida.

Nunca creí que la sonrisa de alguien pudiera hacerme tan feliz, pero asombrosamente la de él lo hace.

Quiero verlo sonreír por el resto de mi vida,  soy intenso... Lo sé pero así me siento cuando lo miro.

Nos bajamos del auto y cuando Jimin ve la entrada del lugar comienza a correr y saltar como si de un niño se tratara.

Sus carcajadas hacen eco en el espacioso lugar.

Mientras caminamos voy contándole todos los datos que recuerdo del lugar, cuando se inauguró y cuando dejó de funcionar. Por lo general cualquier persona no me prestaría atención pero no él... Jimin me observa y escucha como si estuviera diciendo lo más interesante del mundo.

—No entiendo cómo se puede dejar abandonado un lugar asi— dice mientras mira embelesado cada atracción.

— si fuera millonario restauraría todo esto, solo para nosotros dos— digo sin medir mis palabras.

Él sonríe algo avergonzado y cuando está por responder ve algo que lo enloquece.

Toma mi mano y me arrastra hacía un puesto bastante derruido por el tiempo pero todavía lo suficientemente entero como para saber que es.

—¡Mira Jungkookie! ¡Cómo en las películas!— grita mientras nos acercamos al lugar.

Tiene razón este juego siempre sale en las películas antiguas. El protagonista siempre ganas un peluche para su cita y así comienza una bella historia de amor entre ellos.

—ahhh como me gustaría poder jugar— dice entre suspiros el rubio más hermoso del planeta.

No me pregunten cómo lo supe pero sabía que le iba a dar ilusión esto, así que tenía algo en mente desde que me dijo que aquí sería nuestra cita.

Dentro del pequeño puesto todavía quedaban algunos ositos de peluche, viejos y sucios, Jimin los miraba con tanta emoción en sus tiernos ojitos.

Me acerco más al puesto y revisando un poco encuentro el "arma" con el que debía disparar al blanco. La sacudo un poco y me acomodo para disparar.

Jimin se carcajea fuerte.

—¿Qué pasa?— pregunto haciéndome el confundido.

—No creo que funcione Jungkookie— dice entre risas— y además no hay premio, todos están rotos.

Agrega con un tierno puchero en los labios.

Dejo el arma a un lado.

—Cerrá los ojos— digo y él los entrecierra desconfiado.

Le sonrío y automáticamente me hace caso.

Me apuro a sacar de mi mochila el osito que compré horas antes y lo acomodo entre los otros.

—Ahora si— digo y Jimin abre sus ojos.

Su mirada se ilumina cuando ve el pequeño osito blanco resaltar entre los premios.

Le dedico una sonrisa ladeada mientras elevo mis cejas orgulloso de mi mismo.

Vuelvo a tomar posición y al gatillar hago con mi boca un sonido simulando el disparo.

Las risas de Jimin aumentan.

— ya podés elegir el premio— digo y él se acerca entusiasmado.

—mmm... A ver— posa la mano en su barbilla y piensa durante unos segundos— ¡Ese!— grita mientras apunta con su dedo el osito blanco.

—¡Que buena elección!— respondo y corro detrás del puesto para tomar el oso en mis manos.

Vuelvo y se lo entrego con ilusión.

Mi corazón late entusiasmado mientras veo como Jimin abraza su premio con alegría.

—Gracias Jungkookie— dice algo sonrojado.

Me contagia un poco y también sonrío bajando la mirada algo apenado por lo que acabo de hacer.

Unos suaves labios se posan en mi mejilla, son solo segundos pero son los segundos más hermosos de la historia.

Al menos así los siento yo.

Jimin me regala el beso y luego sale corriendo hacia un carrusel que ve de repente.

Lo sigo cuando puedo calmar a mi corazón.

Estaba sentado en uno de los caballitos, esos que en su época subían y bajaban con el movimiento.

—¡sacame una foto Jungkookie!— grita y no dudo en hacerlo.

Le saco muchas, cada sonrisa que Jimin me comparte es merecedora de una foto.

Luego me acerco al carrusel y tentativamente intento moverlo, sorpresivamente lo logro y Jimin grita emocionado cuando su caballito comienza a elevarse un poco.

—¡Woooooaaaa!— sus exclamaciones y carcajadas resuenan por todo el lugar llenandolo de alegría así como también llena poco a poco el vacío que siempre tuve en mi alma.

En este momento un descubrimiento me golpea, haría lo que fuera por verlo sonreír así cada día de mi vida.

Park Jimin es ese alguien que estuve esperado por casi treinta años y ahora que lo encontré no pienso dejarlo ir jamás.




Timeless Love *Kookmin* COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora